^Un padre y un hermano.^Cyrus no había dormido desde hacia dos días, no podía conciliar el sueño, lo único que podía pensar era en su hermana y en lo mal que la había tratado, pensaba en lo sola y asustada que estaría, por algún motivo no podía parar de pensar en el miedo de su hermana a las tormentas, en como no le gustaban ciertos alimentos y en demasiadas cosas que a su hermana le disgustaban, durante todos los años en los que creyó que su hermana había fallecido eso fue en lo que pensó, siempre que en el Refugio servían alguna comida que sabia a su hermana no le gustaba él no la comía o comía muy poco, siempre intentó mantener algunas cosas de ella con vida, incluso tenia cosas que pertenecían a ella, cosas que ella había dejado atrás cuando entro en el crío sueño, un par de suéteres, uno de sus perfumes y uno de sus álbumes en donde tenia fotos de ella, de su padre, de su madre y de él mismo, todo lo tenia guardado con recelo en una caja en su armario y justo encima de esta estaba la cobija que su madre había echo semanas antes de que muriera, eran sus cosas mas preciadas, solo él sabía que los tenia, ni siquiera su padre, claro que también su padre tenia objetos que habían pertenecido a su esposa y a su hija.
Esa noche sabia que no podría dormir de nuevo, así que se levanto de su cama y se cambio a su ropa de diario, dejo su habitación y comenzó a caminar por los pasillos vacíos de el Refugio, todo estaba en silencio, no había el normal ajetreo y todo se sentía tan vacío, llego hasta el pasillo donde estaba la habitación de su hermana y, después de dudarlo por un momento, entro y miro a su alrededor, todo estaba pulcramente acomodado, al igual que siempre, ella nunca dejaba su habitación desordenada, nunca pudo, se rio al recordarlo, camino y se sentó en la cama, pensó en su hermana en esa habitación, en como no le gustaba sentir a solas y en como él la había echo a un lado, su pecho se apretó y de nuevo el sentimiento de culpa lo lleno, extrañaba a su hermana, día y noche lo hacia, incluso la extrañaba mas que en los años anteriores, ahora era peor, sentía que la perdía de nuevo y esta vez era por su culpa.
Se recostó sobre la cama y encendió la lamparilla de un lado, la luz le dejo ver una foto desgastada justo a un lado, la tomo y miro que era una foto de él y de Astrid cuando eran mas jóvenes, sabia que sus padres habían tomado esa foto, había sido dos años antes de que su madre muriera y habían salido un fin de semana en familia, parpadeo con fuerza y miro la foto, no sabía que ella la tenia, se suponía que esa foto la guardaba su padre, pero Astrid la había tenido con ella, la había mirado y mirado, pensando en su hermano, pero su hermano nunca la volvió a ver igual, Cyrus nunca pensó que podría ignorar a su hermana aun después de pasar años deseando volver a verla.
—nunca debí alejarte — susurro mientras pasaba los dedos por la foto — cuando volviste debí ayudarte a vivir en este nuevo mundo, un lugar tan diferente al que recordabas, debí hablar contigo, debí explicarte y no darte culpas que no te tocaban, te encontrare otra vez, Astrid, te lo prometo, te encontrare y te traeré de regreso.
Dejo la foto sobre la cama y apago la luz, salió del cuarto y camino hasta la sala de mando, a esa hora solo estaban despiertos dos hombres que vigilaban la maquina de mensajes en caso de una emergencia, eran pocas las personas que permanecían despiertas durante la noche, no eran mas de diez, todas estaban designadas a puesto de extrema importancia, colocados en las entradas y salidas y también en las zonas prohibidas como la armería, por eso se sorprendió al ver que también su padre estaba despierto y sentado en la mesa larga de la sala de operaciones, tenia desplegado delante de él un gran mapa de toda la ciudad y otro mas grande del mundo, en estos tenían zonas marcadas en rojo y en verde, los lugares en verde eran las zonas en donde estaban los otros Refugios y las zonas en roja eran las zonas en donde se habían visto mas avistamientos de los soldados de Vaughan, zonas estrictamente prohibidas.
Su padre levanto la mirada y lo miro con sorpresa — ¿Qué haces despierto?
—llevo noches sin dormir — afirmo y camino hasta sentarse en el otro lado de la mesa — ¿Qué haces tú despierto? — susurro a su padre.
—bueno, estoy seguro que los dos no podemos dormir por las mismas razones — su ceño se frunció y regreso la mirada a los mapas en la mesa — sigo buscando lugares en donde podría estar encerrada esa maldita rata — lo ultimo lo dijo con fuerza y odio en su voz.
—¿tu crees que la tenga con él? — pregunto en un susurro y miro por el rabillo del ojo a los otros hombres en la habitación — después de todo su compañero es su soldado principal.
—si, no he dejado de pensar en eso — dijo su padre y se recargo con fuerza en el respaldo de la silla, Cyrus lo vio y se dio cuenta de lo cansado que su padre se veía — pero eso solo logra preocuparme, no se como este y solo espero que no la toquen.
—yo la buscare, papá, yo la traeré de regreso, te lo prometo.
Su padre sonrió —estoy seguro de que la traerás de nuevo, pero aun así existe algo que aun no logro entender — Cyrus le pregunto que era lo que le preocupaba — sigo pensando en porque motivo la buscaban tanto.
—seria porque era la compañera de el rastreador — susurro Cyrus muy seguro de su idea, pero su padre negó con el ceño fruncido.
—no, no era por eso, si hubiera sido por eso no la hubieran buscado con tanta fuerza, la hubieran buscado, de eso estoy seguro — susurro y se enderezo en la silla y miro a su hijo a los ojos —pero eso no era todo, ¿no notaste como solo Vaughan la miraba a ella? — pregunto y Cyrus comenzó a pensar — y no solo eso, siempre que nos lo encontrábamos en años anteriores parecía buscar algo o a alguien, pero dejo de buscar cuando supo que ella había despertado del crío sueño y de que estaba con nosotros.
—no lo había pensado — dijo Cyrus — ¿para que la quería a ella?
—pienso que ella tenia algo, algo que Vaughan necesitaba, algo que ni ella no nosotros sabíamos que tenia — miro el amplio mapa y siguió hablando en voz baja — ahora pienso en todo lo que perdimos, en como Vaughan siempre buscaba algo en los caídos, algo que necesita para poder lograr lo que se ha planteado durante años, tal vez sea Astrid y su condición de compañera, pero también puede ser otra cosa.
—¿Qué quieres hacer?
—por ahora no podemos hacer nada, tenemos que hacer un plan detallado, un plan que nos ayude a seguir buscándola a ella y a la misma vez buscar a Vaughan y a su rastreador, ademas estoy seguro de que si la encontramos a ella, bueno, tal vez Vaughan la tenga con él y si eso es así, si ella esta con él y la encontramos entonces también encontraremos a Vaughan.
—y si lo encontramos a él, también encontraremos su centro de operaciones — su padre asintió con un brillo en los ojos — y si encontramos el centro de operaciones entonces podremos detener todo su plan, podemos poner un fin a esta guerra — aseguro y ambos, finalmente después de años de lucha, encontraron un atisbo de esperanza a una vida calmada y tranquila, a una vida sin una guerra.
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Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.
Научная фантастикаAstrid estaba nerviosa y asustada, estaba en un helicóptero con su compañero y con el responsable de lo sucedido al mundo, a partir de ahora caminaba en una cuerda floja. Había dejado atrás la seguridad del refugio, a sus amigos y a su familia, pero...