Capítulo 23

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             ∆Por voluntad propia.∆

Astrid miraba la sangre acercarse a sus manos, sentía la tibieza y su espesor, pero aun así se sentía con demasiado frío, Vaughan seguía detrás de ella esperando una respuesta, la necesitaba y haría lo necesario para obtenerla, matar nunca había sido un problema para él y si tenia que matar a todos a su alrededor para lograr su cometido eso es lo que haría, se inclina hacia ella y le habla al oído, manipulándola.

—tú tienes el poder de detener todo esto, Astrid — puso su mano sobre su cabeza, la sintió tensarse bajo su toque — solo una palabra y detendré todo.

—pero también lo destruirás todo, ¿no es cierto? — lo mira por sobre su hombro — si te doy la palabra que quieres acabaras con todo.

—prometo mantenerte con vida, a ti y a tu familia — la toma de las mejillas y la obliga a mirarlo — les permitiré vivir aquí, a ti, a tu padre y a tu hermano.

—no es suficiente, eso nunca será suficiente — se alejo de su toque y se puso de pie, Vaughan la imito — en algún momento vas a querer mas y nos mataras, así que no, Vaughan, no te daré mi chip.

El rostro de Vaughan se crispo en ira y alzo su mano, la cerro en un puño y su piel choco con el costado del rostro de Astrid, ella grito, Caleb grito, Cyrus grito, pero Vaughan permaneció impasible mientras la miraba en el suelo, se arreglo la ropa y alzo la mano, un grupo de soldados entro por una de las puertas y tomo a todos los sobrevivientes, pero Aharon fue el que tomo a Astrid, Vaughan dio un paso mas cerca y la enfrento, Astrid le sostuvo la mirada.

—matare a uno de ellos cada mañana, dejare a tu hermano al final — ella lo miro con el ceño fruncido y con el rostro enrojecido — pero si aun después de eso no me das tu chip, si para entonces no lo tengo, entonces procederé a traer a todos los sobrevivientes que se ocultan en el Refugio y matare uno a uno frente a tus ojos.

Se giro y se preparo para alejarse, pero la voz de Astrid lo detuvo — ¿y como lo harás? — se burlo — no saben en donde están.

Vaughan se rio, su sonrisa congelo a todos — en eso te equivocas, agradécele a Aharon por decírmelo — la mirada de Astrid y de todos los sobrevivientes se convirtió en terror puro, no por ellos, sino por los que habían dejado atrás — a partir de ahora, Astrid, todo va ha cambiar y la balanza se moverá en mi favor.

Se giro y finalmente se alejo con el sonido de los gritos y lamentos de los sobrevivientes a su espalda, pero los gritos no iban hacia él, iba hacia el hombre que alguna vez creyeron amigo, Astrid miro como se llevaban a todos a la zona de las celdas, su hermano fue el que mas lucho y peleo para evitar eso, pero nada podía hacer contra un grupo de soldados, Astrid se giro y miro a Aharon, la sonrisa petulante en su rostro la llevo al borde, nadie la detuvo y ella se movió con velocidad, se abalanzo sobre Aharon y lo arrojo al suelo con ella sobre él, sus puños se movieron contra él con rapidez y fuerza, gritaba con cada golpe que daba, pero Aharon no podía defenderse, Astrid se encargaba de no darle tiempo para hacerlo, ella se detuvo solo hasta que Caleb la sujeto y la alejo del cuerpo de Aharon.

—¡¿Qué fue lo que hiciste?! — grito entre los brazos de Caleb mientras miraba ha Aharon levantarse con golpes y sangre en su rostro — ¡los has matado ha todos!

—no ha todos — se limpio la sangre de el labio y una sonrisa se formo en sus labios — cuando todo acabe yo seguiré con vida — extendió los brazos y se burlo una vez mas.

Intento lanzarse de nuevo sobre él, pero Caleb se lo impidió y Aharon corrió y salió por otra puerta, Astrid lucho y lucho, grito hasta que la garganta le dolió, pero aun así Caleb no la soltó, en cambio la sujeto con mas fuerza y camino con ella entre sus brazos hasta que llego a su habitación y se encerró en esta con ella, solo entonces Astrid pudo calmarse y tomar aire, las lagrimas se agolparon en sus ojos y miro a Caleb frente a ella.

—los envió a la tumba, Eloise, mi padre, Iris y Grigory, los mataran a todos — y las lagrimas corrieron por sus mejillas, se inclino y escondió su rostro entre sus manos, Caleb sintió su dolor y quizo tomarlo y alejarlo de ella.

—Astrid — pero ella pareció no escucharlo, dio un paso mas cerca y la sujeto de los brazos — lo lamento, quisiera poder ayudarte.

Ella alzo la mirada y lo miro con el dolor de su corazón — inténtalo, ayúdame, podemos hacer algo para evitarlo, ¿no es cierto? — ahora fue ella la que lo sujeto de la tela de su camiseta, Caleb sintió su desesperación debajo de su propia piel — cualquier cosa, haré cualquier cosa para mantenerlos a salvo, pero por favor, ayúdame.

Caleb la miro y sintió su dolor, por momentos ideas pasaban por su cabeza, pero las descartaba de inmediato, si quería ayudarla necesitaba algo que en verdad sirviera, algo que distrajera a Vaughan lo suficiente como para que no les prestara atención a ellos y a lo que estuvieran haciendo, fue con esa idea que un plan se formo en su cabeza, claro que lo que seria carnada no le gustaba para nada, pero eso era lo mejor que tenían, la alzo y la miro a los ojos, limpio las lagrimas de sus mejillas y la hizo poner atención.

—creo que tengo un plan, Astrid, pero no estoy del todo  seguro — ella lo miro con esperanza — tú puedes salir lastimada y eso es lo ultimo que deseo.

—no importa — negó con vehemencia — si con lo que yo haga puedo salvar a mi hermano, a mi padre y a muchos mas, entonces lo haré, solo dime que hacer, solo dímelo.

Pero antes de que pudiera habría la boca y contarle lo descabellado de su plan, antes de decir la mas pequeña de las palabras, antes de que cualquier sonido saliera de su boca, lo único que pudo hacer antes que nada fue inclinarse y besarla, ella se sorprendió, pero no se alejo, el revoloteo en su estomago se hizo presente y dejo que la besara a su antojo, la sostuvo de la parte trasera de su cuello y ella lo sujeta de sus costillas, se besaron por minutos, se aprendieron los labios del otro de memoria, memorizaron las curvas de sus lenguas y solo cuando el aire desapareció al completo de sus pulmones fue cuando se separaron.

—Caleb, ¿Por qué me besas ahora? — ella le pregunto en un susurro, pero el solo paso las puntas de sus dedos por los bordes de sus labios y por la piel de sus párpados.

—por si acaso — fue todo lo que dijo.

—no entiendo — su ceño se frunció, Caleb le dio otro beso, este mas pequeño y casto que los anteriores.

—lo entenderás después — ella negó, pero Caleb no la dejo hablar — para ayudar a tu familia, para ayudarlos a salir de el Nido a ellos, y para evitar que Vaughan vaya tras los otros sobrevivientes, necesita hacer algo antes.

—¿Qué cosa?

—necesitas ofrecerle tu chip por voluntad propia — memorizo su rostro una ultima vez — yo me encargare del resto.

Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora