Capítulo 8

35 8 0
                                    


               ∆Su primer toque.∆

Astrid se levanto esa mañana finalmente en la cama de su habitación, la noche anterior fue la primera que ella había aceptado dormir en la cama y fue la mejor decisión de su vida, descanso toda la noche y nada la molesto, durmió tranquila y en calma, ella se lavo en el baño y se cambio por un vestido sencillo de color negro, tenis y un suéter gris, en cuanto hubo sujetado su cabello en una coleta alta escucho que la puerta de su piso sonaba, ella camino hasta la pantalla y miro como su compañero estaba de pie al otro lado, apretó el botón verde y la puerta se abrió con un susurro, su compañero dio un paso adentro y la miro con detenimiento.

—tengo algo que enseñarte — dijo y ella por un instante se preocupo.

—¿Qué hay de Vaughan? — pregunto y ella logro ver una ligera sonrisa en los labios de él.

—él no esta en el Nido hoy, estamos solos, así que pensé que te gustaría conocer un poco mas y ver lo que tenemos aquí — ella asintió y la sonrisa en los labios de él creció un poco mas — entonces sígueme.

Él salió y ella lo siguió, ambos bajaron las escaleras y salieron de la Torre, ella iba un paso detrás de él, observando todo a su alrededor, sabia que tenia que aprovechar esa oportunidad para conocer el Nido un poco mas y aunque sentía que estaba engañando a su compañero, ella miro a su alrededor he intento aprender los pasillos y vueltas que lograba ver, finalmente y después de girar en un ultimo pasillo ella logro ver que al final había unas grandes puertas dobles de cristal, antes de que llegaran logro ver el otro lado, vio algo verde y rojo y un poco de neblina, cuando llegaron delante su compañero la detuvo por un instante antes de que entraran.

—se que debes extrañar lo que era el exterior, al menos antes de que te sumieras en el crío sueño — le dijo en un susurro y ella sintió un revoloteo en el estomago — así qué supuse que te gustaría ver un poco de lo que era.

Con eso abrió la puerta con un código y la dejo pasar primero, ella dio un par de pasos y cuando pudo ver a su alrededor con claridad sintió que algo dentro de ella volvía a la vida, a todo su alrededor estaba lleno de plantas y flores de diversos colores, rosas, girasoles, helechos y arbustos con pequeñas flores en ellos y a lo lejos se alzaba por sobre todo un enorme árbol, Caleb miro a Astrid a su espalda, cerro la puerta y la sello, sonrió al ver como ella miraba a su alrededor con emoción, sabia que ella había estado asustada y sola la mayor parte del tiempo desde que llego a el Nido, su hermana la acompañaba algunas veces, pero incluso ella tenia cosas que hacer, y él pasaba demasiado tiempo fuera de el Nido como para verla a diario, así que la noche anterior, y después de saber que Vaughan había salido y que no volvería hasta la mañana siguiente, llego a la conclusión de que tenia que hacer algo para subirle el animo, así que por ese motivo la había llevado al jardín.

—es increíble — la escucho y entonces salió de sus pensamientos para verla de nuevo — no tenia idea de cuanto tiempo llevaba queriendo ver algo vivo y con color — susurro y se giro a mirarlo, dio un par de pasos mas cerca de él y lo miro con un increíble brillo en los ojos — gracias por permitirme verlo, Caleb — le agradeció y sonrió, entonces se giro y comenzó a caminar mas adentro.

Caleb sintió que algo revoloteaba dentro de su pecho y de su estomago y de sus manos, todo dentro de él estaba brincando y calentándose, una parte de él se calento mas y sintió su corazón latir con velocidad, sabia que una parte de ese sentimiento no era de él, una gran parte del sentimiento de felicidad y regocijo que sentía era de Astrid, se alegro al ver que había echo lo correcto al llevarla y entonces, por primera vez desde que estaba en manos de Vaughan, sonrió de verdad y lo hizo todo por ella.

Siguió los pasos de Astrid mientras ella caminaba entre los pasillos llenos de flores y de arbustos, Astrid finalmente llego hasta el centro de el jardín y ella podía ver un gran árbol justo en medio de todo, su tronco era grueso y sus ramas eran amplias y casi llegaba hasta la zona mas alta del cuarto, ella camino y se detuvo justo frente a el ancho tronco, justo debajo de esta había una placa de metal y llevaba escrito algo, ella se inclino ante la atenta mirada de Caleb y leyó en silencio.

—que la historia no se repita y que sucedan cosas mejores — algo dentro de ella se sintió incomodo, se enderezo y miro a Caleb a los ojos — ¿a que se refiere? — pregunto y Caleb camino hasta que se detuvo a su lado.

—Vaughan lo planto aquí después de que lanzo su primer ataque contra los humanos, era una burla, los humanos no sobrevivieron mucho después de eso, pero aun así los siguió buscando, no quería que quedara nada de ellos.

—pero aun así quiere a las parejas, ¿no es cierto? — pregunto.

—es cierto, pero ni siquiera yo se para que las quiere — miro un instante por sobre su hombro y cuando estuvo seguro que nadie estaba con ellos se giro de nuevo — por eso necesito que hagas algo por mi.

—¿Qué necesitas?

—supe que encontraste los mapas de el Nido — ella trago saliva y Caleb se rio al ver sus nervios — no te preocupes, no te molestare por eso, al contrario, estoy seguro de que gracias a eso lograrás ayudarme en lo que tengo planeado, en lo que llevo planeando durante años — esto ultimo lo susurro y Astrid apenas pudo escuchar lo que decía — necesito que te infiltres en la sala de los archivos de la Torre norte — Astrid parpadeo con rapidez al escucharlo.

—¿acaso estas loco? — pregunto ella con la voz en un chillido — tengo los mapas, claro que si — aseguro en un susurro y se estremeció al recordar lo que había pasado después — pero aun cuando los tenga no estoy segura de que túneles tomar, no sabría hacía donde ir, me perdería.

—¿túneles? — Caleb pregunto y de inmediato entendió a lo que se refería — ¿estabas pensando en aventurarte en los túneles de ventilación? — le pregunto con las cejas alzadas y con las manos en los bolsillos, ella asintió con la mirada vacilante y Caleb de inmediato sintió orgullo al ver de lo que su compañera podría ser capaz — nunca pensé que fueras tan valiente como para pensar en algo como eso — le susurro con una ligera sonrisa en los labios.

—era eso o caminar por los pasillos y arriesgarme a que alguien me viera — susurro y se giro de regreso al árbol — supuse que no existía otra mejor opción.

—¿y que exactamente querías ver?

—encontré en el mapa un cuarto que decía “laboratorio”, pensé que cuando saliera lo que fuera que estuviera adentro seria de ayuda — se alzo de hombros y Caleb asintió — ¿Qué necesitarías que obtenga de los archivos? — esa pregunta lo hizo tensarse y la miro con renovada seriedad.

—no puedo decírtelo, pero estoy seguro que cuando lo encuentres sabrás lo que es — le dijo y ella asintió con aun mas preguntas en su cabeza — ¿que te parece si seguimos caminando por los jardines? — pregunto intentando que ella volviera a sentir la misma felicidad que sintió cuando llegaron al jardín — tal vez podamos encontrar otro tipo de flores.

Ella asintió y ambos tomaron otro pasillo, caminaron por varios pasillos, vieron mas flores y demasiados colores, ella reconoció algunas de sus flores favoritas y él logró sonreír al ver el brillo en los ojos de ella, finalmente tomaron un ultimo pasillo que no tenia salida, en cambio al final del pasillo, y justo delante de una gran pared de enredadera, se encontraba una banca de color negro, ella se quedo de pie justo al inicio del pasillo, en cambio Caleb camino y se sentó en la banca, se inclino y coloco sus codos sobre sus rodillas, entrelazo sus manos y la miro.

—¿quieres sentarte conmigo? — su voz se había vuelto ronca y Astrid solo pudo asentir, ella camino con nervios y se sentó a un lado de su compañero, había un palmo de separación entre ambos, pero aun así sentían que había una gran separación entre ellos, ella cruzo los dedos entre ellos y miro a su alrededor, el lugar estaba solitario ademas de ellos dos, corría una ligera corriente de aire y no se escuchaba ningún sonido — algunas noches no puedo dormir — comenzó ha hablar y Astrid se giro a mirarlo, él miro al suelo — así que vengo aquí y me quedo en silencio, me gusta la calma de este lugar — se giro y la vio a los ojos, se enderezo en su lugar — pero ahora me gusta mas, me gusta mas porque tú estas conmigo — Astrid sintió sus mejillas calientes — nunca pensé que mi compañera seria alguien como tú, siempre creí que ella, o yo, moriríamos antes de conocernos, después de todo en estos tiempos eso es muy probable, pero cuando te vi por primera vez en ese campo lleno de nieve y rodeada de los humanos de la resistencia, de inmediato supe que mi vida acababa de cambiar en solo un segundo, desde entonces busque la forma de encontrarte, quería verte, quería saber como eras y que te gustaba, durante el tiempo que no te veía me concentraba y te sentía, podía sentir tu miedo y tu dolor, sentí cuando te lastimaron — su voz cambio y ella supo que se refería a cuando intentaron obtener su chip — y ahora puedo sentir como me buscas, cómo estás sola y desesperada, pero quiero cambiar eso, quiero que mientras estes conmigo te sientas feliz, completa… amada — la ultima palabra la susurro y Astrid se giro para enfrentarlo cara a cara — quiero que te sientas amada día y noche — él también se giro y sus rodillas se rozaron — quiero que sepas que no importa la forma en la que me comporte, que no importa lo frío que pueda llegar a ser, eso no cambia en nada lo que comienzo a sentir por ti.

—yo también siento algo por ti, pero aun no estoy segura de que es — ella le dijo de forma sincera, sentía algo por él, pero algo le decía que no podía llegar a ser algo demasiado grande como amor.

—esta bien, no tienes que preocuparte por eso, mientras uno de los dos quiera al otro, estaremos bien — la miro a los ojos y su mirada bajo un segundo después hacia sus labios, ella paso saliva al ver lo que mirar con fuerza y brillo en los ojos, los latidos de ambos aceleraron — ¿puedo besarte? — le pregunto en un tono de voz no propio de él y ella asintió.

Él alzo su mano y la tomo de la parte trasera de su cuello, paso sus dedos con suavidad por su piel y la respiración de Astrid se atoro en su garganta, la mano en su cuello ejerció un poco de presión y la llevo hacía adelante, alzo una de sus manos y la dejo sobre la pierna de su compañero, disfruto del calor bajo su palma y miro a su compañero a los ojos, ninguno de los dos había besado a alguien en el pasado, sus vidas no se los había permitido y finalmente obtendrían su primer beso de labios de su compañero.

Un empujón mas y una ultima respiración fue lo ultimo que ocurrió entre ellos antes de que sus labios se encontraran, se besaron en el jardín, solos y con calma, sin el miedo de que Vaughan o alguien mas los viera, sintieron el calor del otro y el sabor de sus labios, sus lenguas se buscaron con calma y sin apresurarse, ese era su primer beso, su primer toque real como compañeros y era mejor de lo que algunas vez pudieron pensar.

Compañeros. Libro 2. En Tierras Enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora