𝑬𝒍 𝑹𝒆𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐 (𝑀𝑒𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟)

I : El final era un principio camuflado

1 Mes desde la muerte de Arthur

Merlín se levantaba de su cama, pues los primeros rayos de luz empezaban a iluminar la habitación. Al vestirse hizo lo mismo que había hecho desde la muerte de Arthur, se puso camisa y pañuelo de azul oscuro y pantalones y chaquetilla negra. No hacia un luto como tal, pero si que había creado una rutina. El lunes y martes iba al lago a dejar flores y a meditar; de miércoles a viernes ayudaba a gaius y los sábados y domingos ayudaba a Gwen con el reino. Hoy se dirigía al castillo a hablar con la Reina, pues ella le había pedido que fuera a la sala del trono directamente y sin preguntas, haciendo que la curiosidad llegara al azabache.

Al entrar en la sala, pudo ver a Sir.Leon al lado de la morena, ellos habían empezado a hablar y a contarse anécdotas de Arthur desde su partida.

Mer - Gwen, me has citado?

Gwen - Si Merlin, llevo tiempo con ideas rondando mi cabeza y por fin las hare realidad.

Merlín simplemente le dió una sonrisa y siguió escuchando a la reina.

Gwen - Tu me ayudaste a demostrar que la magia no es mala, marcando una nueva era para camelot, pero ahora hay puestos que necesito que alguien con magia y de confianza los ocupe y solo he pensado en tí.

Mer - Que puestos?

Gwen - Tu eres Emrys, como me contaste, los magos te toman más enserio que a nada, por lo que te quiero hacer Ministro de Magia.

Mer - Ministr...MINISTRO!? Pero...

Gwen - Tu te encargarías de las leyes y los juicios de magia, además de estar en la mesa redonda opinando sobre el avance del reino.

Mer - Pero...No se si estoy listo como para una responsabilidad así.

Gwen - Vamos Merlín! sin tí, muchas personas más hubieran muerto en las guerras.

Merlín lo pensó y acabó aceptando el cargo, que venía consigo una habitación en el castillo cercana a la de la reina y mucho más grande que el cuartucho que tenía con Gaius. Su sueldo también subió, aunque se había opuesto firmemente, se ve que tenía que aceptarlo o nadie le consideraría Ministro... Que tonterías más grandes!

9 meses desde la muerte de arthur

Las cosas habían cambiado bastante estos meses, sobre todo la actitud de Merlín.
El muchacho triste con aura deprimente había recuperado la mitad de la vitalidad de antes, además, aún ser ministro se escapaba del castillo y hablaba con el pueblo. Este, encantado con su ministro, siempre le recibía y los niños iban corriendo para pedirle que le cuente historias de él y Arthur.
Su vestimenta también cambió, pues tenía que ir con ropa un poco más elegante...
Ahora las camisas de color se habían quedado atrás para dejar paso a las blancas y alguna vez azules zafiro, llevaba una especie de chaleco negro que se ajustaba a su cintura y le resaltaba las curvas, unos pantalones negros hechos con material un poco más caro y unos zapatos hechos a su medida que le encargó Gwen como regalo por su ascenso. El Merlin torpe y tímido se convirtió en un chico grácil y sin temor a hablar en publico, todo gracias a la ayuda de sus amigos. Sobretodo Sir.Leon, que le ayudó a practicar la postura al andar y los tonos de voz que usar según la persona.

Otra cosa que cabe destacar, es que los magos estaban encantados con él, los juicios eran totalmente justos y nadie se podía quejar de su trabajo. La mayoría de casos acababan en celdas o servicios comunitarios, al menos que pusieran la vida de alguien en juego a propósito, en tal caso serían decapitados, pero no se haría un espectáculo como antes.

2 años desde la muerte de arthur

Merlín se encontraba en el lago, triste por no ver a su amigo levantarse de aquellas aguas, con cada vez menos esperanzas de ver a su compañero volver a la vida. Desde que tiene el puesto de ministro solo puede ir una vez al mes, por lo que ese momento lo dedicaba solo a llorar, a llorar con las últimas palabras dichas ese día