𝑬𝒍 𝑹𝒆𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐 (𝑀𝑒𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟)

( Maratón 3/7 ) XI : Algo inesperado

En un lugar entre la vida y la muerte, un hombre vestido con el uniforme de los caballeros de Camelot se alzaba, su nombre ; Gwaine.

La muerte y la vida discutían, porque lo que estaba pasando les hacia intervenir, rompiendo su manera de actuar.

Vida - Es enserio? Vas a dejar que se rompa el equilibrio cuando sabemos sus consecuencias?

Muerte - Que propones? 

Vida - Resucítale, él es Sir.Gwaine, la fuerza que completa el trío.

Muerte - Pero...

Vida - Sabes que Morgana adelantó su muerte, su caída no estaba prevista hasta dentro de un tiempo.

Muerte - Sí, me alteró los números, pero no deberíamos intervenir, no es correcto.

Vida - Sabes que esa sacerdotisa quiere romper el velo otra vez, quiere a sus guerreros,  quiere quitarte autoridad.

Eso tocó una fibra sensible de ese ser que custodiaba a las almas, era la primera vez que le iba a dar la razón a la vida, aquel ser brillante y amarillo.

Muerte - Bien, pero no quiero más resucitaciones, entendido?

Vida asintió, pero en su espalda cruzaba los dedos, sabiendo que en algun momento le tocará romper esa promesa. Ambos seres empezaron a brillar, justo en el punto más álgido, el caballero se despertó. 

...

Merlín estaba ayudando a Gaius, ahora ya tenía un gran conocimiento, aunque aún no era tan grande como el de su profesor. Cuando sintió ese tirón tan familiar, pero esta vez no se desmayó, pues el ser que se había despertado carecía de magia. Una presencia acogedora, eso era lo que sentía... 

Mer - Gaius, necesito ir al lago, hay un asunto que necesito confirmar.  

El galeno sabía que tenía que ser importante, pues Merlín era muy atento en cuanto a sus responsabilidades, por lo que asintió y le deseó suerte.

Gaius - Espero que vuelva con buenas noticias. 

Mer - Tranquilo, creo que es bueno...

El mago salió corriendo, pues primero tenía que ir a sus aposentos a por ropa y a ser posible un par de manzanas o algo para comer, luego a por el caballo y que los niños no le paren por el camino. Lo que no se acordó era de que había un rey que últimamente le tomaba mucha atención, además, no era muy discreto ir corriendo y diciendo " Tengo que darme prisa" por los pasillos. 

Arthur se cruzó con él, parando de golpe.

Art - Merlín, a donde vas?

Mer - Necesito ir al lago, siento que hay algo importante por lo que...

Art - Te acompaño y no es discutible, hay peligro en cada esquina.

Merlín levantó una ceja, el rubio tenía que acordarse, que él fue quién le llevó cuando estaba convaleciente. Pero no tenía tiempo para discutir y por mala suerte, Arthur era un cabezota de primera.

Mer - Sígueme, hay que ir a por comida y luego prepara tus cosas, estimo que tardaremos dos días en ida y vuelta . 

Art - Desde cuando tú das las ordenes?

Mer - De quién son los planes?

Ambos se miraron, retando al otro, esperando que se agachara el contrario. Por sorpresa de ambos, fue el rey quién acabó aceptando, con mirada de fastidio siguió al azabache. 

Mer - Por fin, pensé que nos harías estar parados más tiempo, si mi suposición es correcta tenemos que llegar antes que Morgana. 

Después de alistarse, cogieron los caballos y salieron nada más pudieron, cabalgando a alta velocidad para llegar antes.