𝑬𝒍 𝑹𝒆𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐 (𝑀𝑒𝑟𝑡ℎ𝑢𝑟)

XX : 27 de Octubre

Merlin se encontraba esperando a Arthur, pues habían quedado en su habitación para practicar el discurso, pero el rubio aún se encontraba dirigiendo las preparaciones.

Mer - Ufffff, esperaba poder practicar pero supongo que no hay tiempo...

El mago se puso unos pantalones negros, una camisa blanca y un chaleco rojo; tenía una capa de color vino con un broche decorado con el escudo de Camelot, el atuendo perfecto.

Al no haber señales del rey, decidió ir a ver a Morgana, ella llevaba un vestido de color esmeralda y llevaba el pelo atado en un moño alto.

Mor - Pensé que estarías con Arthur.

Mer - Él está ocupado, por eso he venido a ver que tal estás.

Mor - Un poco nerviosa, que pasa si la reina no acepta el tratado por mi?

Mer - Entonces será un reina estúpida, cualquiera que te ve sabe que has cambiado.

Morgana abrazo a Merlín, él era como un lago, siempre en calma. Esa forma de ser era única, era capaz de tranquilizar a cualquiera con solo unas palabras y un poco de afecto.

Mor - Merlin, no cambies nunca.

Mer - Tranquila, en eso soy experto.

Ambos rieron, sabiendo que el mago siempre mantenía su esencia, pues nunca se doblegó por un título o problemas personales.

Mer - Serà mejor que vayamos hacia la entrada, no falta mucho para que lleguen los invitados.

Mor - Por supuesto.

La sacerdotisa iba delante, marcando con su paso firme el camino hacia su destino, mientras el pelinegro simplemente caminaba con elegancia.

Al llegar a la puerta, pudieron ver a Gwen y León cogidos de la mano, algo que ya era usual. Por otro lado, Arthur estaba en las escaleras de la entrada, dando golpecitos al suelo con el pié.

Mer - Hey! Pensé que habíamos quedado.

Art - L-la reina ha adelantado su visita, ya debe estar por llegar y aún faltan cosas que preparar en la sala donde hablaremos.

Mer - Relájate, conseguiremos un poco de tiempo, mientras, mandaré a Morgana a que ayude con su magia.

Art - S-sí, eso es una buena opción.

El mago fue a explicarle a Morgana su plan y ella mostró entusiasmo por seguirlo.

Mor - Por supuesto! Siempre he querido ayudar a montar algo así.

Mie tras la bruja desaparecía en el castillo, un trote de caballos alertaban de la llegada de la reina. Esta era bella, sus ojos eran de un color amarillo ámbar que relucía, su cabello era de un color chocolate con destellos dorados y su boca de un rojo cereza tentador.

Art - Reina Elisabet de Crisanova, es un placer darle la bienvenida a Camelot, yo soy Arthur Pendragon, Rey de este lugar.

Eli - Es un placer conocerle Arthur Pendragon, ahora, me gustaría pasar a dentro a hablar de el tratado.

Art - Nada me complacería más que eso, pero primero quiero presentarle al ministro de Magia y Hechicería Merlín.

Eli - Ministro?

Art - En Camelot la magia está permitida siempre que sea con uso responsable, de eso se encarga él, de mantener la balanza.

Eli - Por lo que sé, la màgia és peligrosa y su padre fue quién la prohibió.

Art - Mi padre, que en paz descanse, fue incapaz de ver que la magia es como una espada, es mejor enseñar los valores y a usarla que prohibirla.

Eli - Y quién és Merlin?