Operación de Bandera Falsa

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Para la difamación y desprestigio del enemigo, se usaron a los medios como elemento táctico para generar alarmismo en la población.

Destacándose la estrategia de tensión con continuas campañas publicitarias televisivas que mostraban a niños jugando en los prados de Polaris para pasar a continuación a un yermo frío cubierto de cadáveres causado por un ataque terrorista. Pancartas de propaganda nacionalista e imágenes en los periódicos de dos niños sosteniendo margaritas mirando de frente y de fondo la imagen del ejército imperial protegiéndolos de la diabólica Rubins y sus esbirros, eran por lejos la cultura del miedo.

 Pancartas de propaganda nacionalista e imágenes en los periódicos de dos niños sosteniendo margaritas mirando de frente y de fondo la imagen del ejército imperial protegiéndolos de la diabólica Rubins y sus esbirros, eran por lejos la cultura del...

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El bombardeo audiovisual era continuo mientras que el radial se volcaba a compartir durante las pausas, audios de gente disfrutando una fiesta acompañado de disparos para acabar con la frase "Proteger no es un juego. Apoye a su nación. Semper fidelis, semper paratus, Imperium Aeternum". El efecto de convencimiento fue inmediato y el repudio racista a quien se negaba a reconocer al imperio quedaba impregnado en las mentes de los polarianos.

Los noticiarios fueron el siguiente eslabón en la estratagema de lavado cerebral. Lo que inició como los comentarios de avances en la guerra, se fueron transformando lentamente en algo tan siniestro como escalofriante.

Habían empezado con el anuncio de algunos soldados que cayeron a causa de una extraña enfermedad al momento de pisar tierra enemiga y que fue matándolos al cabo de una semana cundiendo el pánico. La alerta se expandió al igual que la enfermedad del ántrax, hasta las fronteras imperiales llegando a la capital a una velocidad atroz.

Cuando se anunció que el joven ministro Kiddo cayó víctima de la enfermedad, el caos se propagó para que pronto, los hospitales fueran reduciendo su capacidad de atención y las atestadas guardias médicas entraran en código rojo por los miles de enfermos que decían tener síntomas, siendo solo presas del pánico y la histeria colectiva que impedían la atención a los infectados reales.

Náuseas, vómitos, diarreas, fiebres y la mortal meningitis fueron síntomas que vista en los jóvenes y niños, volvió aún más iracunda a la población en menos de una semana de darse el anuncio oficial de que el ataque, había llegado a Polaris de mano de Zondek. Las marchas contra el ministerio de salud y el gobierno por una respuesta; se dieron en violentas manifestaciones y actos de rebeldía permitidas por el Green Palace que yacía impasible aguardando.

Y como si de un milagro se tratáse, se notificó que tanto el ministro Kiddo y toda su gente sobrevivió luego de ser vacunados y tratados a tiempo. La campaña sanitaria abrió sus puertas para inculcar a la ciudadanía a concurrir a los vacunatorios establecidos en lugares designados con el fin de salvarlos de lo que para ese momento se comenzó a llamar el "Virus de Zondek".

 La campaña sanitaria abrió sus puertas para inculcar a la ciudadanía a concurrir a los vacunatorios establecidos en lugares designados con el fin de salvarlos de lo que para ese momento se comenzó a llamar el "Virus de Zondek"

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Dulce DomingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora