Sunday Pontiac despertó una noche y terminó por entender su situación.
-Voy a hacer lo que se me canta-
Y con eso dicho comenzó un plan de salvataje y venganza.
-Milady recapacite, si hace eso será tratada de loca-
-Tienen razón, así que mejor...t...
Antonio Inster había escapado del palacio bajo la tormenta pero al pisar su ducado, quedó impactado.
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De su mansión, solo quedaron los cimientos pues fue reducido a cenizas después que el pueblo se rebeló para borrarlos de sus vidas.
Escondiéndose como rata, buscó a sus aliados para costearse el viaje al templo de Liam e informarse de las novedades. Se enteró que de sus nietos en el extranjero, Paul estaba cuidando a Lucia Donovan. Que la estúpida de Carlota había escapado luego de robarle a la emperatriz dejando a Derek en prisión y que el emperador, le cobraría ese pecado a los Rubins.
Su ira no conocía el límite y Antonio fue directo al templo. Al llegar, sus afiliados lo refugiaron como un monje. Pero al ver rostros familiares, no dudó en denunciarlos.
-Abad, hay que atrapar a los infiltrados.- asintiendo, planeaban vengarse de Freyr y compañía.
** Excento de toda legislación, el Aserradero era la tierra sin ley más próspera para llevar a cabo todo tipo de vejaciones inauditas a sus troncos para transformarlos en los muebles más excelsos como extraordinarios.
Cuando Carlota apenas llevaba tres días allí, el anhelo de la muerte en cada tortura, era una vaga esperanza sobre su cobardía de suicidarse.
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Siendo rapada para recibir electrochoques y demás estudios, acabó como una muñeca de pruebas reciclable. Renzo no permitiría que su nuevo juguete fuera deshechado tan rápido, por lo que mejoró sus técnicas.
Romper su mente era el objetivo por lo que se dispuso a pasearla entre laboratorios. Fue al cuarto día que la abandonó en el área de ebanistería para llevar a cabo el proceso de tallado y torneado. Marcada como "Ébano", fue separada entre otros reclusos denominados como Caoba, Roble, Ciprés, Nogal, Olivo, entre otros según su calidad.
Creyendo erróneamente que el trato de Renzo era abusivo, lo que experimentaría a continuación le haría ver al muchacho como un santo. Durante una semana, sería la cobaya más duradera que los carpinteros recibirían y eso solo era la punta del iceberg.
Iniciando sus días, la forzaban a ahogarse en bañeras de agua helada para seguir con golpes y humillaciones mientras permanecía encadenada a una pared donde la manguereaban con una presión de agua de entre 17 a 20 kg/cm² para impedirle desmayarse.
