Flor Roja

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Corriendo por diferentes pasillos, de la mano de un sicario, huyendo de los policías, dejando atrás un montón de cadáveres, una escena rojo carmesí con un olor metálico insoportable y una familia amarrada en un cuarto.

Paola.

Ella se había quedado esperando a Mai en el departamento, si ella se tardaba Paola se preocuparía mucho y tal vez le diría a la señora D'Ivoire y Mai  no quería eso.

Mai frena en seco en una de las curvas que dieron — Umm – el joven que aún la tenía de la mano la mira confundido – Tengo que irme... No puedo darte más información – hace una pausa pensando - quiero saber más de su clan, pero ahora no será, me puedes decir una dirección, fecha y hora para vernos y ahí estaré.

El joven dudó un poco.

— Bien, ¿cuando puedes? – le pregunta el enmascarado.

– Ella asimila esto como una película — Ummm no lo se, pero tampoco soy tan tonta como para darte mi número de teléfono ¿te sirve la próxima semana? Después de la 1 de la tarde.

— ¿Donde? – el joven chico parece emocionado por el encuentro.

— En una plaza cerca del Colegio Barcelona, ¿sabes donde es?.

— Por supuesto, señorita – hace una reverencia burlona – entonces, nos vemos ahí.

— Ok, adiós – ella se da la vuelta para irse pero nota algo – Sueltame.

— Y ¿si no quiero? – su mirada se vuelve divertida – ¿Que harás?.

— Si no me sueltas te dispararé aquí mismo, y morirás en cuestión de segundos, como tus compañeros – dice sarcásticamente – No quieres eso ¿verdad?.

— Umm buen punto – se acerca a la cara de Mai dejando tan solo unos centímetros y la mira directamente a los ojos – Pero se que no me matarás, tu tienes un trato conmigo y no creo que lo rompas – entre cierra los ojos.

— No lo haré, por ahora, un trato es un trato y yo se cumplir mi palabra – hace una pequeña pausa – pero si no me sueltas ahora mismo – pone el arma en un costado del estómago del chico – juro que no me importará en lo más mínimo lo que te acabo de decir, y te mato aquí mismo.

– El joven se ríe y el desafío se nota en sus ojos como una lumbrera en un mar azul — Ok, señorita, que carácter, me agrada. Pero ya me tengo que ir si no quiero terminar en la cárcel y perderme nuestra cita.

– Mai lo mira incrédula y un tanto molesta — No es una cita, no te equivoques.

– El joven la mira y sonríe divertido —Si, si lo que tu digas Flor Roja.

— ¿Flor Roja? ¿De donde sacas eso? ¿No era mi alías La Reina de Hielo? – sus cejas casi chocan mostrando confusión ante las palabras dichas por Carlos.

— Si, pero tu misma lo dijiste, era. Algún día te lo explicaré, pero eso eres, una Flor Roja.

— Ujum – se siguen viendo directamente a los ojos en silencio como tratando de descifrar al otro y Mai interrumpe el momento levantando su mano entrelazada con la de Carlos – Por fin, ¿me vas a soltar por las buenas o por las malas?.

– El hace una sonrisa torcida y libera la mano de Mai lentamente — Adiós Flor Roja – dice mientras se va alejando a gran velocidad de ella.

Mai solo hace una mueca de 'está loco' y masculla entre dientes.

— Cobarde.

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Mai va llegando al departamento cuando ve a Paola sentada en posición fetal llorando al lado de la puerta.

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