Coraline Carrier.
Ya han pasado varios días desde la plática con el profesor de matemáticas, todavía no supero la cara de Tyler cuando el profesor estaba explicando todo detalle a detalle.
Hace un par de días me quitaron el yeso, por fin puedo mover el pie con normalidad.
Ya no pareceré un cyborg, lo peor es que mi padre se dió cuenta de que tenía un yeso tres días antes de que me lo quitaran. A veces nuestros padres nos decepcionan, pero no tenemos derecho a decir nada, “porque somos unos niños” y “cuando seamos grandes lo entenderemos” o la vieja confiable “es una falta de respeto”. Es parte de la vida acostumbrarse a ese tipo de frases.
Entiendo perfectamente que el trabajo es necesario para llevar alimentos y cubrir los demás gastos en casa, pero si se iban a dedicar a lleno a su trabajo, mejor no tengan hijos.
Las personas deberían de entender de una buena vez que tener hijos les cambia la vida, no sólo por unos años, es para toda la vida.
Pero no todas las personas entienden eso.
Y peor aún, algunas lo entienden, pero no lo practican.
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Vengo hablando de nuevo con Mai, esto ya se ha hecho costumbre. Nos encontramos en la entrada del colegio y de ahí caminamos a los casilleros, hablamos un buen rato, luego se nos une Tyler y nos vamos corriendo a clases.
Pero hoy es diferente.
Al llegar a mi salón encuentro a alguien que no esperé ver ahí.
— ¿¡Nicole!? – decimos Mai y yo al unísono.
— ¿Quien es Nicole? – pregunta Tyler.
– Mai señala a Nicole — Ella, es... – le tapo la boca a Mai y ella hace un sonido ahogado en forma de protesta.
— Es una chica de otra clase, de hecho, de otro año. Es un año menor que nosotros Tyler – explico, dejando de lado el decir que es mi hermanastra.
— Ya veo – dice Tyler con una mueca dudosa — ¿y como la conocen Mai y tu?.
— Pues, ella es – vuelvo a taparle la boca a Mai.
Al parecer Mai no entiende indirectas discretas.
— Ella es una amiga mía, por alguna extraña razón la conocí hace poco y pues ella vive cerca de mi casa.
— Ah ok entiendo – Tyler mantiene sus ojos entrecerrados.
Ya hasta parece detective.
Un Mr. Bean.
— ¿Y por qué le tapas la boca a Mai cada que va a decir algo? – por lo visto Tyler no está decidido a dejar las cosas así.
— Pues... Yo quiero explicarte todo, ya que yo conocí primero a Nicole.
Mai me mira como el meme de la marioneta del monito.
Yo solo me puedo reír por las comparaciones que hago.
— Voy a saludar a Nicole – dice Mai.
— Yo te acompaño – Tyler se quiere meter en todo.
— Ya que ustedes van, yo también.
Nos dirigimos donde está Nicole y ella se pone un poco tensa. Es la primera vez que la veo actuando como una chica de su edad, o hasta un poco más madura, tal vez el ambiente de un salón de clase la hace ser mucho más madura de lo que lo es afuera.
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Maquillaje
Ngẫu nhiênMai era una chica que tenía una vida tranquila, querida por todo el mundo y mimada por su madre, pero lo que ella no sabía era que un día de compras como cualquier otro sería el día que cambiaría su vida drásticamente