¿Quién es su sano juicio piensa que las chicas borrachas eran fáciles de manejar?.
Pues nadie.
Pero por alguna razón luego de que dejé a Melany en su casa, Coraline y Nicole calleron profundas, y yo conducía tranquilamente hacia su casa.
O bueno, no tan tranquilamente, ya que mi conciencia parloteaba a más no poder. Y todo iba hacia una sola dirección; Heiner y el beso que nos dimos.
¿Por qué no puedo dejar de pensar en ello?.
Es una jodida tortura.
Sí, aunque no tan fuerte como la que le tienes que meter a ese político corrupto.
Cállate, este no es momento de pensar en esas cosas.
Yo sé que está mal, pero hay un político el cual me tiene de los nervios, algo me decía que no estaba bien con él.
Así que decidí investigarlo, lo sé, tal vez no debí hacerlo, pero en mi defensa mi mente no me dejaba en paz con ese tipo.
Lo mismo que te está pasando con Heiner.
Esto es diferente.
Hay algo más.
Volviendo al tema; ese político despertó mis sospechas, así que decidí investigarlo – claro está que no fue nada legal – allí descubrí sus verdaderas intenciones para entrar en la política.
Este era una marioneta de algo más grande, así que necesitaba capturarlo y someterlo una gran tortura.
Sé que no será una misión fácil, más aún porque es una figura pública, y siempre lo acompañan sus guardias.
No sería trabajo fácil, pero nada imposible para Flor Roja.
— ¿Ya llegamos? – preguntó una Nicole medio adormitada.
— Aún faltan unas calles – dije un poco seca.
Ella hizo un pequeño sonidito y se acomodó de nuevo en el asiento.
Llegamos a su casa y las dejé a ambas dentro. Por suerte sus padres ya estaban dormidos, y las acompañe hasta sus respectivas habitaciones, asegurandome que no hicieran ruido.
Salí de la casa y me encamine hacia otro rumbo, tal vez el poco alcohol que había tomado estaba surtiendo efecto o eran mis hormonas, pero al recordar a Heiner y sus ojos grises mis mejillas empezaban a sentirse calientes.
Me besó.
Aún no lo creo.
Bueno, no tanto me besó. Nos besamos y fue intenso.
Me siento tan frustrada.
Todas las palabras de Ana diciendo que ya era hora de soltar volvieron a mi.
Tal vez es hora de sanar.
Es hora de ser fuerte y seguir mi vida.
[...]
Mi respiración era agitada.
¿Cómo ese hombre se pudo desatar?.
Joder, es más inteligente de lo que pensaba.
Me escondí entre los barriles que se encontraban allí.
Él no podía haber salido, porque este almacén es difícil abrir desde adentro, incluso desde afuera, solo se puede abrir con la llave que tengo yo.
— ¡Sal de tu escondite maldita zorra! – escucho vociferar al idiota ese.
¿Qué mierda es esa?.
![](https://img.wattpad.com/cover/315055953-288-k254447.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Maquillaje
AléatoireMai era una chica que tenía una vida tranquila, querida por todo el mundo y mimada por su madre, pero lo que ella no sabía era que un día de compras como cualquier otro sería el día que cambiaría su vida drásticamente