Me terminé de maquillar y con la dignidad por el piso me regresé a la mesa donde esta noche habían ocurrido varias cosas.
Genial, esta noche ha sido maravillosa, sin dudas el mejor cumpleaños de mi vida.
Un poco triste me siento en la mesa y acuno mi cabeza entre mis brazos, de un momento a otro siento que alguien me toca el brazo y levanto mi cabeza para ver de quien se trata, y lo veo. El chico de ojos claros que me había salvado y luego burlado de mi apariencia, aunque creo que si no lo hubiese hecho, habría pasado toda la noche con la cara tan desastrosa como estaba, no soy tan narcisista para verme cada 5 minutos al espejo.
El chico me ojea tratando de ver algo en mi rostro, pero luego se encoje de hombros y empieza una conversación conmigo.
— Te ves mucho mejor - él hace una pausa - disculpa por burlarme de ti hace un momento, solo que... Cuando estoy nervioso o molesto bromeo sobre alguien - el se ruboriza levemente y yo sonrío ante su tierna disculpa.
— Ummm - con mi dedo índice en la barbilla hago como si pensara algo y él me mira a la expectativa de que iba a decir - no escucho que te estés burlando de mi ahora mismo, veo que estas bastante nervioso - lo miro desafiante y él solo aparta la mirada.
— Eh... Yo... Quiero decir - él no puede sostener su mirada sobre mi y eso me causa gracia, se ve muy lindo nervioso, eh digo, es muy nervioso, yo solo le tiro una mirada comprensiva con una sonrisa cálida que el ve he inmediatamente se sonroja y me hace reír por lo bajo.
— Tranquilo, chico tómate, no te guardo rencor por tus palabras hacía mi maquillaje del Jocker -hago una pequeña broma a la cual el también se ríe pero de una manera un poco nerviosa - es más... Diría yo que me salvaste de estar toda la noche luciendo como si fuera a una fiesta de disfraces - admito sinceramente y veo como su rostro luce aliviado y un poco rojo todavía.
— De todas formas no creo que haya sido una manera correcta para dirigirme hacia ti - él aparta un poco su rostro tratando de esconder sus mejillas rojas, y yo, simplemente me dedico a ver fascinada como este chico siendo moreno se le puede notar tanto cuando se sonroja .
— Umm si, ahora que lo dices no fue la mejor forma de hacermelo saber, pero sin dudas me pareció valiente de tu parte hablarme así... - hago una pausa y ahora que lo pienso él no me ha dicho su nombre, se supone que lo tiene en su camisa de trabajo, pero por más que he tratado de leerla no puedo, las luces opacas y cambiantes cada momento no me logro concentrar por completo - Lo siento, pero es algo que deseo preguntar - el chico asiente y esa es mi señal para soltar mi pregunta - ¿Cual es tu nombre? .
— Él ríe y yo sigo con mi pregunta al aire y hago una mueca de confusión, él me ve y su expresión cambia a una totalmente seria - Oh, lo siento, pensé que... Bueno no importa, mi nombre en Angelo Díaz.
Su expresión seria me parece atractiva pero no puedo evitar sentir pena porque ya no se podía ver el hoyuelo que se forma en su cachete derecho, a pesar de ser un joven de contextura delgada, sus mejillas son enormes, solo puedo pensar que sería muy satisfactorio pellizcar y mordisquear sus cachetes. Ok hoy no estoy muy en mis cabales que digamos, y todavía no he tomado ni el primer trago.
— Bueno, voy a traerte otra vez tu pedido, esta vez lo pago yo, por mi comentario inapropiado - y con eso termina y se va a un lugar atrás de la barra, lo que imagino y es la cocina.
Dios mío este chico es tan recto que me parece tierno, pero además de esto hay otra cosa, yo le pregunté por su nombre... Lo normal es, que tu -que apenas estas conociendo a una persona- preguntes lo mismo, o tal vez ya sabe mi nombre, no puede ser, ¿Sabe que soy la Reina Obscura?, no, yo he tratado de desligar mi nombre con el alías de la Reina Obscura, además casi nadie sabe quien es la Reina Obscura, muy pocas personas saben quien soy -entre ellos mis guardaespaldas- pero ellos no serían capaces de traicionar mi confianza, me he encargado de ser una buena jefe, además de todo eso le he dejado en claro que hago con los traidores –sonrió ante los recuerdos– ellos no serían capaz de eso. Entonces... ¿Como el sabe eso?, espera, otra vez estoy sacando conclusiones apresuradas, creo que esto de ser una de las narcotraficantes más buscadas de mi país me está jugando en contra, además como lo he dicho antes, muy pocas x saben quien soy, no estoy corriendo peligro en lo absoluto, o bueno si, pero solo con mis iguales, nada de policía, ni cuerpo militar, me refiero a otros narcos, varios si saben quien soy, y eso me puede jugar mal.
La música en el lugar resuena, hay muchas personas en la pista de baile, ya se a hecho tarde, por lo que hay más borrachos sin cerebro, algunos por despecho o desamor, como quieran llamarlo, otros por festejo, otros simplemente porque quieren y luego están los adictos al alcohol, si, también están algunos adictos al tipo de sustancias que yo manejo, pero por ahora esos me son irrelevantes, estoy concentrada en los alcoholizados bailando. Sus movimientos son demasiado torpes, incluso ví a algunos que parecían los muñecos que ponen frente algunos locales para llamar la atención de los transeúntes, no puedo evitar la sonrisa burlona formándose en mi rostro, es que no puedo no imaginarme a una de esas personas como esos muñecos –dejo salir una pequeña risita– concéntrate, me estoy saliendo de mi reflexión acerca de los borrachos, o bueno, observaciones... En fin, algunos ya están tan borrachos que se caen, y para mi, es extremadamente graciosa la escena frente a mi, porque justamente elegí la mesa frente a la pista de baile para más adelante tener esta vista tan entretenida, no me arrepiento en lo absoluto de mi elección.
Alguien cuya presencia no sentí venir en ningún momento se aclara la garganta para decir algo y yo espantada casi de un brinco doy una vuelta de 90° para verlo ahí parado, el chico de ojos miel, piel canela y labios carnosos y como el color de una sandía fresca.
— Disculpa, no fue mi intención asustarte, aquí está tu pedido, todo corre por mi cuenta, además me tome el atrevimiento de incluir un Cup Cake, aunque no lo pediste, pero consideré que era una buena forma de perderte perdón.
— ¡Dios mío! Eres incansable con esto de pedir disculpas, en toda la noche ya lo has hecho más de 3 veces –digo dramáticamente, haciendo quedar en claro que es una broma, lo último que quiero es ver como Angelo me pide disculpas por pedir disculpas, aunque sería una situación muy graciosa, pero ya con los borrachos al frente creo que tengo suficiente. Cuanto extrañaba poder socializar....
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𝓝𝓸𝓽𝓪 𝓭𝓮 𝓪𝓾𝓽𝓸𝓻𝓪
Ok, oficialmente esto se nos alargó o.o ahora no diré " dos capítulos más y termino la parte de Marllene" porque tal vez no pueda cumplirlo, lo siento no controlo mi impulso creativo, tal vez -o no- ya lo había dicho antes, mientras voy escribiendo se me van ocurriendo cosas nuevas que me parecen geniales o le dan un toque de realidad a la historia y lo escribo, todo para su disfrute <3 algunos capítulos se extienden más de lo que pensaba incluso, de hecho este se extendió algunas palabras más -aproximadamente 100 y algo- pero decidí cortar la inspiración por dos razones, son las 3:47 am y todavía no he dormido nada y para no hacer tan largo el capítulo, espero y haya sido lo mejor :"
Buenooo y como siempre... Les pido por favor me sigan acompañando en esta historia que se va a poner interesante, un beso enorme.
CHAU✨
~𝓔𝓷𝓲𝓼𝓵𝓾𝓓
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Maquillaje
AcakMai era una chica que tenía una vida tranquila, querida por todo el mundo y mimada por su madre, pero lo que ella no sabía era que un día de compras como cualquier otro sería el día que cambiaría su vida drásticamente