Maquillaje

ESPECIAL; Consecuencias

Marllene D'Ivoire 2000.

Han pasado dos años desde que dejé la casa para comenzar mi nueva vida como la Reina Obscura. Dos años en los cuales mi negocio con sustancias ilícitas fue creciendo hasta volverse por completo exitoso, ya mi alías sonaba en algunos lugares, eso me hacia en cierta forma sentir bien, pero mi conciencia no se quedaba atrás y cada que podía me reprochaba que no siguiera haciendo todo eso, yo simplemente la ignoraba, pero no negaré que al principio si estuve deprimida por toda la situación, pero reitero, la decisión de meterse drogas es de cada quien, y si compran es porque quieren, yo no los obligo para que lo hagan.

Mi madre desde hace ya tiempo me empezó a enviar cartas pidiendo perdón, diciendo que regrese a casa, que ella dejó las drogas por mi, cosa que antes no le creía, hasta que empezó a seguirla y comprobé lo que me había dicho... No puedo negar que me dió un poco de tristeza verla tan débil y cabizbaja, pero ya no puedo volver a casa, sería un grave peligro para ambas, para ella el estar conmigo es una peligro ya que la policía me está buscando, sin mencionar a mis nuevos enemigos, personas que al igual que yo están en el negocio, algunos de ellos desde hace muchos años y no han tenido la misma suerte que yo.

El éxito puede traerte cosa la buenas, pero también trae consigo enemigos que no estarán de acuerdo con tu crecimiento y tratarán de aplastarte antes de que te vuelvas excelente y no puedan alcanzarte.

Eso lo había aprendido a la fuerza, luego de que vatios sicarios-matones se colaran en mi organización y trataran de destruirme. No lo lograron pero algunos estuvieron a punto de hacerlo, debo admitir que son más inteligentes de lo que pensé. Y eso me recuerda otra cosa que aprendí.

Jamás subestimes a alguien, por más tonto que se vea puede tener detrás una mente maestras.

- Suspira dramáticamente - creo que la soledad me ha vuelto una filósofa o tal vez una paranoica, tal vez no es ninguna de las dos y me estoy haciendo ideas, pero muy en el fondo necesito interactuar con alguien, si, interactuo con mis guarda espaldas, y demás hombres a mi mando, pero no es suficiente, nunca pensé que extrañaria esas pláticas bobas de.

- ¡Hey! ¿como estás?.

- Oh, hola, bien ¿y tu?

- Todo bien. Y... ¿Que me cuentas?.

Y cosas así, pero bueno... Veré hasta donde puedo aguantar sin salir a la calle disfrazada para poder interactuar con alguien.

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1 mes, tan solo un mes aguanté sin hablar con nadie, bueno en realidad fueron dos años.

¡Dios mío! Como odio ponerme un disfraz, pero creo que lo vale, por mi estabilidad emocional. No me pude aguantar más, hoy es 1 de agosto... Mi cumpleaños, y por eso necesitaba hablar con alguien, así sea un completo desconocido, tampoco le voy a decir a lo que me dedico, no creo que alguien quiera hablarle a una narcotraficante, pensarán que los mataré o tal vez que quiero venderles de mi mercancía, y no es así, yo solo quiero tener una conversación amena con alguien.

-Uhg - me quejo por lo apretada que se siente la peluca, la verdad no me queda nada mal, parezco otra persona, ese es el punto, esta peluca rubia pesa un poco, nunca he tenido el cabello tan largo, me llega hasta la cintura, donde se encuentra con un pantalón de mezclilla talle bajo, el cual es de bota ancha, se amolda bien a mi cadera y hace resaltar mis curvas, una franelita de color azul rey destacando mi piel clara, mi maquillaje diría que casi imperceptible hace que mi rostro se vea angelical, y para terminar el conjunto me puse unos Converse.