Invocación: Brazo Maldito Hassan

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Hassan del Brazo Maldito

El Diario de Midoriya Izuku

Los héroes ayudan a las personas. Salvan vidas. Eso es algo que siempre he entendido y en lo que he creído. Eso es más o menos conocimiento común, ¿no es así?

Sin embargo, ¿qué tienes que hacer para salvar a la gente?

Pensé que era fácil. Ves a alguien en peligro, te acercas y lo ayudas a salir. No pensé que había nada más que eso. Pero a veces las situaciones son mucho más complicadas que eso. A veces tienes que pensar en las cosas más allá de lo que tienes justo delante.

Si rescaté a alguien de un edificio en llamas, esa persona está a salvo. Pero, en primer lugar, ¿por qué se estaba incendiando el edificio? ¿Fue solo un accidente? ¿El fuego fue químico o eléctrico? ¿Alguien se olvidó de revisar el cableado del edificio? Si es así, ¿por qué? ¿Se consideró que el edificio en sí no era importante y, por lo tanto, no valía la pena el trabajo para solucionar los problemas? ¿El fuego fue intencional? Si es así, ¿quién lo estableció? ¿Por qué lo hicieron? ¿Cómo podemos asegurarnos de que no vuelva a suceder?

Emiya-sensei dijo que necesito pensar en cosas como esta, pero no estoy seguro de hasta dónde llegar.

Su entrenamiento ha sido duro hasta ahora, incluso si apenas hemos comenzado. Bueno, es difícil que tenga que seguir refrenándome. Sé por qué, no puedo arriesgarme a hacer demasiado daño a mi cuerpo tan pronto. Me siento tan inquieto. Casi tan pronto como termino de correr, levantar pesas o saltar, siento que necesito seguir así. Incluso cuando me duele el cuerpo y siento que mis brazos se van a caer, empiezo a tener estos estallidos de energía para levantarme e intentarlo de nuevo. Me pregunto si esos son mis circuitos en el trabajo. Espero que si estoy absorbiendo maná en Chaldea no esté tomando demasiado, solo puede haber mucho para todos.

Cu Chulainn vio mi entrenamiento ayer. Dijo que solo tenía curiosidad sobre mi progreso, pero sé que realmente está observando a Emiya-sensei. Todavía no sé qué está pasando entre ellos. No ayuda que sigan insultándose, pero ¿es extrañamente mezquino? A veces parecen más niños en lugar de hombres adultos. Pase lo que pase en esa Guerra del Grial de la que formaron parte, uno de ellos debe haber hecho algo tan malo que el otro simplemente no puede dejarlo pasar. Bueno, tal vez ambos lo hicieron.

Emiya-sensei me advirtió que a veces los héroes tenían que hacer cosas que chocaban con la moralidad por un bien mayor. No sé de cuál de ellos estaba hablando, pero es algo en lo que he estado pensando mucho hoy.

Especialmente después del nuevo Servant que convoqué.
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El géiser de energía mágica estalló una vez más, mientras Izuku se protegía la cara con el brazo. Había pasado poco tiempo desde su última invocación exitosa, así que con suerte podría comenzar a acostumbrarse a que estos eventos sucedieran una y otra vez.

Cuando la energía mágica se desvaneció, de repente fue recibido por una ráfaga de viento contra su cuerpo. El aire era cálido y árido, y aunque solo duró unos segundos, también sintió que las motas de arena le rozaban la mejilla y la barbilla. Instintivamente cepilló esos lugares para limpiarlos de cualquier escombro y bajó el brazo para ver quién había llegado.

Solo para ver una figura bastante desconcertante arrodillada allí.

Incluso encorvado, Izuku podía decir que era alto, incluso más alto que Emiya. La figura estaba demacrada, como si no solo no hubiera comido un sándwich en su vida, sino que probablemente rechazaría la comida si alguna vez se la ofrecieran. Lo cual por sí solo ya era bastante malo, pero al tener en cuenta que su piel era completamente negra, lo hacía parecer casi una pesadilla. No era el tipo de sombra que tenían los Sirvientes de sombra, había una forma real en su cuerpo para indicar que estaba allí, pero planteaba la pregunta de qué se hizo este hombre para terminar así. Esa pregunta solo persistió cuando los ojos de Izuku se movieron hacia sus brazos. Ambos eran largos, su mano izquierda tan huesuda como el resto de su cuerpo, dos de sus dedos adornados con anillos. Su brazo derecho, sin embargo, estaba completamente envuelto en vendajes negros.

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