Timeless Academia

Londres: Capítulo 10

El que trae dolor

El viaje a las ruinas de la Torre del Reloj una vez más tomó bastante tiempo, incluso cuando todos se movían a un ritmo más normal que la última vez. La principal diferencia era que las calles estaban mucho más vacías que antes; Sin Babbage, los Helter Skelters habían desaparecido con él, lo que significa que no quedaban enemigos para patrullar las calles. Ni robots, ni autómatas, ni homúnculos aleatorios tampoco.

Fue una sensación espeluznante experimentar mientras caminaban por las calles. La niebla todavía persistía en el aire, fluctuando de espesa a fina en puntos aleatorios, casi como si esta máquina "Angrboda" tuviera lagunas en su salida o estuviera pasando por algún tipo de mal funcionamiento. De todos modos, las calles permanecieron abandonadas, y sin ninguno de los enemigos con los que habían luchado antes, el vacío de la ciudad era mucho más prominente ahora. A pesar de que sabían que la gente estaba atrincherada en sus casas, todavía creaba la sensación de que todos habían desaparecido y habían convertido a Londres en una ciudad fantasma.

Al menos, proporcionó otro recordatorio de hacia qué estaban trabajando. Para garantizar que este lugar pueda volver a ser una ciudad poblada.

Una vez que llegaron nuevamente a la entrada del sótano de la Torre del Reloj, escondieron sus suministros en lo que esperaban que fuera un lugar seguro cercano. No era como si pudieran arrastrarlo todo bajo tierra, eso sería un desperdicio innecesario si algo salía mal. Una vez realizada esa tarea, era sólo cuestión de que todos bajaran una vez más por las escaleras, un proceso bastante laborioso en sí mismo.

Mientras la niebla persistía en lo alto, aquellos que miraran hacia arriba tendrían la inquietante sensación de que se avecinaba una tormenta en lo alto. Se podían ver nubes oscuras justo más allá de la niebla, y esperaban escuchar el ruido sordo de un trueno en cualquier momento. Sirvió para motivarlos un poco más, esperando poder llegar a su destino mucho antes y, con suerte, evitar que las cosas fueran de mal en peor.

Lo que significaba que, mientras se apresuraban hacia las profundidades, no se daban cuenta de la presencia que los observaba desde fuera de su campo de visión.

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Por supuesto, el viaje bajo la superficie de Londres fue bastante más largo, y había una razón muy comprensible para ello.

Incluso sabiendo que había una serie de túneles extendidos bajo tierra como un complicado laberinto, llegar a esa serie de túneles era más complicado de lo que uno podría pensar. Porque si bien también había una serie de túneles debajo de la Torre del Reloj, prácticamente no estaban relacionados y en su mayoría estaban conectados entre sí en lugar de ser parte de una red más grande.

Esto significaba que para poder lograr algún progreso tenían que encontrar el único túnel de conexión potencial con el conjunto más grande, lo que significaba buscar a ciegas algún tipo de señal de adónde ir. Lo máximo que pudieron usar como pista fue una sensación muy vaga de energía mágica, ya que la Niebla Demoníaca todavía estaba cargada con ella, actuando efectivamente como sabuesos rastreando un olor. (Naturalmente, nadie iba a hacer esa comparación en voz alta).

Esto produjo un ambiente bastante tenso e inquietante. Un Maestro, un Demi-Servant y seis Servants, todos apiñados en estrechos túneles, buscando ciegamente su destino. Esa fue, como muchos esperarían naturalmente, una receta perfecta para una creciente frustración y ansiedad por las heridas.