Timeless Academia

Londres: Capítulo 7 - Parte 1

La torre cae

En lo profundo de las entrañas de Londres, el mago soportó la frustración que lo invadió.

Sabía la tarea que le habían encomendado, sabía lo que le sucedería si se le presentaba el fracaso. Por supuesto, ni siquiera debería considerar la posibilidad de fracasar en este momento. El plan todavía estaba en marcha y sus acciones para sortear el posible obstáculo en el proceso habían tenido éxito momentáneamente.

Momentáneamente.

Ese detalle en particular fue lo que lo dejó inseguro, sintiendo en cambio que estaba al filo de un cuchillo. Incluso si las cosas se resolvieran en ese momento, seguramente cambiarían rápidamente si no era reflexivo y cuidadoso. En cualquier momento los que actúan en su contra podrían reaparecer y echar por tierra todo su trabajo.

No podía arriesgarse a eso. Esta era la mejor solución que podían esperar. No podía arriesgarse a que eso se deshiciera. No podía arriesgarse a que todo lo que había aquí fuera borrado de esta manera.

Si eso significaba que tenía que ser cruel o excesivo, que así fuera.

“¡Zolgen, esto ya ha durado bastante!”

Si tan solo todos los demás pudieran entender eso.

“Te di una orden, Caster”. Makiri Zolgen gruñó. “Es necesario enviar más tropas. Necesitamos encontrarlos antes de que puedan volver a reunirse y socavar nuestro trabajo”.

“Las unidades están cubriendo cada centímetro de la ciudad. Si ya los hubieran podido encontrar, lo habrían hecho”. —le informó la voz metálica de mala gana.

"Eso es una mentira." Zolgen respondió rotundamente. “No tienes límites para los soldados que puedes crear. Podrías fácilmente duplicar las fuerzas a las que tienes acceso actualmente”.

"Y no habría diferencia si no podemos invadir las casas dentro de la ciudad". replicó la voz. "¿A menos que tengas la intención de revocar esa regla?"

Makiri Zolgen hizo un ruido de molestia en voz baja en lugar de dar una respuesta de inmediato. Incluso él tenía sus límites sobre lo que permitiría, y la gente corriente de Londres ya había sufrido bastante incluso antes de llegar. En última instancia, este objetivo era por el bien de la humanidad y debía perseguirse con la menor crueldad posible hacia la gente corriente.

Incluso si tuviera que ser más despiadado con Caldea, eso era excusable. No fue culpa suya que llegaron y decidieron complicar las cosas.

"Entonces necesitamos predecir su próximo movimiento". concluyó finalmente. “Tendrás que salir directamente y estar atento a cualquier señal de ellos. No podemos permitirles la oportunidad de ganar terreno en esta empresa”.

“Les enviaste a Shakespeare con la intención de desmoralizarlos. ¿Por qué actúas como si eso ya hubiera fallado? cuestionó la voz, permaneciendo tan hueca y metálica como siempre, incluso manteniendo el tono tenso que tenía.

"Sólo su Maestro mató a Paracelso". Le recordó Zolgen. “Tengo pocas dudas de que Shakespeare ha corrido un destino similar, aunque no en sus manos. Cualquiera que sea el efecto que haya tenido, no puedo permitir la posibilidad de que perseveren y tomen represalias”.

"Entonces lo enviaste tras ellos esperando que muriera". La voz acusó.

"Por supuesto." admitió fríamente. “Por eso no me molesté en firmar un contrato con él. Fue un peón útil brevemente, pero nada más. Tenemos un plan más pertinente que implementar”.