Timeless Academia

Invocación: Nikola Tesla

El Prometeo moderno

Del diario de Midoriya Izuku

Se dice que la innovación es lo que conduce al progreso humano. Alguien tiene que descubrir qué es lo que podría mejorar el nivel de vida de todos y tener la visión para hacerlo realidad.

No necesariamente tienen que ser los primeros en hacer algo. Pueden simplemente ampliar un descubrimiento que ya se hizo o mejorar algo que ya se creó. Mientras el resultado final sea elogiado y reconocido como una mejora notable para todos, eso es lo que importa.

La desventaja de esto es que a menudo significa que la siguiente innovación hace que se olvide la anterior. Para usar al profesor Babbage como ejemplo, si bien se reconoce que su diseño para el motor diferencial y el motor analítico fue lo que condujo a la existencia de las computadoras modernas, esa información es recordada y promovida más por los historiadores que cualquier otra cosa. La persona promedio ni siquiera piensa en los planos que llevaron a la fabricación de computadoras reales. Probablemente ni siquiera piensen en los enormes centros de datos que ocupaban habitaciones enteras, o en una computadora doméstica más esperada, cuando pueden llevar algo casi tan poderoso en sus bolsillos.

Algunos dirían que esto es sólo un subproducto de la historia. Las personas tienden a ser olvidadas a medida que pasa el tiempo, e incluso aquellos que realizaron cambios monumentales en la sociedad no están exentos de eso. Si no tenemos cuidado, incluso las figuras más influyentes podrían desaparecer de la memoria colectiva.

Quiero decir, ¿alguien puede decir quién inventó realmente la rueda?

Exactamente.

Es especialmente desafortunado cuando alguien se vuelve conocido por tener ideas brillantes décadas adelantadas a su tiempo, que podrían haber alterado por completo la forma en que se desarrolló la sociedad a lo largo de los años, solo para que esas ideas nunca se hicieran realidad debido a factores externos. Se convierte en una historia de potencial no realizado más de lo que realmente lograron, y ese efecto de que los detalles se pierdan y olviden con el tiempo solo empeora porque las personas se concentran en lo que podría haber sido en lugar de en lo que se hizo.

Cuando sucede ese tipo de cosas, es raro que el recuerdo de esa persona pueda volver a la conciencia colectiva.

Raro, pero no imposible.

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Con cada convocatoria posterior, se esperaba que el Servant hiciera algo para anunciar su llegada de una manera adecuadamente dramática. Era posible que esto se hiciera sólo para establecer quiénes eran y de qué eran capaces, aunque ciertamente había un deseo de presumir escondido allí.

Al menos, ese fue lo que Izuku asumió que era el caso.

Era por eso que los distintos Servants parecían llegar de diferentes maneras, con cada floritura especial siendo radicalmente diferente de una figura a otra. Algunos aparecerían de manera sutil, hasta el punto de que parecería que el efecto fue casi involuntario por su parte. Otros, sin embargo, harían entradas muy ruidosas y enfáticas en su primera aparición. Si eso era para dar una buena primera impresión o simplemente para acicalarse parecía depender del individuo.

En el caso que estaba por llegar, lo más probable era que fuera lo último.

Cuando el géiser de maná comenzó a disiparse, fue rápidamente reemplazado por una amplia gama de electricidad azul que volaba en múltiples direcciones. Izuku gritó y se agachó sólo para evitar un rayo perdido, sólo para que Mash lo agarrara y lo apartara antes de que otro pudiera acercarse demasiado a él. Escuchó al Dr. Roman soltar un grito y miró hacia atrás solo para verlo sumergirse debajo de la consola que estaban usando para controlar el proceso de invocación.