Timeless Academia

Fuyuki: Capítulo 5

Prueba de fuego

Izuku nunca se había considerado a sí mismo como del tipo religioso. Nunca fue algo que surgió en casa; sus padres siempre tenían otras cosas en mente, por una u otra razón, y él estaba demasiado envuelto en su adoración de héroes para considerar adorar a Dios. Entonces no podía decir que tuviera ningún apego real a la religión organizada de un modo u otro.

Aun así, encontrarme con una iglesia en tan mal estado, a raíz de todo lo que sucedía a su alrededor, era inquietante. Comunicaba que incluso un lugar que estaba destinado a actuar como un refugio seguro estaba lejos de eso. Nada era sagrado para lo que había detrás de esto. Después de todo, no era como si el fuego pudiera discriminar.

Las paredes blancas que formaban el exterior del edificio estaban en su mayoría ennegrecidas por el hollín y la ceniza. Uno de los techos inclinados del lado derecho de la iglesia había comenzado a derrumbarse y se había formado un gran agujero. Lo que exactamente podría haber hecho eso era una incógnita. El arco del mismo lado en la parte delantera se había derrumbado y los escombros cubrían el pavimento que conducía al edificio. Las ventanas pintadas se habían hecho añicos, el vidrio se había esparcido por todas partes, quedaban numerosos fragmentos afuera para que los pasaran. Las grandes puertas dobles que conducían al interior fueron voladas hacia adentro, una en el suelo y la otra colgada en el alféizar de una ventana en la parte trasera de la iglesia. La cruz sobre el edificio ya no estaba; a dónde, nadie podía adivinar.

Por dentro no era mucho mejor. Los asientos que no se tiraron a un lado por completo estaban en su mayoría rotos, con solo un puñado todavía utilizable. El altar en la parte trasera de la habitación también quedó hecho pedazos, la Biblia que normalmente estaría encima de él no se veía por ninguna parte. Las paredes blancas estaban tan cubiertas de hollín como las de afuera, si uno pudiera notarlo sin mirar los cráteres y los trozos de madera y yeso que habían sido arrancados.

Peor eran las manchas de sangre. Estaban esparcidos al azar por la habitación, sin indicios de qué los había arrojado. La sangre había estado seca durante algún tiempo, lo que significa que la iglesia había estado así durante el mismo tiempo, sin signos de vida en ninguna parte. Era fácil deducir que allí había tenido lugar una batalla, pero entre quién y por qué era algo en lo que Izuku casi no quería pensar.

A medida que el trío se adentraba más en la iglesia, la realidad de lo que habían estado involucrados se estaba filtrando gradualmente para él. Esta 'Guerra del Santo Grial' se había convertido en una masacre absoluta. Estaba empezando a preguntarse si alguien en Fuyuki realmente había sobrevivido al conflicto. Pintó una imagen bastante sombría de los esqueletos con los que habían pasado todo este tiempo luchando, uno en el que no quería insistir en lo posible.

"Entonces, incluso este lugar no lo logró...", reflexionó Olga Marie, habiéndose adelantado un poco más que los otros dos cuando entraron. Pasó los dedos por uno de los largos bancos, frunciendo el ceño con inquietud. “Esperaba que finalmente pudiéramos obtener algunas respuestas aquí, pero parece que llegamos demasiado tarde. O tal vez nunca tuvimos la oportunidad...”, comentó.

"¿Por qué este lugar sería significativo?" Izuku preguntó sin pensar, todavía un poco aturdido después de darse cuenta de lo que había sucedido aquí.

"¿Está conectado a la Santa Iglesia, Director?" Mash intervino.

Eso es si." respondió ella, asintiendo antes de volver a mirarlos. “Un miembro de la Santa Iglesia, Kirei Kotomine, fue elegido para ser el mediador de esta Guerra del Santo Grial. Era su trabajo asegurarse de que todos siguieran las pautas establecidas y no permitir que la Guerra se hiciera de conocimiento público. A pesar de nuestras diferencias, la Iglesia está tan dedicada a mantener el mundo mágico en secreto para los humanos como lo está la Asociación”. continuó, antes de mirar hacia el altar en ruinas. “Pero si las cosas se ponen tan mal, es racional suponer que él tampoco sobreviviría...”