Capitulo 19 "Te quiero a ti..."

48 4 0
                                    




El fin de semana llego trayendo consigo un hermoso sábado de diciembre donde la temperatura se mantuvo bastante alta para ser mediados  de diciembre, la próxima semana ya seria navidad y en dos semanas más se acabaría el año , habíamos decidido llevar a los gemelos a Puerto Rico por su cumple años que era el próximo fin de semana pero Máximo quería ir y no pudo tomar los días libres en su trabajo así que iríamos en verano, los gemelos estaban por entrar en receso de clases, así que habíamos decidido llevarlos a comer, al cine y de compras. 

Decidí levantarme antes que Amelia y prepara yo el desayuno ya que hoy se regresaba a su casa, como todo estaba tranquilo no habíamos visto más a Steven, dimos por hecho que se había cansado y había regresado a California, así que Amelia había decidido regresar a su casa hoy, los gemelos estaban  durante el fin de semana con su padre, por tanto aproveche y baje hice café y comencé a preparar el desayuno, cuando sentí que me abrazaban por la espalda;

-Si pudiera levantarme todos los días con olor a café y contigo en la cocina seria la mujer más feliz del mundo.

-(Sonreí) Esta semana yo he sido muy feliz, sabes que nadie me había preparado café en esta casa, ya puedes imaginarte lo feliz que me hiciste esta semana.

-(Besa mi cuello), puedo hacerte muchas cosas para que seas más feliz.

-Ya me lo puedo imaginar.

Me volteo y comienzo a besarla a lo que Amelia me devuelve el beso, nos quedamos besándonos un rato, hasta que empiezo oler a quemado  y me percato que los huevos se queman

-¡ Hay por dios, que se queman los huevos!

Los saco de la hornilla y la apago pero ya es muy tarde están quemados.

-Ohh, estropee el desayuno, lo lamento.

Amelia quien no ha parado de reírse mientras me observa, agarra los huevos los hecha a la basura y comienza a buscar unos nuevos, me besa en la mejilla;

-Siéntate ya los hago yo.

-No, quiero hacerte yo el desayuno, tu siéntate.

-¿Segura?

-Si, ponte cómoda hoy es tu ultimo día aquí quiero yo prepararlo.

-Está bien.

Se sienta a observarme mientras yo comienzo a preparar todo de nuevo, nos sentamos a comer y pasamos una agradable mañana juntas viendo tv y conversando, cuando llega la tarde es hora de regresar a Amelia a la casa, así que la ayudo a guardar todo en el carro y nos dirigimos a su casa, cuando llegamos todo está en orden, ella comienza a acomodar sus cosas y yo la ayuda, como nos da hambre decidimos pedir una pizza, cuando la pizza llega nos sentamos a comer y ver una película de romance cuando terminamos de ver la película, puedo ver con el deseo con el que me observa Amelia;

-¿Qué tal si nos damos una ducha tú y yo?

-No he traído ropa.

-Por mi te puedes quedar desnuda, (sonríe) te quedas a dormir aquí hoy, y la ponemos a lavar y ya mañana esta lista.

-Mmmm.... De acuerdo, aprovechemos que los gemelos no vuelven hasta mañana en la tarde.

-¡Yes! ¡Vamos!

Amelia me dirige al baño, y comienza a besarme  nos vamos desnudando una a la otra y nos metemos a la ducha. Comienzo a enjabonar a Amelia suavemente mientras ella me observa con una mirada llena de deseo;

-Se que es muy pronto, pero siento que te quiero como no he querido antes a nadie Micaela, el día que te vi en el supermercado supe que tendrías que ser parte de mi vida, es como si te hubieras clavado aquí (se toca el corazón) en ese mismo instante.

-(Sonrió tímidamente) Desde ese día tu cambiaste todo mi mundo, me has mostrado una nueva faceta de mí misma que no conocía y que jamás pensé que estaría dentro de mí esperando por despertar, yo también te quiero me haces sentir tan feliz cuando estoy contigo Amelia, hace tanto que no me sentía así tan llena de vida.

-Quiero que seamos pareja, pero no quiero confundirte quiero que estés segura de lo que quieres.

-Si de algo estoy segura es que no quiero que te alejes de mi vida, pero sabes que por ahora nuestra relación tiene que permanecer callada, en lo que decido hablar con mi familia.

-¿Escuche bien? ¿Nuestra relación? ¿Ósea que aceptas?

-Si, acepto ser tu pareja.

Amelia me toma por el cuello me pega a ella y me besa apasionadamente siento tanta alegría que no puedo explicarlo, es como si durante toda mi vida fuera otra persona y ahora Amelia hubiera despertado la verdadera Micaela, es como si me estuviera conociendo por fin, porque está felicidad que tengo por dentro no la había sentido desde que vi por primera vez a los gemelos.

Terminamos de ducharnos y caemos en la cama desnudas besándonos, esta vez quiero yo tomar la iniciativa y empezar yo, así que giro para que Amelia quede debajo mío acostada en la cama, comienzo a besarla por el cuello y le susurro al oído;

-Esta vez yo quiero empezar primero, quiero que disfrutes del placer que te voy a dar antes de que yo disfrute del tuyo.

-Su mirada es intensa. Soy toda tuya.

Comienzo a lamber su cuello hasta llegar a la oreja, le muerdo el borde de la oreja, a lo que Amelia suelta un gemido, con una mano bajo hasta sus pechos, luego su abdomen y luego hasta su venus, comienzo a frotar mis dedos en su clítoris suavemente mientras le beso el cuello, y bajo hacia sus pechos, paso mi lengua uno y otra vez intercambiando de seno, y luego chupándolos Amelia mueve sus caderas pidiendo más, decido bajar hasta su venus así que agarro sus piernas y las abro lo más que puedo, me acomodo, bajo mis manos hasta sus nalgas y mantengo sus piernas bien abiertas mientras paso mi lengua por su clítoris una y otra vez de abajo hacia arriba, cuando siento que esta lo bastantemente húmeda  suelto sus piernas y introduzco mis dedos dentro de ella mientras sigo pasando mi lengua de abajo hacia arriba hasta que la siento temblar  y gemir de placer.

-Por dios Micaela, creo que estas aprendido muy rápido. (dice casi sin poder respirar)

-Tengo una buena maestra.

-Ahora es el turno de la maestra.

Me acuesto en la cama y Amelia comienza a jugar con mis pezones quienes responden enseguida poniéndose duros, luego de un rato comienza a besarme por las caderas bajando hasta llegar a mi venus, comienza a darme sexo oral y adentrar su dedos dentro de mí, pero esta vez hace algo que no esperaba, comienza a masajear mi ano con un dedo mientras que con los otros va introduciéndolos dentro de mí Venus y pasando su lengua por mi clítoris todo a la misma vez, nunca había sentido tanto placer como en este mismo momento, lo cual no dura mucho porque termino en un orgasmo súper rápido. Amelia me comienza a besar hasta llegar a mi cuello y luego se acuesta a mi lado, me mira y me sonríe, yo no puedo hablar pues aún estoy recuperándome. 

Abro mis ojos y me siento un poco desorientada, me he quedado dormida después de tal orgasmo, miro a una lado y Amelia duerme a mi lado, la  luz que entra por la venta le da en su rostro y en el costado, esta desnuda a mi lado con la sabana en sus muslos y todo lo demás descubierto, la observo y no puedo creer que exista una mujer tan hermosa y perfecta como ella, le doy un beso en la mejilla y me levanto para ir al baño, cuando regreso no se ha movido así que me acuesto de frente ella, subo la sabana para que nos tape a las dos, la jalo por la cintura y la pego a mí y cuando la tengo de frente comienza a abrir sus ojos, me observa por un momento y sonríe, en ese momento comprendo que ya no podría seguir mi vida si ella no está conmigo, que esto es lo que quiero, a ella.

Conociendo a MicaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora