Tenía mucha hambre y una sed insólita que seguramente se calmaría con una gran copa de vino. Inesperadamente, de un momento a otro, mi mente empezó a pedir alcohol, aunque primero tenía que calmar a la lombriz que gruñía en mi estómago sin control o, definitivamente, el vino acabaría con mi poca cordura en un sólo sorbo, aunque no tenía una idea de donde conseguirlo, quizá en el camino de mi departamento a donde conseguiría una hamburguesa lo encontraría. Y no me equivoqué...
...había muchos anuncios de una exposición de arte que precisamente sería esta noche. Tal parecía que era de alguien importante porque, incluso, personas que pasaban a mi lado, hablaban sobre eso. Antes de continuar, me detuve cerca de un semáforo para comer mi hamburguesa y hundirme un poco en mis pensamientos; la semana entrante sería la más importante de mi vida hasta ahora, estaba seguro que, después de esta noche, no podía darme el lujo de caminar por estas húmedas calles con comida grasienta en la mano. Después de esta noche tendría que cuidar más mi alimentación y pasar horas interminables encerrado, practicando para perfeccionar mis pasos de baile. Sinceramente me sentía un poco aturdido, pero a la vez feliz y emocionado. Sabía que el baile era mi más grande pasión y para ser un bailarín reconocido y exitoso, tendría que hacer sacrificios, incluyendo momentos tan simples, pero verdaderamente significativos, como éste. Aunque la desolación me provocaba algo como un oasis en el desierto en esta enorme ciudad de Seúl que me ha acogido desde los quince años y también ha sido testigo de mis triunfos y derrotas. Será la ciudad que me verá nacer como una estrella del K-POP en una de las empresas de entretenimiento más importante de Corea. Fue un gran privilegio haber sido elegido sin hacer casting. Al parecer mi estilo de baile fue único ante sus ojos cuando me vieron en una presentación en el teatro de Busan con el grupo de baile contemporáneo al que pertenecía. Entre todos mis compañeros fui yo y sólo yo. Hablamos y acordamos un mes de plazo para firmar un contrato y ese plazo se acabaría la siguiente semana, dando mi última presentación como bailarín contemporáneo en el teatro de Seúl. Un mes que se fue como el agua en cascada y estaba nervioso por cómo se acortaba el tiempo sin darme un pequeño espacio para asimilar lo que pasaba y lo que estaba a punto de suceder. Mi única misión era disfrutar esta poca libertad que me quedaba, porque no podía negar que se venían momentos muy difíciles.
La lluvia comenzó a golpear mis pómulos con delicadeza, alrededor de mí corría la gente en busca de algún lugar para cubrirse, otros le restaban importancia y caminaban con normalidad. Levanté la vista y me encontré con la exposición que se anunciaba con mucho esmero por todas partes en la cual había una larga fila en espera de poder entrar y eso despertó mi curiosidad: ¨ ¿De verdad era tan importante? ¨ cuestioné para mis adentros. En cuanto el semáforo cambió sus luces, me dirigí hacia ese lugar que avivaba la llama de dudas que crecían dentro de mí. Tenía una sensación extraña, al tiempo que me acercaba y ese nombre; Jeon JungKook, ¿dónde había escuchado ese nombre? No era muy común, pero me estaba provocando un deja vú bastante inusual que jamás había experimentado. Tomé un lugar en la fila e intenté mirar por los cristales, encontrándome con un chico de espaldas que hablaba con dos tipos bastante elegantes y presentables que tenían pinta de empresarios listos para hacer un negocio importante. Eso me provocó un sentimiento de insignificancia hacia mi persona y aún más con la ropa que traía puesta, era demasiado casual, no se adecuaba para nada a este evento. A causa de eso, estuve a punto de marcharme hasta que noté que, aquel sujeto que se mantenía de espaldas con su smoking impecable, traía una exquisita copa de vino. Justo lo que necesitaba.
El tiempo de espera no se hizo tan largo, un golpe de suerte para mí, ya que deseaba intensamente beber un poco antes de ir a la cama. Estando dentro, me sentí como en un sueño, no entendía y no era fan del arte como este, pero cada cuadro que mis ojos veían, me hacían sentir múltiples emociones, como cuando iba a la secundaria. Era una verdadera pena que no cargué con dinero suficiente como para comprar alguno de esos cuadros, bueno, eso era lo que pensaba. Había unos pequeñitos con paisajes preciosos. Terminé atrapado en uno que me resultó bastante especial por los colores y contrastes que tenía, me recordó a una época oscura de mi vida donde estuve a punto de abandonar el baile por mi falta de confianza y autoestima. Suspiré pesadamente con todos esos recuerdos clavados en mi pecho, ese cuadro, debía tenerlo, pero...
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Siempre Tú (Kookmin)
FanfictionJungKook creía tener todo y ser feliz con eso, hasta que, por "casualidad", se reencuentra con JiMin, un chico del cual estuvo enamorado en la secundaria, pero que jamás le correspondió por la forma tan obsesiva y pasional en la que intentaba llamar...