JungKook creía tener todo y ser feliz con eso, hasta que, por "casualidad", se reencuentra con JiMin, un chico del cual estuvo enamorado en la secundaria, pero que jamás le correspondió por la forma tan obsesiva y pasional en la que intentaba llamar...
Todo Seúl estaba lleno de publicidad con los rostros de los chicos de la nueva banda de K-pop que amenazaba con ser la mejor de la industria. Y es que, con tan sólo haber presentado a los integrantes, sus redes sociales explotaron. Sobre todo las de JiMin. Desde la rueda de prensa con su presentación y al mostrar los conceptos individuales de los chicos para su canción debut, los números del rubio eran más altos que los de sus compañeros. No podía creer que hubiese ganado tanta fama y popularidad sin siquiera haber debutado formalmente.
El debut de su primera canción estaba programado para ese mismo viernes a la una de la tarde y, a partir de ahí, debía cumplir con una agenda que estaba sumamente apretada; presentaciones en programas de televisión, entrevistas, visitar radiodifusoras, ensayos con los chicos y aún más compromisos para cuando su primer álbum musical saliera a la venta y se lanzara en todas las plataformas digitales. Precisamente por esas razones fue que decidió mudarse formalmente con JungKook a su departamento en vista de que el único momento que tendría libre sería en las noches. Para el castaño fue la mejor propuesta que pudo recibir. Dio muchos saltos de emoción cuando el rubio le dijo y no esperó más tiempo para ayudarle a mudar todas sus cosas. Y también le ayudó a poner en venta el pequeño departamento, pues TaeHyung ya no volvería a aparecer por ahí.
El hecho de vivir juntos como un matrimonio había avivado la chispa que ellos tenían. Estaban más insaciables que nunca. Donde encontraba JungKook al rubio lo follaba; en el baño, en la cocina, en la estancia, en todos lados. El departamento fue usado en su totalidad. Eran como una pareja de recién casados. Cada vez que estaban juntos no paraban de darse muestras de afectos o decirse lo mucho que se amaban. JiMin parecía un niño pequeño cada vez que llegaba por las noches, corría a los brazos fuertes de su novio para que éste lo cargara y después terminar jugando bajo las sábanas.
Tal parecía que las cosas iban bien. El rubio tenía lo que quería; su carrera de Idol y al novio perfecto. Nada podría salir mal en ese punto de su vida. En cuanto a JungKook, también vivía el mejor momento de su vida, teniendo a su lado al chico que siempre deseó y planeando su siguiente exposición que le daría fama internacional. Ambos cumplían sus sueños, pero lo mejor de eso, es que se tenían mutuamente para disfrutar de los mejores logros de sus vidas.
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El momento del debut era en cuestión de horas. Parecía que los meses en Estados Unidos no hubiesen pasado. Ahora, JiMin estaba por salir a la agencia para afinar unos detalles. Más tarde volvería con JungKook para que vieran juntos el video musical. SiHyuk había querido que todos se reunieran para la hora del debut, sin embargo, la mayoría prefirió vivir ese momento con sus personas importantes. Aunque debían volver en la noche para asistir a un programa para presentarse por primera vez en vivo.
Antes de salir, se despidió de su novio con un beso profundo, como ya acostumbraban todos los días. JungKook había estado esperando a que se fuera para preparar la sorpresa que le tenía; adornó el departamento con globos de color morado y dorado, además prepararía un pequeño pastel y una comida que ambos pudieran disfrutar. Él también estaba muy emocionado por el debut de su novio. Le hacía muy feliz ver que él lo era. Así que día con día estuvo apoyándolo y dándole ánimos. Incluso le ponía comida en su mochila para que más tarde pudiera comer en la agencia. Se mostró comprensivo con sus tiempos, sabía que estaría al límite en esos días y en los próximos meses. Afortunadamente, el castaño también podía ocupar su tiempo mientras JiMin no estaba. Últimamente tenía mucha inspiración y se la pasaba en la galería pintando. Y cuando no estaba haciendo eso, revisaba las pinturas que sus protegidos le mandaban. Y otras veces estaba con HoSeok haciendo los arreglos de todo y ajustando el presupuesto de lo que invertirían ese día.
