Capítulo 38 Deseo💜

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JungKook y JiMin estaban por cumplir un mes de relación y las cosas iban bien, mejor que bien. Desde su primera cita habían tenido unas cuantas más. Aunque, últimamente, el tiempo del rubio se lo demandaba la agencia y llegaba un poco cansado por las noches. Se había mudado al departamento de su novio, no de manera oficial, pero pasaba mucho tiempo ahí. Sólo visitaba su pequeña residencia para buscar cosas que le hicieran falta. Además, ya no tendría por qué volver ahí, ya que TaeHyung había dado el siguiente paso con LeeMin.

Ahora se acercaba una fecha importante; el cumpleaños de JungKook. Sus padres querían organizar una reunión en su casa para celebrarlo y así podrían conocer a JiMin. Sin embargo, el castaño quería festejar con su novio. E Irene había insistido mucho con que deberían reunirse para salir de fiesta a un antro. Así que no pudo evitar complacerla y al rubio le encantaba la idea y, aunque quería beber hasta perder el conocimiento, decidió que no era una buena idea, ya que estaba preparando el regalo de su novio. Quería que fuera algo sumamente especial y único, algo que sólo él pudiera disfrutar y que fuese un secreto para los dos. Casi lo tenía listo y estaba seguro que a JungKook le iba a encantar.

Esos días había tenido que practicar la coreografía de su canción debut con los miembros. El álbum estaba casi listo y las promociones para el grupo estaban por todos lados. Sus rostros y personalidades aún eran un misterio para el mundo, pero la mayoría esperaba algo grande por parte de ellos. Tal vez algo que revolucionara el mundo del K-Pop. Así que tenían sus expectativas altas y los chicos sentían un poco de presión. Aunque YoonGi siempre se encargaba de darles ánimos. Lo que no sabían era que, él como líder, sentía aún más presión.

Ahora se encontraban practicando para su primera presentación que sería después de su debut. El video musical lo grabarían en unos días. Podrían estar cargados de trabajo, pero momentáneamente se encargaban sólo de practicar en vista de que casi estaba listo el proyecto. Así que JiMin tendría el viernes por la tarde completamente libre para festejar el cumpleaños de su novio.

Ese día en la mañana se levantó silenciosamente de la cama para no despertar a JungKook. Buscó el pequeño pastel que horneó a sus espaldas y lo llevó a hasta el cuarto cantando una canción de feliz cumpleaños; el castaño despertó al instante cuando escuchó su linda voz, aunque se quedó paralizado de la impresión. En todo ese tiempo no lo había escuchado cantar y que eso sucediera en su cumpleaños, definitivamente, era el mejor regalo que pudo haber recibido en su vida. Lo miró expectante con ojos brillosos por la emoción. Había ocasiones que todo parecía irreal, como en ese momento. Su corazón latía fuerte y una lágrima abandonó su ojo para recorrer toda su mejilla. Cuando JiMin terminó, le acercó el pequeño pastel para que soplara la vela.

—Feliz cumpleaños, JungKookie—depositó un beso en los labios del contrario.

El castaño dio una pequeña mordida al pastel al tiempo que lo retiraba de esas pequeñas manos y después se dirigió a él para abrazarlo y tumbarlo en la cama. Y así comenzaron un juego de besos y caricias matutinas que amenazaban con terminar fundidos en las sábanas nuevamente, sin embargo, JiMin no se lo permitió.

—¡Pero es mi cumpleaños! —hizo un puchero para parecer adorable—Debes complacer todos mis deseos.

—¿Qué no lo hago todos los días? —mordió el labio inferior del castaño.

—Pero hoy debe ser el doble de dosis—respondió con voz ronca al tiempo que se acercaba a ese blanquecino cuello que le volvía loco.

—Lo haré—respondió con un suspiro y se giró para quedar encima de él—Pero no ahora.

Le mostró una sonrisa lasciva para después tomar sus labios en un beso profundo que los hizo suspirar a ambos. Al final, JiMin se retiró para tomar una ducha, dejando a JungKook con la respiración acelerada y con una sonrisa boba dibujada en su rostro. Se tiró nuevamente en su cama imaginado el sinfín de posiciones en las que pondría al rubio sobre la cama en cuanto llegaran al departamento. Sabía que se estaba reservando para esa noche y lo más probable es que sería larga. Eso le emocionaba pese a que siempre satisfacían sus caprichos y necesidades, pero tal parecía que nunca se aburriría de tener esos momentos con su novio.

Siempre Tú (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora