Capítulo 17 Oscuridad💜

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Había sido una semana larga y catastrófica llena de emociones que iban y venían como montaña rusa. LeeMin había conseguido negociar dos semanas completas de vacaciones para poder cuidar a su hermano. Irene había logrado vender dos mansiones en tiempo record, todo con tal de volver lo más pronto posible a Seúl para cuidar a JungKook. ¿Quién diría que tenían que separarse para que pudieran pasar más tiempo juntos? O, mejor dicho, ¿de verdad tenía que pasar eso con el castaño para que le dedicara más momentos? Era irónico, pero ahora pasaba más pendiente de él que de cualquier otra cosa, incluyendo su trabajo que siempre había sido una de sus prioridades.

Para JiMin tampoco había sido fácil estar encerrado en su habitación cada vez que llegaba de la agencia. TaeHyung lo llevaba y lo recogía todos los días para que estuviera seguro, a pesar de que Irene le había confirmado que mantendrían encerrado a JungKook en su departamento para que no tuviera que pasar otra situación similar a la última. Sin embargo, el pequeño episodio sacado de una película de suspenso lo mantenía con todos sus instintos alerta y sin poder dormir en las noches, porque cada vez que caía en un sueño, veía esos ojos oscuros en medio de la penumbra acechándolo como si fuera un pedazo de carne lista para devorarse. Había llorado mucho por no poder tomar una decisión en cuánto qué hacer con el castaño. Incluso discutió con TaeHyung porque el pequeño se había negado a ir a la policía. No entendía por qué, pero creía que no era lo correcto y nuevamente decidió confiar en JungKook, con la esperanza de que pudiera cambiar o mínimo tomar terapia.

Por otro lado, el castaño había tenido que recurrir a los calmantes para no dejarse llevar por sus impulsos, aunque las noches eran de llantos al ver que no tenía a JiMin y siempre intentaba salir corriendo para buscarlo, pero LeeMin era oportuno en todo momento porque se lo impedía. Incluso había recurrido a los sedantes cuando las pastillas para dormir no surtían efecto en él.

Fue una semana de noches en vela con las preocupaciones al límite tratando de descartar la idea de encerrar a JungKook en un centro de rehabilitación, pues temían que fuera contraproducente. Habían hablado con él varias veces sobre tomar terapia con un psicólogo, sin embrago, el castaño se negó rotundamente y de lo único que hablaba era de JiMin y de lo mucho que deseaba tenerlo ahí. También sus padres habían intervenido, incluso se habían mudado a Seúl para estar cerca de su hijo menor, pero nada de lo que ellos hablaban con él ayudaba. La última vez que intentaron convencerlo de ir a terapia, comenzó a romper todas las cosas que encontraba a su paso gritando una y otra vez que no estaba loco, que lo único que necesitaba era a JiMin. No había nada más indispensable para él que su pequeño.

—¿Cuándo volverás a viajar? —preguntó LeeMin a la castaña mientras comían.

—Pedí vacaciones al igual que tú—hizo una pausa para beber agua—estaba guardándolas para una emergencia—sonrió con fragilidad.

Lo cierto era que estaban invadidos de mucho agotamiento. No habían dormido bien ni tampoco comían lo suficiente. Toda su atención estaba puesta en JungKook y en su bienestar. Durante esa semana, Lee Min había intentado hablar con Irene sobre sus sentimientos hacía ella, pero no encontró el modo, además, después de reflexionarlo, se dio cuenta que no era un buen momento. Aunque las ganas estaban ahí, de verdad quería gritarlo y dejarlo salir de una vez por todas. Había pasado ya mucho tiempo y en un momento tan difícil como ese deseaba poder sentir su calidez para que le transmitiera fuerza. Pero se había tenido que conformar con sólo estrechar su mano cuando ella se acercaba a él. Con su risa cuando veían programas de televisión para distraer sus mentes y relajarse un poco. Era lo mínimo, pero le servía al mayor para sentirse tranquilo en medio de la tormenta.

Siempre Tú (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora