—Dime... ¿Por qué NamJoon no va a recogerte? —preguntó JungKook mientras abría el refrigerador para buscar algo de comer.
—No puedo creerlo, ¿te estás quejando, Jeon? —inquirió Irene con un tono sarcástico.
—¡Claro que no! —negó entre risas—Sólo me sorprende que ahora tengas consideración por tu mejor amigo, porque desde que tienes novio parece que yo no existo—se burló y fingió sollozar, aunque después se le escapó una gran carcajada.
—¡Odioso! Te adoro con mi vida, pero evidentemente hay prioridades—respondió con un tono fingido de petulancia—Pero te concedo el honor de ir por mí. ¿Sí? ¿Puedes?
—Sabes que si—respondió, al tiempo que mordía un pastelito—¿NamJoon volverá a tiempo para la exposición? Aún no puedo creer que en todo este tiempo no me lo has presentado.
—Nos encontraremos en Busan, llegará a tiempo.
Irene y NamJoon habían formalizado su relación hacía un largo tiempo, poco después de la salida de JungKook del centro de rehabilitación. Ninguno había tenido el tiempo de sentarse a tomar una taza de café para presentarse y conversar, pues Jeon se sentía con el deber de fungir como padre postizo de la castaña en vista de que su gran amigo y ex suegro ya no residía en Corea. Aunque volvería para la cena de año nuevo para pedir explicaciones sobre la ruptura de ellos y cómo es que su hija terminó en los brazos de un exitoso empresario coreano que amenazaba con pedir su mano muy pronto. No estaba molesto, pero no entendía los acontecimientos recientes cuando todos esperaban que los castaños terminaran casados y formaran una linda familia.
Las cosas cambiaron en un abrir y cerrar de ojos, cuando todo parecía estar en su lugar de pronto se descolocó. Parecía que JungKook nunca hubiera terminado en un centro de rehabilitación o que nunca se reencontró con JiMin, aunque los cuadros en su estancia eran la prueba de su más grande catarsis de la vida y, en verdad, esperaba no tener que pasar por otra. Habían pasado cinco meses. El plazo se cumplió y, exactamente en dos días, inauguraría su segunda galería eligiendo como cede su ciudad natal. No hubo complicaciones ni contratiempos, sus pequeños protegidos pintaron cuadros impresionantes que, cuando los vio, aseguró que podrían ser mejores que los de él. Pero no había modo, pues los suyos eran una temática completamente dedicada al rubio que le robó la paz y la tranquilidad cuando apareció nuevamente ante él. Se dividía en varios catálogos, ni siquiera podía creer que pintó demasiados, aunque eligió unos para su colección personal. Otros no estarían a la venta. Pero todo era un mismo tema: "Obsesión" así se llamaba su exposición que iba desde lo más oscuro hasta donde por fin pudo encontrar la luz al final del camino. Quiso arrepentirse de mostrar esas pinturas, pero HoSeok no lo dejó y además ya no tenía tiempo. Había pasado buen rato practicando su explicación para los padres de JiMin cuando vieran los cuadros, pero después entendía que no había palabras correctas que pudieran justificar sus obras de arte. Aunque ya lo pensaría en el momento.
Después de recoger a Irene en el aeropuerto viajarían a Busan juntos. Allá se encontrarían con JiHyun y JiHyo. Ah. Y su mellizo que nunca pasó desapercibido. Siempre intentó llamar la atención de Jeon y éste como era torpe y amable no puso ningún límite. Pero no podía engañar a nadie, le gustaba que el menor le mostrara su interés de todas las formas posibles. MinGyu no se iba a dar por vencido tan fácilmente, aunque no fuese suficiente un beso del castaño, se conformaría con ello, al menos por un tiempo, pero ni eso logró conseguir en esos cinco meses y vaya que lo tuvo cerca infinidades de veces, incluso tuvieron momentos a solas, llenos de tensión, pero para Jung Kook era fácil evadir los intentos del menor. Incluso JiHyo lo regañó por ser tan descarado con sus coqueteos, pero no hacía caso. El castaño era algo que deseaba en demasía y, cada vez que le ponía una barrera, se interesaba más en él y se aferraba a sus caprichos.
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Siempre Tú (Kookmin)
FanficJungKook creía tener todo y ser feliz con eso, hasta que, por "casualidad", se reencuentra con JiMin, un chico del cual estuvo enamorado en la secundaria, pero que jamás le correspondió por la forma tan obsesiva y pasional en la que intentaba llamar...