—No despertará hasta mañana—LeeMin salía de la habitación de JungKook.
—¿Le diste algo para los nervios? —inquirió Irene con preocupación.
—Un calmante y una pastilla para dormir.
—¡Dios! ¿No crees que es mucho para él?
—Créeme que no—el mayor miró a donde su hermano dormía profundamente—para serte franco, pensé que no sería suficiente.
De las primeras veces que JungKook sufría un ataque así, donde era completamente incapaz de controlar sus emociones, tomaba calmantes o pastillas para dormir. Después de un tiempo ya no surtían efecto y eso provocaba que se sintiera peor. Hasta ese día, LeeMin entendió que su hermano necesitaba ir a terapia urgentemente, el problema era que JungKook primero debía aceptar que no estaba bien, sino, la terapia sería en vano. Antes, su mayor intentó convencerlo de consultar a un psicólogo después de tremendo episodio que tuvo cuando JiMin se fue de la ciudad, pero el castaño se negó, usando la misma excusa que cualquier persona que pasa por algo así: "No estoy loco". Y no lo estaba, pero, realmente, la brecha entre la cordura y la locura ya era muy corta. La prueba estaba en lo que acababa de pasar. Momentáneamente pudieron controlarlo con las pastillas, pero ¿qué pasará cuando ya no tengan el mismo efecto en él? No podría estar tomando pastillas cada vez que se cruza con JiMin.
Eran muchas cosas que no estaban del todo claras, al menos no para LeeMin que necesitaba entender ¿cuál era la verdadera razón del comportamiento de su hermano? ¿Si, acaso, el rubio influía en algo para provocar los impulsos de JungKook? Era evidente que no, pero el mayor no sabía toda la historia. Irene sólo le contó medias verdades a petición del castaño considerando que para ese momento ya estaba en mejores condiciones e incluso había pasado su catarsis pintando. Pero sólo fue un modo de reprimir todo aquello y los cuadros que dejaban mucho de qué hablar, sin embargo, ambos decidieron no tocar el tema y tampoco compartirlo con nadie. Pero ahora, la castaña sabía que sola no podría con tanto.
—Necesito hablar con ese chico—decía LeeMin, al tiempo que bajaban las escaleras—¿Estás segura que él no ha hecho nada para que mi hermano se comporte así?
—Absolutamente—asintió Irene—supongo que Jeon ha estado acostumbrado toda su vida en cumplir todos sus caprichos—explicaba para evitar que el mayor le reclamara al pequeño—y JiMin se ha mantenido renuente de aceptar las propuestas de tu hermano. Supongo que eso podría explicar su comportamiento poco lucido—se encogió de hombros y luego agregó—JiMin es un amor de persona. Lo sabrás cuando te encuentres con él.
Aun así, no era suficiente explicación. Para LeeMin había algo más que sólo inocencia detrás de ese pequeño. Aunque no podía negar que era demasiado adorable, pero no toda la culpa tendría que ser para JungKook. Los sentimientos que había mostrado por el pequeño eran demasiado intensos como para no ser provocados con la más mínima intención. Estaba dispuesto a defender de todo y de quien fuera que se atreviera a lastimar a su hermano menor. Precisamente se dirigía a la casa de Park JiMin para tener un encuentro con él y escuchar su versión de los hechos en cuanto a lo qué pasó en el pasado y lo que había sucedido hacía unas horas. Necesitaba aclarar todo antes de pensar qué hacer con su hermano y cómo explicarles la situación a sus padres a quienes no pudo ocultarles el estado del hijo menor. Era una situación grave donde quería evitar a toda costa alguna tragedia, no sólo para su familia, también para la otra parte que, seguramente, no la estaba pasando bien.
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Siempre Tú (Kookmin)
FanfictionJungKook creía tener todo y ser feliz con eso, hasta que, por "casualidad", se reencuentra con JiMin, un chico del cual estuvo enamorado en la secundaria, pero que jamás le correspondió por la forma tan obsesiva y pasional en la que intentaba llamar...