🌿C.5: Rockstar❄️

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CAPÍTULO 5

🌿 Rockstar ❄️

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Todos los Tigres Rosas saben que Matt está de cumpleaños en septiembre, el problema es que solo uno de ellos sabe el día específico y prometió no decirlo. Thomas era de hecho el único que sabía qué día estaban de cumpleaños tanto el ángel como el diablo. Y como buen observador que era, sabía que no debía arruinarle la ventaja a su caótico amigo de celebrarle algo al rubio.

Era difícil engañar al joven líder, y aunque ninguno de sus dos raros amigos lo dijera para él era obvio, Matt y Kai tenían una relación más estrecha de lo que comentaban, a ratos era casi obvio que había algo romántico naciendo entre ellos, pero ambos eran lo suficientemente estúpidos para no notarlo. Tampoco nadie comentaría nada, el contrabandista tenía una ambigua fama de bisexual a pesar de que todos sabían que su inclinación era casi total hacia a las mujeres. Por otro lado el chico de pelo rubio era demasiado reservado y tenía un gran PERO, tenía SIDA y era obvio para todos que jamás intentaría tener algún tipo de relación con alguien por miedo y responsabilidad de contagiarle. Así que, con todos esos contras Tommy prefería callar.

Para ser la primera semana de septiembre, hacía bastante más frío del habitual. Thomas logró por fin juntarse con Matt (sin Jim) en un bar, últimamente ambos trabajaban bastante y sus horarios difícilmente coincidían (y mucho menos coincidían sin Jim en la ecuación). La sorpresa de ver a su joven amigo llegar en una motocicleta tan bella le dio tanta alegría que olvidó todo el discurso que tenía preparado para persuadir al rubio de contarle qué había entre él y el rey punk. El menor bajó de su nuevo vehículo, se sacó el casco y el cambio de apariencia en esas semanas había sido tan abrupto que Thomas tuvo que mencionarlo. Antes parecía un muchachito flacucho y tímido, le faltaban las gafas y el atuendo de niño bueno estaría completo, ahora frente al bajo líder de los Tigres se personificaba un Matt increíblemente más repuesto, con más color y de flacucho nada, había ganado no solo peso sino algo de músculos, sus ojos verdes brillaban llenos de vida, traía el pelo largo y desordenado destacando unos mechones blancos bajo toda la melena. Vestido de pies a cabeza de negro (siempre le gustó el negro), chaqueta larga de cuero, collares largos al cuello, un par de anillos plateados en los dedos y, para la notoria sorpresa de Tom, piercings de argolla. Uno en medio del labio inferior y tres en la oreja.

— ¡¿Pero qué mierda, Matty?! ¿Desde cuando eres un rockstar? Mierda, Jimmy te está convirtiendo de a poco en un secuaz — tenía que anunciarlo, hace meses su amigo rubio parecía estar muriendo a tragos largos, ahora no parecía el mismo sujeto. Para Thomas ese chico había renunciado a la vida antes de conocerlo, pero por lo visto el rey punk lo había revivido.

— Vamos, no me digas eso, Tommy. Solo estoy disfrutando mi tiempo — el ojiverde se sonrojó ligeramente mientras peinaba su rebelde cabello hacia atrás.

— Exacto, Matt. Tú no sabías hacer eso. ¿Qué tengo que hacer para que Jim me regale una moto? — el más bajo se cruzó de brazos en la entrada del bar, esperando a que su amigo se le acercara.

— Matar por él — contestó Matt con una sonrisa que nadie habría podido identificar como afirmación o broma.

El Brujo y El Muro: Dentro del Espejo (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora