•21• Enredaderas

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Fue solo un parpadeo, el chasquido de unos dedos y listo

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Fue solo un parpadeo, el chasquido de unos dedos y listo. Estaba devuelta en la misma habitación.

—Vaya no creía volver a ver los colores, no al menos colores tan... aburridos.

Los ojos de Priscila recorren el lugar con la misma chispa que pondría si viera una vitrina de gusanos. Los dos habíamos aparecido sentados en la orilla de la cama de hospital.

—Supongo que te acostumbraste a esa oscuridad.

Su recorrido se detiene en el florero.

—No habitaba en ese lugar —se levanta de la cama y toma entre sus dedos un pétalo— estuve en una estrella.

—Ya —me incorporo y busco mis botas bajo la cama.

—Aunque no lo creas ellos viven es las estrellas, tienen todo tipo de objetos que te parecerían una locura de tan raros que son —suspira—. Lo que más voy a extrañar es la comida.

—Seguro Priscila —digo para ponerme al momento y notar que algo falta—. Oye ¿dónde está?

Suelta una leve maldición hacia el pétalo que aún sostiene.

—Nos dejó esto —me da el pétalo con delicadeza—, supongo que se le complicó llegar con nosotros a la tierra.

Sobre el suave pétalo de melocotón, unas finas y delgadas letras están escritas:

“Disculpen, algo muy poderoso me retuvo en el trayecto. Voy a investigar, no sé preocupen.”

—Esto es muy raro —digo, dándole vuelta al pétalo para ver si hay más mensaje pero es todo lo que nos a dejado.

—No es raro. Ellos acostumbran a escribir sobre cualquier superficie que tengan a mano. No es como si en el espacio hubiera papel y tinta.

—Me refería a que ella fue retenida.

Priscila hace una mueca, se muerde una uña. Está parada frente a la puerta.

—Si, bueno eso no es nada bueno y me preocupa —su voz es estrangulada. Mi hermana ha pasado un buen tiempo en aquellos lugares, que su gran capacidad para encariñarse hizo acto de presencia.

Recorro la poca distancia y coloco mi gran mano sobre su hombro. Ella la acaricia y sus ojos me miran divertida.

—¿Desde cuándo no te cortas ese cabello? Pareces un vagabundo y esa barba no te va.

Romina Neón #1 El Dominio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora