Prólogo

26 2 0
                                    

Después de la desapareción de los Reyes de Antaño.

La reina de Narnia, estaba liderando a los Narnianos sola, había pasado un año desde que su esposo y sus cuñados habían desaparecido, todo parecía más difícil, pero no estaba sola, el Señor Tunmus como los Castores la ayudaban en todo.

-los enemigos están cada vez más cerca, ¡debemos atacar!- hablo un centauro golpeando la mesa donde tenían el mapa con los barcos negros avanzando a las tierras

-no lo haremos, protegeremos nuestro Reino, aún no han cruzado el océano del Oriente -dijo una Fauno igual de molesta

-¿¡y esperar a, qué?! ¿¡A tenerlos en las puertas del castillo!?

-¡Reina! Usted tiene la palabra que es lo qué debemos hacer.

-como Guerrera tomaría a todo mi ejército para destruir a los invasores -hablo levantándose de su trono para acercarse a la mesa tenía un vestido dorado como el de un León en su cabeza su corona de Reina que usaba desde la desapariciónde los hermanos.- pero como Reina debo proteger mi Reino y no pedirles que luchen -dijo para apoyarse en la mesa.- y Como Madre deseó luchar con todo para que Mi Hija crezca segura y no sufra lo que sufrimos hace años atrás con el Gran invierno.

Los líderes se quedaron callados mirándola calmando su ira entendiendo que la Reina era la que más dolida había estado, pero temían por sus familias.

-atacaremos cuando sus ejércitos pisen tierra Narniana, los árboles los hundiran y atacarán, resguardarmos nuestras fuerzas pero los esperaremos escondidos en nuestros límites, los niños, madres e ancianos  estarán resguardados en la mesa de piedra, Cair Paravel podría ser un blanco- decretó antes de irse a su carpa luego de dar las ordenes para emepzar a mover a su ente a un lugar seguro, y los Guerreros empiecen a entrenar para irse a acostar frotando su frente cuando escucho unos pequeños pasos que la hizo sonreír.

-Grrraaah- salto una pequeña cria de lobo a sus pies empezando a mover su vestido jalandolo -¡Rindete! Y cae ante el Rey de Narnia- le dijo ahogado sin dejar de hacer gruñidos adorables jalando su vestido y ella rodó los ojos riendo para agarrarlo. -¡no! ¡no! ¡Sueltame!  Deberías temerme, soy un feroz lobo.

-jajaja, hola pequeño Principe- dijo acomodandolo en sus brazos para acunarlo acostándose para mimarlo amando oírlo reir -mami a estado muy ocupada, perdón si no pasó mucho tiempo contigo -le dijo acariciando su cabecita para acunarlo en sus brazos.

-no pasa nada ma, se que te estas preparando para la batalla ¡Aunque yo también puedo ir! Mira esto- se bajo y se preparo para saltar atrapando un insecto siendo aplaudido por la rubia que reía enternecida- lo vez, estoy preparado, y si necesito ayuda te llamaré, con mi super aullido -le dijo subiéndose para acomodarse a su lado.

-¿Así? Haber ese aullido- le dijo divertida y el se sentó para tirar su cabeza hacia atrás haciendo un aullido bastante agudo y adorable sacandole otra risa- si, sin duda iré a rescatarte - le dijo burlona para hacerle cosquillas empezando a jugar a "atarse" aunque realmente no se lastimaba.

-Mami, ¿tú y yo siempre estaremos juntos verdad? Porque eres mí mamá y mi mejor amiga -le dijo acostado para arriba mientras ella lo veía.

-claro que sí- le dijo mirándolo para juntar sus frentes.

-¿porque siempre hacemos esto?

-por que, es la forma en la que yo saludaba a mi padre, cuando él me salvo y me crío como suya -le dijo acariciando su cabeza.

-¡Ah! ¡Como nosotros! Entonces ese será nuestro saludo - dijo para juntar sus frentes moviendo su cola feliz para volver a jugar a mordiscos con ella. Siendo completamente feliz.

Saga De Las Crónicas de Narnia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora