Saga De Las Crónicas de Narnia

Epílogo

"Él Después"

Narrador Omnisciente.

Los años pasaron, los jóvenes adolescentes ahora eran jóvenes adultos que se habían empezado a manejar, ser Reyes no era tan fácil como parecían.

Lucy se encargaba de los Narnianos, ayudando a guiar a las manadas y unir los matrimonios y llenar de sabiduría a los niños, siguiendo siendo considerada bastante Valiente ya que cuando aparecía un Seguidor de la bruja no dudaba en alzar una espada.

Edmund se encargaba de los juicios de los traidores y de los que rompían las reglas. Al ser bastante listo también resolvió de forma diplomática una posible guerra contra otro Reino, llegando a un punto medio donde ambos reinos se beneficiarían de las riquezas de la tierra.

Susan, era tan hermosa que el Rey de otra tierra pidió su mano en matrimonio pero ella lo rechazo lo que casi causó otra guerra, que fue evitada por La rubia.

Peter fue al Norte a pelear contra los gigantes, fieles seguidores de la Bruja, y debían mantenerlos a raya para que no causen otra guerra.

Charlotte por su parte se quedó en Cair Paravel, protegiendo el castillo de invasores y resolviendo los problemas de su pueblo con igualdad como justicia..

●○●

Después de unos años de eso Peter intentaba cortejar a la Rubia pero ella parecía ignorarlo, ya que cada vez que estaban juntos y él intentaba acercarse ella lo evadia para huir de la situación.

Así que después de 15 años de la Guerra contra la bruja blanca Narnia al fin estaba en paz, o eso creían. Esa mañana durante el desayuno había bastante bullicio como todos los desayunos en los que estaban los cinco juntos ya que había veces en las que no se veían.

-¡Te lo digo! Esta vez sí lo ví -dijo un adulto Edmund entrenado al Gran salón exaltado viendo a sus hermanos.

-si claro, eso dijiste la última vez y solo era un venado -dijo Lucy riendo con su vestido llenó de Barro.

-¡Oye! Para tu información sí lo era, solo que lo perdimos porque eres muy lenta -le dijo burlón.

-ay aja- dijo riendo para ir por una manzana sentándose en la mesa.

-Lucy, estás ensuciando el suelo y una Reina no ensucia de esa forma su vestido, para eso tienes tus trajes para calvalgar -le regaño una rubia de gran porte, su cabellera rubia caia con ondas hasta su cintura, trenzado junto a su corona, vistiendo un vestido rojo con detalles dorados apareciendo en el salón con elegancia - además, bájate de la mesa, ¿que son esos modales?- la regaño - Edmund,  lo mismo para tí, estas con las botas llenas de barro y luego Culpas a los Señores Castores cuando vienen de visita- le dijo seria mientras le pegaba en la espalda baja haciéndo que se pare recto- no te encorves.

-¿lo dice la Reina que escapa de noche en su forma de Loba para no tener reuniones con los Democráticos de los mares del Occidente por la mañana?-  le devolvió la castaña. -¿y vuelve cubierta de barro también?

-ha ha- río sarcástica -de que tanto peleaban.

-Ed dice que encontró al ciervo Blanco- acusó la castaña.

-y si lo hice Lucy- le respondió indignado.

-bueno no perdemos nada con ir a ver -dijo un Rubio de gran estatura.

-¿tu también? Te recuerdo que ya no tenemos los mismos tiempos libres que antes Peter -le regaño la rubia al verlo entrar.

-lose, lose, solo iré a ver -dijo para querer besar la mejilla de la rubia pero ella se dejó con una pequeña mueca que no pasó desapercibida por los hermanos -sera rápido, además tú debes ir a hablar con las sirenas del Oriente.

-si, al parecer dicen que hay invasores en sus límites, de seguro solo es el Calamar Gigante otra vez, te juro que a la próxima lo mando al Lago Negro del Oriente- dijo riendo para despedir a su compañero qué se fue con sus hermanos, aunque Lucy se encaminó con la rubia para cambiarse de vestido antes de irse con sus hermanos, ya que se iban a juntar en una hora, así que aprovecharía para hablar.

-Sabes que Peter va enserió contigo, ¿cierto?- le dijo mirándola mientras caminaban juntas.

-Lu, ya tuvimos esta charla- advirtió sería.

-pero si solo trataras.....

-¡OLVIDA ESO LUCÍA, NO VA A PASAR NADA ENTRE ÉL Y YO!- le grito enojada haciéndola retroceder y ella se tomó de la frente frustrada -genial, yo soy la mala ahora.

-solo quería....que sí ustedes estaban juntos seríamos una familia -le dijo bajito y ella la miró.

-Lu, ya lo somos- la tomo de las manos -tu eres mi hermanita también, como Edmund,  Susan, y Peter- le dijo juntando sus frentes -no lo puedo ver de otra manera, llegaron a mi vida en un momento en el que me sentía sola, son mis hermanos, no puedo tener otro sentimiento.

-esta bien... siento haberte presionado- se disculpó queriendo abrazarla.

-si, yo también lo siento por gritar- le dijo tomando sus manos manteniéndose alejada -Lucía, lejos de mí vestido, aun estas llena de barro.

-jajajja ¿no vas a Abrazarme? Soy tú hermanita-dijo con una sonrisa queriendo abrazarla.

-Lucy- iba retrocediendo.

-¿Si?- pregunto avanzando.

Y ambas empezaron a correr por la parte superior del castillo donde estaban los cuartos riendo a carcajadas hasta que la castaña tuvo que irse.

La rubia la vío irse detrás de sus hermanos para ir a los establos por su corsel, empezando a calvalgar a gran velocidad hacia el Oriente, hacía el lado opuesto a donde se estaban dirigiendo los Peveensie.

Ellos perdieron de vista al  Ciervo Blanco, hasta que Edmund se detuvo al ver qie su caballo estaba cansado al ya no ser tan joven como antes, así que lo dejó tomar un respiro cuando sus hermanos volvieron hacía él para verlo confundidos.

-¿estas bien Edmund? Ya te cansaste- le dijo Burlón Peter acercándose y al igual que Susan y Lucy se acercaron a su hermano para burlarse del azabache.

-quédense en el castillo, yo solo giré por el ciervo- se burlo Susan riéndose los tres de su hermano.

La castaña estaba mirando el lugar fascinada cuando vieron el Faro de Luz que los hizo bajarse para acercarse y verlo de cerca.

-¿Qué es eso?- pregunto Peter confundido. -creó que lo he visto.

-es como de un Sueño, o el sueño de un sueño- explicó Susan mirándolo.

-Bitacion- susurró Lucy al recordar algo lejano en sus pensamientos para comenzar a correr.

-Lucy.

-otra vez no.

-¡Lu!

-Vengan.

-¡¡Lucy espera!!

-¡Sera posible que siempre nos haces ésto!

Los tres corrieron tras su hermana menor, metiéndose entre los árboles quejándose de que cada vez había menos espacio y comenzaron a ver abrigos, empezando a  pisarse los pies, por el estrechó lugar, tras unos segundos cayeron en una habitación de madera, detrás de ellos un viejo ropero lleno de abrigos de Piel, fue en ese instante que la puerta se abrió mostrando al profesor Kirke.

-la señorita Macready los lleva buscando por horas- dijo sonriendo para tirarles la pelota con la que habían roto una ventana -¿Qué hacían todos escondidos en el ropero?

Ellos se miraron entre ellos para sonreír riendo levemente.

-si se lo decimos no nos creería, señor-dijo Peter riendo levemente.

-Hay que ver.- les dijo con una sonrisa cómplice guiñando el ojo conociendo la historia que les contarían los niños.