Capítulo 8

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"Culpas"

Narrador Omnisciente.

Por otra parte el varón menor de los Peveensie estaba caminando a través de la nieve mirando hacía atrás asegurándose que sus molestos hermanos no lo sigan, tenía que llegar con la reina e indicarle donde estaban sus hermanos aunque no pudo traerlos al castillo.

-corran- se escuchó la voz de Peter mientras tenía a Lucy de la mano intentando ver por donde fue su hermano.

La loba iba a la cabeza esquivando las ramas e árboles mientras los hermanos caminaban con dificultad, cuando por fin pudieron acercarse a un acantilado viendo un castillo de hielo y al menor de los Peveensie entrando en este.

-¡¡Edmund!!- grito Lucy

-shh- la cayó exaltada la loba.

-te van a oir- le dijo más asustado el señor castor mirando hacia delante. -¡¡nooo!! -dijo deteniendo a Peter que había tratado de avanzar.

-¡Sueltame!- le grito molesto de ver como su hermano se había separado e ido por su cuenta.

-estas haciendo justo lo que ella quiere -dijo el castor.

-no podemos dejar que se valla- dijo Susan.

-es nuestro hermano -acusó preocupada Lucy.

-es la carnada- ladro molesta la loba oyendo los gruñidos de lobos.

-la bruja los quiere a los cinco- explicó el señor castor.

-¿por qué?- pregunto confundido Peter.

-para evitar que la profecía se cumpla- explicó el señor castor- ¡¡los asesinará!!

Vieron como Edmund entraba cerrando tras él la inmensa puerta de hielo.

-todo esto es culpa tuya- le acusó Susan a Peter molesta.

-¿mi culpa?- pregunto molesto Peter también.

-¡Te dije que volviéramos, no quisiste escuchar y mira lo que paso!- le encaró.

-a~ entonces sabías lo que pasaría -le dijo molesto.

-claro que no lo sabia- le respondió indignada - ¡Por eso debíamos irnos antes de que sucediera!

-¡¡No peleen!!- les grito Lucy -eso no salvará a Edmund -los miro algo molesta y preocupada por su hermano mayor.

-tiene razón -le dijo el señor castor -sólo Aslan lo puede ayudar ahora- dijo serio.

-hay que ir con el- dijo mirando al castor y después al castillo.

.

Por su parte Edmund una vez dentro del castillo se encontró con la horrible escena de miles de animales congelados en piedra a lo que miraba con cierta curiosidad hasta que tropezó levemente con una pila de carbón lo que uso para pintarle un par de lentes y un bigote a un chita petrificado para tirar el carbón y seguir avanzando, quiso pasar sobre uno de lobo pero este despertó colocándose sobre el.

-quieto extraño, o será lo ultimo que hagas- le gruñó el lobo asustando más a Edmund -¿quien eres?

-¡Soy Edmund! ¡¡La reina me dijo que viniera aquí!! ¡¡Ella me conoce!!! ¡¡¡Soy el hijo de Adán!!! Es verdad- dijo asustado a lo que el lobo dejo de gruñir y se apartó del niño.

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