○•○•○ Uno ○•○•○

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Taehyung observo la prueba de lo idiota que llego a ser durante la presentación y parte de la pubertad. Afortunadamente no era una marca ni siquiera temporal, fue una simple mordida común, una demasiado profunda que le dejo una cicatriz a Jimin en el lugar.

El omega se puso el collar anti-alfas ante sus ojos, escucho el clic del metal uniéndose. No le alcanzaría el tiempo para pedirle perdón, los nueve años que pasaron no borraron la culpa que lo carcomía. Su aún amigo tenía que utilizar un collar para ocultar la cicatriz que a simple vista parecía un lazo roto. Un omega libre no debería de usarlo, pero el hizo que Jimin tuviera que usarlo. Odiaba que tuviera que llevarlo puesto.

No era común que los omegas utilizaran collar en esta época. Los collares fueron creados para proteger el honor de las familias más que al propio omega. Cuando los alfas culpaban a los omegas por provocarlos en sus días de celo, los omegas eran violados y marcador, por vergüenza las familias negaban al omega dejándolo a su suerte. Muchos omegas eran rechazados por los alfas que los marcaban muriendo en cuanto marcaban a otro, los omegas con "suerte" según la sociedad eran tomados por el alfa como pareja, llevando una mala vida. Que podían esperar de la persona que les arruino la vida.

Usar collar no evitaba que fueran violados, evitaban que fueran marcados. Con el tiempo las leyes cambiaron a favor de los omegas, los collares fueron dejados de lado a expresiones de omegas que trabajaban en los clubs nocturnos, omegas que no eran libres. Era raro ver a un omega libre con collar. La gente respetaba no preguntado, porque, aunque era raro aun existían padres que obligaban a sus hijos a usarlos. El alfa odiaba que Jimin tuviera que utilizarlo por el error que cometió años atrás en un arranque de ira.

Luego de aquel día Jimin se dedicó a esconderse de él, en el colegio siempre estaba alrededor de los maestros y cada vez que se acercaba gritaba. Los maestros se enteraron de la situación por lo que le prohibieron acercase al omega que le tenía miedo. No fue hasta la secundaria, que Jimin lo dejó acercársele. Le pidió perdón repetidas veces, él no quería dejar de ser su amigo, lo extrañaba. Cuando comprendía sus actos intento no acercase, pero le resultaba imposible alejarse del niño con el que prácticamente se crio. Por parte de Jimin las ganas de hablar con Taehyung fueron más fuerte que su miedo. Cuando el temblor desapareció lo dejo acercarse e inmediatamente lo perdono.

A sus 22 años Jimin tuvo el tiempo suficiente para olvidar el incidente, era obvio que Taehyung no lo superaba. Lo notaba cada que encontraba a su amigo con la mirada fija en su cuello observando la cicatriz o el collar cuando lo usaba. Le costaba tener pareja, al principio era fácil pero cuando intentaba llevar la relación a algo más y se quitaba el collar, su pareja se alejaba pensando que ya había estado marcado. Por más que explicaba no servía. No querían un omega que había sido marcado por otro. Las marcas se podían deshacer dejando una cicatriz en su lugar, pero aquello no era la cicatriz de un lazo roto, si no el acto de un niño rebelde y enojado.

—Tu pagaras la gasolina o no te pasare la tarea y no quieres reprobar ¿verdad? —pregunto Jimin con un rostro retador.

Taehyung lo miro serio. Recién había cobrado de su trabajo en el cine como cajero. La fiesta sería en la ciudad vecina, no gastaría mucho, planeaba comprarse una chaqueta que deseaba desde hacía tiempo y ese con ese dinero de menos no podría obtenerla pronto y su amigo lo sabía.
No debía reprobar otra vez o reprobaría el semestre. Ambos estudiaban arquitectura y Jimin era su salvación en las materias difíciles.

—Bien. Yo pago —Bufo molesto saliendo de la habitación detrás de Jimin —adiós señores Park —se despidió al verlos en la sala.

Los papás de Jimin aún no aprobaban la amistad de los chicos, creían que seguía siendo el mismo adolescente rebelde. Le costó dejar de ser agresivo, pero gracias a sus padres, a Jimin y las terapias logró liberarse de la furia extraña que tenía, ni siquiera el entendía porque tenía aquellos ataques. La psicóloga les dijo que su lobo era el culpable, que era agresivo y posesivo por eso se molestaba cuando un niño tomaba su lápiz sin pedir permiso, su lobo salía a reducir y lo hacía encajarle el lápiz al niño, nunca paso a mayores más que golpes y sangre de por medio. Meses después comenzaron a ver cambios mínimos y tres años después Taehyung ya controlaba a su lobo.

𝚂𝙴𝙲𝚁𝙴𝚃𝙾𝚂, 𝙲𝙸𝙲𝙰𝚃𝚁𝙸𝙲𝙴𝚂, 𝙼𝙾𝚁𝙳𝙸𝙳𝙰𝚂 - [𝚅𝙼𝙸𝙽]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora