𝚂𝙴𝙲𝚁𝙴𝚃𝙾𝚂, 𝙲𝙸𝙲𝙰𝚃𝚁𝙸𝙲𝙴𝚂, 𝙼𝙾𝚁𝙳𝙸𝙳𝙰𝚂 - [𝚅𝙼𝙸𝙽]

○•○•○ Tres ○•○•○

Despertó sin los síntomas del segundo día de celo, parpadeó repetidamente hasta que sus ojos le dejaron ver con claridad, estaba en su habitación. Suspiro aliviado y al hacerlo el cuerpo le dolió, no era grave.

—Despertaste cariño —encontró a su papá omega como en otros celos. Siempre lo cuidaba.

La mano de su papá le acarició la mejilla con ternura. Detrás de ellos se abrió la puerta apareciendo su padre, se veía molestó. Trago nervioso, ambos padres le pedían que revisara bien la fecha de sus celos antes de salir, pero que podía hacer el cuándo sus celos eran irregulares. El médico le dijo que su cuerpo estaba bien y que solo debía cuidarse más, no era nada malo.

—Taehyung —notó el clásico rechinar de los dientes de su padre alfa cada que mencionaba a su amigo —te trajo esta mañana y el doctor ya te revisó.

—¿El doctor? Solo es mi celo —El rostro preocupado de su papá lo asustó —¿Qué tengo? ¿Por qué el doctor me revisó? —se sentó en la cama.

—Tomate el supresor primero —le entregaron una pastilla y un vaso con agua. Se lo tomo sin dudarlo.

No parecía estar en su segundo día de celo más bien se sentía como si ya hubiera terminado, lo cual era imposible si esa madrugada había comenzado y duraría tres días.

—¿Recuerdas las noticas de ayer en la mañana? —pregunto el alfa. Hablaba con cautela y Jimin no entendía por qué.

Recordó a la mujer de las noticas.

"Para los médicos sigue siendo un misterio por qué suceden los cambios de olor. Dicen que no es nada grave y los omegas pueden seguir con su vida normal"

Hacía unos años varios omegas comenzaron a cambiar de aroma. No puedes elegir ser alfa, omega o beta, una vez que se presentan y aparece el aroma este no cambia, pero el de ellos cambiaba.

—Tu aroma cambio hijo —explico el omega —el doctor dice que algo en tus hormonas se alteró sin razón y tu olor se suavizo.

—¿Sin razón? —olfateo el aire disimuladamente dándose cuenta de que en la habitación había un aroma a alfa, uno a omega macho y uno similar a una omega —huelo a una omega —agitó la cabeza negando.

Amaba su olor a chicle de fresa pegajoso y extremadamente dulce. Muchos alfas caían estampados como moscas en su cama debido al aroma. El que ahora olfateaba era suave como a lavanda. Era un aroma suave como el característico de las omegas y completamente diferente al de él.

—Es inexplicable, dice el medico que recientemente se han dado casos en el país—comento el omega preocupado.

No se sabía por qué, pero tampoco era grave, como en las noticas decían los omegas seguían con su vida cotidiana normal. Aun así, él quería su aroma de regreso.

—¿Cómo paso? —Jimin susurro llevándose las piernas al pecho y abrazándose a ellas. Estaba consternado

Ambos padres se sentaron a su lado y lo abrazaron. No hay nada malo respecto a su fisiología, pero si era algo que era discriminado por un porcentaje de la sociedad. Un omega macho con aroma a hembra enfurecía a los alfas que se sentían engañados cuando ellos querían una omega y terminaban con un omega en su cama. No era culpa del omega si no del celo incontrolable del alfa que ellos no podían diferenciar. Los omegas eran agredidos por el alfa.

—El cambió es similar al celo, es repentino y dura menos de 10 horas, es diferente en cada omega —su papá le acarició el cabello al explicar —el aroma cambia y ya no regresa o al menos ninguno de los omegas que han cambiado de aroma han recuperado el suyo.

Un proceso simple pero que cambio su vida. Jimin se obligó a no llorar, no era el fin del mundo. Si una cicatriz no le impidió seguir de pie, esto tampoco lo cambiaría.

—Estaré bien —sonrió con sinceridad. Soltó sus piernas y abrazo a sus padres —créanme, haya afuera existe un alfa que me aceptara con la cicatriz en mi cuello y mi ahora aroma peculiar —los apretujo feliz.

Al alejarse los ojos de sus padres no cambiaron el semblante preocupado. Los soltó y miro extrañado.

—No es tan malo —río nervioso queriendo creerlo.

Si ellos no le ayudaban y daban fuerza no creía poder. Su papá le acarició la cicatriz, la piel fría le hizo cosquillas.

—Jimin —lo llamo en un tono lastimero.

—¿Qué? —la mirada inocente de Jimin enfureció a su padre.

El alfa se levantó molesto, pateó la base de la cama desahogado la frustración.

—Díganme ya —exigió comenzando a molestarse.

—Taehyung te marco —confesó el omega.

Jimin perdió la fuerza del cuerpo.

—No. No lo hizo, a él le gustan las omegas y yo evidentemente no soy una —se señaló. La situación era graciosa que no evitó reír un poco.

—No te preocupes —el alfa le tomo la mano —estarás bien. Haremos que se rompa el lazo y volverás a ser el mismo de siempre, sabes vivir con una cicatriz —ya no había enojo solo un tono cariñoso en la voz de su padre.

La mano de Jimin viajo a su propio cuello dónde conocía bien que existía ahí. Tentó el relieve y no se sintió como antes. Nunca olvido la sensación de su piel los primeros días de que Taehyung lo mordiera. Un jadeo de angustia salió de sus labios. Con la misma mano que se tocó el cuello se tapó la boca. Se negó a llorar.

—El esta abajo con sus padres. Te están esperando. Aceptaran cualquier decisión que tomes —dijo el alfa.

—¿Cuál decisión?

—Hay dos opciones: deshacer el lazo o aceptar a Taehyung como tu alfa —lo último no le agrado a su padre. Gruño disimulado.

Dos únicas opciones. Tenía que elegir el futuro de su vida ahora mismo. No se sentía preparado con tantos sentimientos encontrados en su interior.

Hola guys

Espero les haya gustado el capítulo 🙌
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Notita importante: en esta historia me referire al padre omega de Jimin como "papá" mientras que a su padre alfa "padre".

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Saludos y besitos 😘 💜