○•○•○ Treinta y dos ○•○•○

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Jimin espero a que su papá terminara de hablar antes de alarmase más. Su padre fue operado y estaba en el hospital, eso no era bueno. Lo peor era que se lo ocultaron

—Ayer lo operaron del apéndice. La operación fue exitosa, no tienes por qué preocuparte. Estaremos un par de días más aquí y lo darán de alta.

Fue un alivio saber que estaba bien.

—Iré enseguida.

—No Jimin. No te dejaran entrar, solo puede estar una persona adentro durante la noche, ven en la mañana —sugirió su papá.

—Bien —acepto nada feliz —¿quieres que te lleve algo?

—Seria genial si me traes comida y luego cuidas a tu padre para ir a darme un baño y volver.

—Está bien.

—Cariño ¿porque estas en casa? —pregunto extrañado.

—Los extrañaba —no mintió, pero no sabía que más decir —han pasado cosa que sería mejor platicar en persona.

—Entiendo. Duerme un poco más y ven a vernos —la voz de su papá se volvió dulce y cariñosa —te quiero pequeño.

—Yo igual.

La llamada finalizo.

Paso las siguientes tres horas dormitando y dando vueltas en la cama. No dejaba de pensar en sus padres, el quería estar pendiente de ellos y sabía que no le comentaron acerca de la operación por su viaje, en un viaje que pensaban ellos Jimin se estaba divirtiendo. Sus padres seguían guardándole secretos para no preocuparlo, por ello no les guardaba rencor por no decirle sus orígenes. Los entendía.

El sonido de una llamada entrante lo hizo levantarse de la cama de golpe, contesto rápidamente pensando que era su papá.

—Hola.

—Hola Jimin, soy Dafne.

La última persona que se suponía debía marcarle, se habían dicho adiós definitivamente. La omega sonó apenada.

—No esperaba su llamada —fue sincero.

—Lo supuse. Lo estuve pensando —hizo una pausa breve —mi hermana quería que te conociera un poco más. Ella seguro te sigue esperando ¿Crees que podías viajar a Madrid a visitar su tumba?

No supo que decir. Por una parte, comenzo a tener ganas de saber más sobre su familia biológica, sobre su madre, conocerla a fondo, verla crecer en fotografías. Mientras que por la otra estaban sus padres, quería conocer lo que pensaban sobre el asunto, necesitaba saber si con ello no los lastimaría, porque era lo último que quería.

—Necesito pensarlo. Quiero que mis padres sepan lo que descubrí —comento tranquilamente.

—Entiendo. No te presionare. Llámame cuando te sientas listo, los gastos corren por mi cuenta —la voz de la mujer fue más hogareña que cuando estuvo en corea —cuídate Jimin.

—Adiós.

La oferta de su tía le dio una respuesta a la intranquilidad que tenía desde que la vio por última vez. Tal vez lo necesitaba para cerrar el capítulo.





 Tal vez lo necesitaba para cerrar el capítulo

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𝚂𝙴𝙲𝚁𝙴𝚃𝙾𝚂, 𝙲𝙸𝙲𝙰𝚃𝚁𝙸𝙲𝙴𝚂, 𝙼𝙾𝚁𝙳𝙸𝙳𝙰𝚂 - [𝚅𝙼𝙸𝙽]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora