—¿Encontraste algo?
—Nada alarmante, señora —respondió Bastian observando la pantalla de la tablet—. Roy Donovan nació en Houston. Se graduó de la academia de artes marciales, es cinturón negro en Krav Magá. Trabajó en clubes nocturnos, hasta que consiguió un empleo en una compañía privada de seguridad. Después de eso, fue contratado como guardaespaldas de la esposa de un magnate de la industria petrolera.
Había algo raro en ese hombre. Me provocaba curiosidad su forma de observarme, su temple de acero, y esa seguridad determinante en cada una de sus palabras.
Minutos después de que él se marchara, no dudé en pedirle a Bastian que lo investigase.
—¿Nada más? Sus antecedentes, ¿algún crimen?
—Lo típico de un trabajo como ese. Alteración del orden público, alguna que otra pelea. De ahí en fuera, ni una multa de tránsito. Está limpio, señora.
Aun así, necesitaba atar todos los cabos posibles.
—Bastian, ¿por qué nunca supe que mi secretaria tenía un hermano?
—Porque no lo sabíamos, señora.
Una idea alucinó mis sentidos. Con agilidad, me alejé del placentero sillón principal, para comenzar a propinar pequeños pasos alrededor de mi circunferencia.
—Leila.
—:La escucho, señora Alessia.
El sistema de asistencia instalado era prodigioso. Fiscalizaba todo en mi despacho, desde las luces hasta las cámaras de seguridad. Su base de datos era milimétricamente instaurado, facturaba el conteo de cada persona que trabajaba para mí.
—Necesito el nombre completo de Selena Michaelson.
Si eran hermanos por parte de madre, sus segundos apellidos deberían coincidir.
—:Selena Michaelson Scott..., ¿desea algo más?
—No. Gracias, Leila.
—:Confirmado.
Analicé fijamente a Bastian, con la confianza de que entendiera mi conjetura.
—¿Y bien?
—Roy Donovan Scott —sentenció leyendo la información—. Efectivamente, los segundos apellidos coinciden. Aunque si desconfía, usted solo dé la orden.
Me posicioné cerca de las enormes ventanas de cristal, observando el atractivo panorama de Tesalia.
—Mándalo a seguir. —Le ordené—. Quiero a alguien detrás de él, las veinticuatro horas. Si esconde algo, lo sabremos.
Veremos si es confiable, señor Donovan.
—Como usted ordene. Ahora creo necesario concentrarnos en el atentado. Según el vigilante de turno, dos de las cámaras ubicadas en la parte delantera del emporio, amanecieron fuera de servicio. Lo raro es que en la tarde de ayer no se reportó ninguna falla.
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Emporio di Rossi
AksiyonEl agente Roy Donovan es solicitado por la Central de Inteligencia en Washington. La misión es desmantelar Black Diamond, una organización criminal involucrada con el tráfico de diamantes de sangre. Alessia di Rossi dispone la fortuna más poderosa d...