Durante una mirada

27.-SILENCIO ENSORDECEDOR

HUTCH

FLASHBACK

—Hasta que te dignaste a aparecer—espeta recio mi padre con las manos apoyadas en la mesa.

Elliot se ríe girando en su silla con una pluma en la boca.

—Siéntate— empuja la silla con ruedas para mí.

—Debe ser algo demasiado importante para que nos tengas reunidos hoy lunes en mi empresa— suelto tajante.

—Es mía.

—Era. —recargo todo el peso sobre la silla y apoyo el brazo en la mesa.

—¿Nos hablaras de la herencia? — inquiere divertido el idiota de mi hermano, provocando que me trague la risa —Porque si es así déjame decirte que soy digno de merecerla. Quiero las acciones de Texas.

Enarcó una ceja. Nuestro padres nos mira furioso por la falta de seriedad que le damos.

—No es de eso lo que quiero hablar. — me mira y mi expresión cambia.—Quiero hablar de tu mujer.

Empuño mis manos, presiento que se vendrán problemas. Le sostengo la mirada. Mi cuerpo se tensa por la única razón de que mi padre la mencione.

El silencio sepulcral hace que mi rabia aumente.

NO SE ATREVERÁ A HACERLE ALGO.

Arroja cinco carpetas a nosotros, Elliot se endereza y toma una abriéndola de par a par. Yo solo lo veo de reojo.

—¿QUÉ ES ESTO? — la pregunta sale con desesperación. 

—Ya te has dado cuenta tú, ahora deja que tu propio hermano lo averigüe por sí mismo.

Elliot se vuelve hacia  a mi entregándome la que lleva en las manos, abre y cierra carpetas en segundos.

Le dedico una mirada a mi padre por segundos y paso a ver qué es lo que tanto quiere que me entere. Hoja por hoja, leo unas líneas y levanto la vista al hombre que me clava la mirada, la cierro de golpe y tomo otra, vuelvo a hacer lo mismo con las otras. 

Quedo de pie deshaciendo cada reporte, cada informe, cada hoja. 

Niego una y otra vez. Vuelvo a la primera que abrí.

TODO ESTO ES UNA PUTA MENTIRA.

—¿QUÉ HICISTE PARA VINCULARLA A ESTO?

—¿YO? Me acusas a mi— espeta indignado. Rodea la mesa a pasos lentos mientras sigue con su discurso— ¿QUÉ? Con las pruebas no te basta para darte cuenta el tipo de mujer con la que estás. Que poco conoces a tú mujer.

Ambos estamos que no nos lo creemos. Mi cerebro se niega. Es una mentira toda esta información. Necesito hablarle.

—¡Esto es mentira! ¿Quién te lo dio papá?— cuestiona Elliot.

—Fue parte de una investigación. Después de las auditorías a finales de Julio, leí unos informes y seguí cada paso de las licitaciones encontrando anomalías. Todo viene de la información de la señorita Stone.

Explotó.

—¡ES UNA ESTUPIDEZ! ¡NO PUEDE SER VERDAD! Entrégame todo lo que encontraste. Voy a llegar al fondo de esto.