4.- COSQUILLEO

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HUTCH

Elliot tiene días insoportable, haciendo preguntas por todo desde el pasado viernes, en ocasiones dudo que sea mi hermano por lo entrometido que es.

—Esta soltera— afirma mientras juega con algo en la mano, estando recostado sobre un sofá.

—¿No tienes trabajo que hacer verdad? —pregunto desde mi lado del escritorio. Jackson espera a mi izquierda a que le entregue unos documentos ya firmados.

—Es muy bonita y soltera— vuelve a recalcar.

—¿Y se supone que debes saber todo el estatus sentimental de cada mujer de la empresa? ¿Eso también es parte de tu trabajo?

Hace como si lo pensara —Si y no, ¿te dije que me agrada?

—También te agrada las de recepción, Marie, todo el personal de marketing, las de contabilidad, las señoritas de limpieza...— Jackson reprime una sonrisa

—Es inevitable, amo a las mujeres y ellas a mí. Eso no es lo más importante de esta conversación, lo importante es que les gusto a Bennet y a Antoni.

Si las miradas mataran, desde hace mucho que lo habría hecho.

—Me di cuenta— vuelvo al informe sobre mis manos —eso no tiene nada que ver conmigo.

—Vamos Hutch acéptalo— camina hacia mi lugar —Te agrada, tengo años de no verte bailar con alguien, ni de charlar tan cerca de una mujer.

—Elliot, necesito que termines los oficios que te entregará Marie, así que largo.

—Hermano, entiendo que seas tan testarudo, pero...

—¡LARGO! — alzo la voz, aun así, no me hace caso y se sienta en la silla frente a mí.

—¿El impulsivo Hutch volvió?

—Deja de decir estupideces— mascullo —No tengo que darte explicaciones de lo que hago o con quién hablo.

—Si AJA.

—¿Qué quieres? ¿A qué quieres llegar con esto? — hablo soltando los papeles.

—Fácil hermanito, quiero que te des una oportunidad...

Golpeo la mesa con la mano levantándome de golpe, me ha hartado. Salta de su lugar.

—No me involucrare con nadie mucho menos con una empleada, no me interesa, grábate eso en la cabeza Elliot— señaló mi sien.

Suelta un largo suspiro.

—Solo quiero hermano que te des una oportunidad de conocer a alguien, es lo que más deseo... —habla sin burla, sonando sincero—. Que vuelvas a sentir ese amor...

—Para mí el amor se fue con la mujer que murió hace 5 años.

Termino recogiendo los papeles de la mesa para pasárselos a Jackson.

—Vuelve a tus actividades Elliot, largo de aquí los dos.

La oficina termina en silencio, miro hacia la pared con cuadros, la fotografía de nosotros 4 en el primer cumpleaños de Ben, meses antes de que cayera en cama.

El recuerdo de Susan me acompaña a diario, su voz, su risa, su olor dulce, los tengo bien marcados. Nuestra casa, nuestra habitación, los pasillos de la empresa, su antigua oficina, los lugares que me hacen viajar a esos momentos a su lado, donde me sentía pleno y feliz.

5 años que no han sido fáciles, estoy en el limbo, desconectado de los sentimientos. He dejado de sentir y de amar desde el día que ella partió una fría mañana de enero. No es que no ame a mis hijos, ese es otro amor muy distinto. Ellos son el fruto de mi matrimonio, del enorme amor que le tuve a mi esposa, son el motivo por el que me desvivo cada día.

Durante una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora