MILA
Despierto hecha un ovillo en una suave cama de sábanas blancas, no es mi casa por la luz que entra y el aroma que me rodea, tampoco la de Sarah porque la cama de ella no es de este tamaño y no está a mi lado, lo compruebo aún con los ojos cerrados estirando mis brazos a mis lados, intentando encontrarla.
El dulce aroma de la lavanda inunda mi paz. Paz que se convierte en tormenta al abrir los ojos.
Parpadeo, parpadeo, enfoco la enorme ventana ¿dónde estoy? ¿Qué paso ayer?
NO- NO- NO- NO- NO
Los recuerdos golpean como un cubetazo de agua fría.
"SU NOVIO" "PRIMERA VEZ" "CHICO BONITO " IMBÉCIL" "DON ORGULLOSO" "OJOS VERDES" "ROB"
Me siento de golpe mirando todo a mi alrededor y con el cabello cubriéndome por completo la cara. Una arcada me llega, salto de la cama, pero caigo de bruces y llego a rastras al baño.
Recuesto mi espalda en la pared con los pies bien plantados en el mármol, sé perfectamente donde estoy. Dejando caer mi cabeza hacia atrás me doy de topes con la mano. Tonta, tonta, tonta.
Soy la representación en físico del famoso meme: Me embriagué para olvidarlo y desperté en su casa. En su cama con su ropa puesta y he vomitado su baño.
Ahogo un grito de desesperación y pataleo, ¿Por qué todo me debe pasar a mí? ¿Por qué justamente él? Pude haber terminado con resaca en la casa de Sebas o en la de Sarah, pero terminé en la de Hutch. Definitivo no vuelvo a salir con Sarah no es una buena amiga en el tema de borracheras.
Yo ni siquiera lo llame, los recuerdos llegan abriéndose paso. Rob estaba ahí, Rob estaba minutos después de que llegamos recargado sobre la barra. Derrotada por la situación no me queda de otra más que dar la cara, a menos que pueda escapar por el balcón.
Voy al lavabo a lavarme la cara, en mi reflejo veo la camisa blanca que llevo y no recuerdo haberme colocado, y no, no traigo bragas. Ruedo los ojos para mi misma, estoy hecha un desastre, mi cabello tiene nudos parezco un mapache por los residuos de maquillaje y tengo lagunas de recuerdos de esta noche. Abro la ducha para darme un rápido baño y acabar con la poca dignidad que me queda, necesito más minutos para salir y enfrentarlo.
Me cubro con una bata de baño y con una toalla seco mi cabello, me quedo absorta sobre el marco de la puerta al ver la silueta a través de las cortinas claras que dan al balcón.
Hutch cruza la puerta para detenerse frente a la mesa de una sala de estar. Lleva un pantalón claro y una camisa celeste con las mangas arriba, su cabello castaño cae despeinado a un lado.
—No ha pasado nada, no debes de preocuparte— dice con tranquilidad.
Suspiro y siento como mi cuerpo se relaja por completo—¿Cómo llegue aquí? —pregunto en un hilo de voz.
—Viniste conmigo.
—¿Porqué? ¿Cómo supiste donde estábamos?— rodeo la cama para llegar a él.
—Sarah invito a Elliot que estaba conmigo— froto mi cara con mis manos, ocultando mi molestia, no le creo nada —Ven a desayunar algo— señala con la mano una charola con comida.
—Quisiera usar algo de ropa antes, por favor.
Se aleja de la sala y entra por una puerta a su fabuloso closset, trae consigo un conjunto de ropa deportiva de mi talla, no lo dudo y corro al baño a ponérmelo.
Vuelvo con él, que ha tomado lugar en un pequeño banquillo, cojo solo un vaso de agua con hielos. Su mirada pesada me sigue a cada movimiento que doy.
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Durante una mirada
RomanceEL ORGULLO ES El ÚNICO VENENO QUE TE PUEDE INTOXICAR SI NO TE LO TRAGAS A TIEMPO -EN EDICIÓN- ¿Harán a un lado sus prejuicios para luchar por ese inesperado amor?