24.-SUERTE

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MILA

Es de día los rayos del sol se filtran por las cortinas, no quiero moverme del pecho de Hutch, que por su respiración sé que está despierto, sus dedos acarician el costado de mi cuerpo, creando cosquillas que hacen que mis piernas se aferren a él de vez en cuando.

—Estoy pensando seriamente en darte el puesto.

Levanto la cabeza para verlo a la cara.

—¿Me estás spoileando los resultados de la convocatoria? Planeando usar tu poder a mi conveniencia— lo miro entrecerrando los ojos —No quiero.

No responde, pasa de mis ojos a el techo, pareciera como si estuviera resolviendo el acertijo de sus palabras.

—Joshua Hutch no quiero que los resultados se vean influenciados porque nos acostamos o más bien dicho por que mantenemos una relación.

La última palabra hace sonrojarme y vuelvo a recostarme sobre su pecho. Escucho como se ríe.

>>Suficiente tengo con ser la comidilla de la empresa desde aquella ocasión en la fiesta de Aniversario, ahora tú queriendo influir por esto, me niego rotundamente. Quiero que la decisión sea tomada en base a mis resultados de los últimos dos meses, mi esfuerzo dado, me e dedicado al cien estas semanas para ganar ese lugar, no quiero que influyas de esa manera, por favor.

Vuelvo a mirarlo y estira el cuello para dejar un beso en mi nariz luego en mi boca.

—Las personas siempre van a hablar Mila, pero en este caso evitarán mencionar tú nombre porque saben que se meterán conmigo, tarde o temprano se darán cuenta de que eres mi mujer.

Dos palabras. 

MI MUJER.

Me sumerjo en el verde ámbar de sus ojos yendo con pase directo al paraíso.

Si él supiera todo lo que despertó en mi desde la primera vez que dijo esas dos simples palabras. Reafirma mi pensamiento sobre el amor que le tengo.

Mi mujer. Creí que solo sería una empleada, acabo de dar un salto de ser espectadora a protagonista.

—Hazlo por mí, por favor no intervengas.

Deja caer la cabeza en la almohada —De acuerdo, no influiré, pero cuando te quedes con el puesto esperare mi recompensa.

—¿Tú crees que lo logre?

—¿Crees poder con esa responsabilidad?

Ruedo los ojos y apoyo mis manos sobre su pecho subiéndome en él —Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta.

Enseña su perfecta dentadura dibujando líneas en los costados de sus ojos.

—Eres capaz de conseguirlo por sí sola, creó en ti.— me hace sonreír —Voy a hacer pública nuestra relación, sin escondites ni cenas en lugares privados.                             

—¿Qué?

—Es hora. En dos semanas será.

—Hutch yo... no creo estar lista para eso, ayer moría de nervios y creo que estuve muchísimas veces a punto de decirte que diéramos media vuelta y nos fuéramos. No sé si estoy preparada para salir en la prensa.

—Tranquila, lo sabremos manejar en su momento, estoy cansado de ocultarte dentro y fuera de las oficinas, esta ocasión no te preguntare, Rob formara parte de tu vida diaria no me importa que opines lo contrario o que intentes ocultarte, es una petición mía.

—De acuerdo.

—Y una última cosa creo que se llegó el momento de dar un paso importante. Quiero conocer a tus hijas.

Durante una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora