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Taehyung se colocó la sudadera y bajó en silencio, salió por la puerta trasera y rodeó la casa, caminó hasta la esquina y subió al auto.

—¿Estás bien? —Taehyung se encogió de hombros y asintió ligeramente. —¿Fue en serio lo que dijiste en el restaurante?

—No quiero que vayas a prisión, Yoongi.

—¿Qué? ¿Por qué dices eso?

—Si seguimos y nos descubren... —volteó a verlo, con pequeñas lágrimas ya asomándose—, te pueden meter a la cárcel.

—No, no, bebé —se acercó al menor y acunó su rostro, limpiando las lágrimas con sus pulgares—, eso no va pasar, mi amor.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Porque eso solo podría pasar si tus padres me denuncian, pero en enero les contaremos, lo haremos bien para que no les quede duda alguna de que en verdad te amo.

—¿Y si nos descubren antes? Ya viste lo que pasó hoy, si no hubiera sido por Seokjin...

—Por eso debemos mantener el perfil bajo, bebé, sé que no te gusta, a mí tampoco, te lo juro, pero solo será un mes más —besó su frente—, vamos a estar bien, mi amor. Lo prometo.

Se quedaron en silencio aferrados al otro, con los sonidos de la noche y los latidos de sus corazones en sincronía.

—Debes volver, mi amor.

—No —contestó, aferrándose más a sus brazos—, quiero quedarme contigo.

—Pero mañana debemos ir a la escuela.

—Por favor, Yoon, quiero volver a sentirte, quiero que me ames con tu cuerpo.

Yoongi tragó saliva y encendió el auto, donde condujo por las solitarias calles de la ciudad, hasta llegar a su departamento. Deseó que Hoseok ya estuviese dormido, a veces podía quedarse toda la noche despierto pintando, pero afortunadamente todo estaba en silencio.

Llevó al menor a su habitación y lo tomó de la nuca, atacando sus labios en cuanto cerró la puerta, Taehyung se aferró a su cintura por debajo del abrigo, sintiendo la menudita cintura del mayor. Yoongi rompió el beso sosteniéndolo aún de la nuca, ambas respiraciones agitadas.

—Haría todo por ti, Kim Taehyung —declaró y volvió a besarlo con ansias, con ganas de que ese hermoso niño sintiera la necesidad que tenía de amarlo y poseerlo.

Empezó a desvestirlo, quitándole la sudadera junto a la camiseta, llevó sus manos al jogger de Taehyung, metiendo sus grandes manos por debajo de la ropa interior, apretando con ambas el firme trasero del menor.

Bajó besando el abdomen de Taehyung, explorando esa suave piel y marcándola como suya, bajó finalmente las últimas prendas hasta dejar totalmente desnudo al menor. Se arrodilló ante él y besó sus muslos con devoción para luego atacar el miembro de Taehyung.

El castaño se aferró del cabello del pelinegro y se mordió el labio para evitar soltar gemidos, pero Yoongi lo hacía casi imposible por la manera tan exquisita en que lo estaba engullendo, a la vez que un dedo empezaba a acariciarlo alrededor de su entrada, razón por la que no pudo contener un fuerte gemido.

—Shh —murmuró el mayor sobre su glande—, joven Kim, debe ser silencioso si no quiere que nos descubran.

—Es que usted me toca tan bien, profesor Min —gimió—, es un gran maestro.

—¿Qué quiere que le enseñe, joven Kim?

—A montarlo, profesor.

Yoongi alzó al menor que se colgó de su cuello, besándolo en un lío de saliva y lenguas danzantes, se sentó con Taehyung en su regazo, que se frotaba contra él siguiendo el beso.

—Levántate un poco y ve bajando a tu ritmo, bebé.

Yoongi lubricó su miembro y lo colocó en la entrada del menor, Taehyung bajó y sintió la punta del mayor rozar e introducirse un poco, subió y bajó un poco, abarcando más de la extensión de Yoongi cada vez.

—¿Sientes cómo te abres para mí? —murmuró Yoongi—, ¿lo bien que me recibes? Me encanta cómo me deslizó dentro de ti, reclamando todo a mi paso, siendo el único que te ha tocado y que te ha hecho el amor.

Taehyung se mordía cada vez más fuerte los labios con tal de reprimir los gemidos, pero estaba llegando a su máximo y en la libertad de su orgasmo gritó el nombre del mayor a la vez que sintió la esencia de Yoongi recorriendo sus muslos.

El mayor se desplomó sobre el colchón, atrayendo a Taehyung con él, rodeándole la cintura mientras dejaba pequeños besos en su cuello.

—Te amo, Kim Taehyung. Eres tan delicioso —el menor rió, escondido en el cuello del mayor—, nunca estaré saciado de ti —dijo, acariciando su cintura y soltando un bostezo.

—Oye, no te duermas —dijo levantando su rostro—, no seas un viejito como dice Jungkook, todavía quiero más.

—Retiro lo dicho, ya quedé saciado de ti —contestó riendo, con los ojos cerrados.

—¡Yoon! —golpeó su hombro y el mayor rió más fuerte.

El pelinegro tomó hábilmente al menor, colocándolo debajo de él y le abrió sus piernas, acomodándose entre éstas.

—Te vas a arrepentir de haber pedido más —le susurró en el oído justo al momento de hundirse en él, Taehyung soltó un jadeo pero sonrió complacido por sentir nuevamente el placer de tener a Yoongi dentro de él.

El mayor colocó una de las piernas de Taehyung sobre su hombro y se aferró a su cintura para empujarse y llegar más profundamente, podía notar las marcas que dejarían sus dedos, pero eso le dio mayor satisfacción.

Taehyung se aferró a las sábanas para controlar el placer que le recorría el cuerpo, estaba amando cómo las embestidas se volvían más bruscas, nublándole el raciocinio y siendo el nombre de Yoongi y la palabra "más" lo que podía arrancar de su voz.

La habitación se llenó de gemidos atrapados en labios mordidos y la piel del otro, del sonido obsceno de pieles chocando, dispuestos a seguir amándose durante toda la madrugada.

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La reconciliación 🔥

Profesor Min | YOONTAE | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora