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Mientras Taehyung corría ocultándose inútilmente bajo las copas de los árboles, maldecía por no haber querido ser mal tercio entre Jimin y Jungkook, a quienes había dejado solos después del cine.

Ahora huía de la lluvia y su teléfono se había quedado sin batería. Algunos locales se encontraban cerrados por el clima, hasta que vislumbró una cafetería con un letrero neón que decía ABIERTO, corrió y se adentró en el acogedor espacio.

Recorrió el lugar con la vista hasta que se topó con un rostro conocido y la lluvia ya no le pareció tan mala.

—Profesor Min —saludó con una sonrisa, de pie ante el mayor.

—Taehyung —pronunció sin ocultar su asombro, dejando de teclear en su computadora—, ¿qué haces aquí?

—La lluvia me agarró a medio camino y fue el primer lugar que vi abierto. ¿Puedo? —preguntó recorriendo la silla. Yoongi miró alrededor, donde solo estaba una pareja y el barista.

—No está bien que —empezó a decir, pero se interrumpió ante el chirrido que hizo la silla al volver a acomodarla en su lugar con brusquedad.

—¡Dios! Solo me estoy sentando frente a usted —exclamó Taehyung molesto—, pero como quiera —dijo y se dio la vuelta.

—No, espera —Yoongi se levantó y lo tomó del brazo, girándolo—, aún llueve, ven —le recorrió la silla y tomó su mochila para colgarla en otro de los asientos vacíos. —Discúlpame, ¿quieres un café? Yo invito.

—Prefiero un chocolate caliente.

—Perfecto, quítate el abrigo, está empadado y te puedes enfermar. Usa el mío si tienes frío.

Yoongi fue hacia la caja y el menor sonrió, tomando el abrigo del mayor, lo olisqueó unos segundos y su sonrisa se hizo más amplia, lo colocó sobre su regazo y metió sus manos para calentarlas.

—En un momento lo traen —dijo y se sentó en su lugar.

—Gracias —respondió. Yoongi empezó a guardar los papeles que tenía sobre la mesa y su computadora. Taehyung tomó uno de los libros que vio en una pequeña pila.

—Éste ya lo terminé —dijo, señalando Persuasión de Jane Austen—, amé la carta del Capitán Wentworth, todos esos sentimientos albergados por ocho años.

—E incluso más fuertes que en su juventud —confirmó el mayor—, es de mis favoritos de la autora.

—Solo había leído Orgullo y Prejuicio, las cartas eran muy importantes en ese entonces, ¿no? Parecían el arreglo de todas las discusiones.

—Bueno, había reglas de etiqueta que no permitían a dos amantes estar solos, por ejemplo, sino existía un cortejo, e incluso así. Por lo que la única manera de expresar sus sentimientos sin ninguna regla de sociedad, era en ese formato epistolar e íntimo.

—Imagino que hasta la espera de recibir una carta era romántico —el menor suspiró y Yoongi le sonrió en respuesta. El barista les llevó su orden y Taehyung lo probó, asintiendo en aprobación.

—¿Viene mucho aquí?

—Sí, a esta hora mi roommate trabaja en su arte y suele poner la música muy alta, así que necesito un espacio silencioso. Este café no es tan popular como debería, pero al menos la poca concurrencia me permite mayor concentración.

—De hecho, paso por esta calle cuando regreso de casa de Jungkook, pero como suelo ir en auto, no me fijo mucho en los negocios. Pero ahora vendré más seguido sabiendo que estará aquí —dijo con una sonrisa. Yoongi se emocionó por un instante, pero se mordió el labio y bajó la mirada.

—Soy tu profesor —declaró.

—Estamos fuera de la escuela, no llevo mi uniforme, en este momento solo somos dos personas compartiendo una bebida, ¿no cree? —dijo el menor, confiado. Yoongi pareció meditarlo y luego asintió.

—Bueno, pero no me hables de usted, solo dime Yoongi.

—A mí me gustó que me dijeras Tae.

—Solo se me salió —admitió, avergonzado—, estaba preocupado por tu golpe.

—Sí estuvo feo —rió ligeramente—, eso me pasa por distraerme viéndolo, digo, viéndote —corrigió con una sonrisa. Yoongi bajó la mirada avergonzado y escondió una pequeña sonrisa bebiendo su café.

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Pasar las tardes en ese café se había hecho una costumbre. Yoongi llegaba a su acostumbrada hora y se ponía a trabajar, pasadas las cinco de la tarde, el menor entraba y se acercaba a él con una sonrisa, dejaba sus cosas y se iba a ordenar. Se quedaban charlando hasta las 7 p.m.

Yoongi sabía en su interior que, aunque esos encuentros eran totalmente inofensivos, si la directora Kim se enterase, no estaría muy contenta.

Probablemente Taehyung le hacía creer que estaba en casa de Jungkook u en otra parte, y prefería ignorarlo, evitando preguntarle al menor, pues no quería dejar de verlo fuera de la escuela, verlo solo como Taehyung, y no como su estudiante.

—Joven Kim —lo llamó cuando estaba por salir del salón junto con sus compañeros. Taehyung se acercó al escritorio y Yoongi dio un vistazo para asegurarse de que estaban solos. —Solo quería avisarte que hoy no iré al café —se rascó la nuca, incómodo—, no sé si pensabas ir, obviamente no estás obligado, yo solo...

—Ayer mi mamá pasó por mí directo a casa de Jungkook —lo interrumpió—, y no pude avisarle porque no tengo su número, pero —se acercó un poco más—, no quiero dejar de verte... —dijo esto último en un susurro. Yoongi asintió y sonrió ligeramente.

—Hoy no iré porque mi mejor amigo tendrá una exhibición de su arte.

—¿En serio? La otra vez que me habló de él lo busqué y me encantaron varias de sus obras.

—Tengo un boleto extra, si te gustaría ir conmigo —se aclaró la garganta—, o sea, no conmigo, pero puedes ir si te interesa el arte.

—Me encantaría ir contigo —dijo, acercando su mano y rozando ligeramente el dorso del pálido.

—Bien —contestó Yoongi con una sonrisa tímida—. Esto es algo... un poco más público, no quisiera que le mintieras a tu madre al respecto, si quieres puedo hablar con ella.

—No, yo lo hago, yo le diré —dijo el menor, a lo que Yoongi asintió.

—¿Quieres que pase por ti?

—Yo llego ahí, solo mándame la dirección —Taehyung sacó un papel y pluma donde anotó su número y se lo entregó—. Nos vemos —se despidió, pero al llegar a la puerta divisó el pasillo y al encontrarlo vacío, regresó y le dio un rápido beso a Yoongi en la mejilla, para después salir corriendo con una gran sonrisa, dejando a un pelinegro sin reaccionar.

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Gracias por los votos :D

Profesor Min | YOONTAE | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora