Profesor Min | YOONTAE | COMPLETA

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Tres años después.

Taehyung abrazó a Nana en cuanto la vio, soltó las maletas y corrió feliz hacia esa señora que lo había cuidado desde nacido.

—Pero si mi niño Taehyung ya no está, ahora es un muchachote guapo y fuerte.

—Me avergüenzas, Nana —rió el menor.

—¡Taehyung, hijo!

—Hola, mamá. Les presento a Bogum.

—Park Bogum, mucho gusto —hizo una venia—, gracias por dejarme pasar las vacaciones en su hogar, Sra. Kim.

—Es un gusto, Bogum —le sonrió—, Taehyung no dijo lo apuesto que eras —dijo y el muchacho sonrió cohibido. Jin-hu le pidió al personal que subieran los equipajes de los chicos y pasaron al comedor para almorzar.

—¿Cómo sigue tu abuelita, Bogum?

—Dicen mis padres que está bien, le ayuda mucho que la estén cuidando.

—Me alegro, nada como la familia.

—¿Y papá?

—Trabajando, no logró desocuparse pero nos acompañará para la cena.

—En realidad quería llevar a Bogum a cenar a mi lugar favorito, allá ningún restaurante italiano le hace justicia.

—Está bien, igual tendremos a Bogum durante todas las vacaciones —tomó un bocado—, ¿y cómo se conocieron? Taehyung realmente no nos cuenta mucho.

—Nos sentamos en la misma mesa de estudio de la biblioteca —dijo Bogum—, en la universidad tácitamente cada uno asigna su lugar hasta que se encuentra cómodo, y así empezamos a coincidir hasta que fuimos por un café.

—Estudias arquitectura, ¿no?

—Así es, es mi último año.

Siguieron comiendo y charlando, hasta que la Sra. Kim fue por el postre y Taehyung se ofreció a ayudarla.

—Mamá —la abordó el menor, queriendo hacerle la pregunta que había querido desde que entró a la casa—, tú... ¿ha sabido de él?

—¿De quién, hijo?

—De Yoongi —contestó, ligeramente nervioso. En tres años, solo había abordado el tema con sus padres una vez, cuando había pasado un año y les preguntó si sabían de él, su padre le dijo que cuando quitaron la vigilancia, les informaron que se había mudado.

—No, corazón, y tampoco le seguimos el rastro, como te lo prometimos. Seguramente él está viviendo en otra ciudad, quizá ya esté casado y tenga una familia —le dijo, entregándole los platos para que los llevara al comedor.

—Ya no pienses en él, hijo —le acarició la mejilla y Taehyung se sobresaltó un poco, cada vez que su madre lo tocaba, recordaba cuando lo había abofeteado—, él te olvidó muy fácil, todas esas palabritas no fueron tan especiales al final de todo, ¿no crees? —le sonrió— vamos, que Bogum nos espera, me encanta ese muchacho para ti —dijo antes de salir.

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—Hacen la pasta aquí mismo y tienen su propio huerto —le contó Taehyung a Bogum, mientras revisaban el menú—, una vez lo visité con —Taehyung abrió los ojos y boca, Bogum frunció el ceño y giró hacia donde el menor veía, habiendo varios comensales en el restaurante y no sabiendo qué había sorprendido tanto al menor— Yoongi —soltó en un murmuro.

—¿Yoongi?

—Buenas noches, mi nombre es Yoongi y seré su mesero esta noche —hizo una venia, Taehyung no despegaba los ojos del mayor, pero Yoongi no posaba su mirada en él, sino en la tableta que sostenía. —¿Se encuentran listos para ordenar o prefieren que les dé unos minutos?

—Aah... no sé. Tae, tú me trajiste, ¿qué debería pedir?

—Yoongi —dijo el menor levantándose, el mayor tragó saliva y levantó el rostro para verlo.

—Hola —susurró en respuesta y esbozó una pequeña sonrisa.

Taehyung solo podía verlo, quería capturar por completo al mayor, quería asegurarse que no era su imaginación y en verdad tenía a Yoongi frente a él.

Más delgado, con algunas ojeras, el cabello más largo, su último recuerdo lo golpeaba durante las noches, el rostro del mayor enrojecido por el llanto, el dolor en cada facción, pero verlo ahora, no le daba la satisfacción que había creído tener cada vez que se imaginaba cómo sería volverlo a ver, porque Yoongi no tenía buen semblante, parecía enfermo.

—Les daré unos minutos más —volvió a hacer una venia y se retiró, Taehyung alzó su mano para detenerlo pero apenas rozó la camisa del mayor.

—¿Qué fue eso? —preguntó Bogum, confundido pero tratando de sonar relajado. —¿Se conocen?

—Él... nosotros... —Taehyung no había despegado la mirada de Yoongi desde que se había ido, el mayor se encontraba tecleando algunas cosas en una pantalla, le hizo la señal a otro mesero de que se acercara, le murmuró algo y éste asintió, entonces Yoongi salió por un pasillo que daba a la parte trasera. —Dame un momento —dijo Taehyung, levantándose y yendo detrás de Yoongi.

Cuando salió, vio al mayor a unos metros, caminaba de un lado a otro, ocultando su rostro con las manos mientras negaba varias veces.

—Yoongi —lo llamó, el mayor se sobresaltó y se alejó unos pasos.

—Taehyung —dijo, con los brazos cruzados sobre el pecho—, hola, ¿cómo has estado? —a simple vista, su voz sonaba normal, pero Taehyung notaba un dejo de nerviosismo, justo cómo él también se sentía.

—Bien, gracias, ¿y tú qué tal?

—Bien, también —asintió—, ¿tú... cuándo volviste?

—El día de hoy —caminó hacia él—, yo pensé que... estabas fuera de la ciudad, ¿regresaste hace poco?

—¿Fuera? No, yo... no he salido —el menor lo miró confundido—. Has crecido mucho, te ves más apuesto, si eso es posible —rió, tratando de aminorar la tensión, Taehyung sonrió y el mayor guardó esa sonrisa para sus recuerdos.

—Me gusta cómo te queda el cabello largo —dijo, sincero.

—No intentes darme cumplidos, me veo y siento más anciano, cada vez más cerca de los treinta —ambos rieron y luego el silencio se situó, tenían tantas cosas que decirse, pero no sabían si abordarlas o tragarse sus sentimientos.

—¿Ya no volviste a dar clases?

—Eh no, yo... —se miró, contemplando su uniforme de mesero—, ha sido un poco difícil, am... pero deberías volver, le dije a un compañero que cambiáramos de mesa para que no te sientas incómodo —se dirigió hacia la puerta—. Me dio gusto verte y saber que eres feliz, les deseo lo mejor —dijo y regresó al restaurante antes de que el menor pudiera contestarle.

Taehyung volvió a entrar y lo buscó con la mirada pero no lo encontró, fue a sentarse con Bogum y le pidió una disculpa por dejarlo.

Durante la cena, Taehyung siguió buscando a Yoongi pero parecía haberse esfumado del lugar, cuando el mesero fue por la cuenta, el menor le preguntó por Yoongi, a lo que le contestó que había tenido que retirarse por una cuestión personal, Taehyung le rogó si podía decirle dónde vivía el mayor, pero el mesero le contestó que no tenían permitido revelar datos de los empleados.

Taehyung no pudo dormir esa noche, pensando en cómo localizar a Yoongi, tenían que hablar. Por lo menos, él le debía una disculpa y explicación al mayor de por qué no había cumplido su promesa de irse con él aquella fatídica noche, quería saber que había sido de su vida, por qué trabajaba como mesero, por qué había adelgazado tanto que se veía enfermo, si había conocido a alguien, si tenía una familia...

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Yoongi entró al departamento y la pequeña Lily fue gateando para que la alzara en brazos, el pelinegro la cargó y dejó un beso en la mejilla de la niña de un año.

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