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Yoongi esperó a Taehyung en la entrada, el castaño lo abrazó como saludo y entraron a la galería, el mayor bebió vino blanco y el menor solo limonada rosa, conversaron viendo la exhibición, entre sonrisas y roces de sus manos.

—Suga —llamó Hoseok, acercándose a ambos

—Hoba, felicidades —abrazó a su mejor amigo—, está siendo un éxito.

—Sí, mi agente ya está hablando con varios compradores.

—Tengo aquí un posible comprador también —dijo—, te presento a Kim Taehyung.

—Mucho gusto, me encanta su trabajo.

—Gracias, Taehyung. ¿Y ustedes de dónde se conocen? —preguntó Hobi con una sonrisa pícara hacia su amigo.

—Eeeh Taehyung es mi estudiante, de hecho.

—Min Yoongi, ¿no me digas que trajiste de excursión a tus alumnos para ver mi exhibición? ¡Qué vergüenza! —le dio un golpe en el hombro.

—No, no —contestó riéndose y sobándose dramáticamente el hombro—, solo me acompañó Tae.

—¿Tae? —enarcó una ceja y vio del mayor al menor.

—Amé toda la colección —dijo Taehyung—, me gustaría adquirir alguno.

—Puedes hablarlo con mi agente —le señaló a una mujer—, le das tus datos y se contactan contigo para la compra.

—Gracias, vuelvo en un momento —le dedicó una sonrisa a Yoongi antes de irse. El mayor lo vio embelesado, sin evitar sonreír.

—Debes estar de broma, Min Yoongi.

—¿Qué? —preguntó confundido por el tono de su amigo.

—¿Estás saliendo con un estudiante? ¿En serio?

—No, no es así. No estamos saliendo, solo nos estamos conociendo.

—Ajá, ¿y luego qué?

—Bueno... en algunos meses Nam regresará y ya no seré su maestro...

—¿Y cuántos años se llevan? ¿10?

—Son casi 8... —murmuró.

—Cuando te decía que te consiguieras a alguien no me refería a un niño, ¿te das cuenta del problema en que estarás si sus padres se enteran?

—Su madre sabe que está aquí conmigo y no estamos haciendo nada malo, Hoseok, así que deja de sermonearme y guarda silencio porque ya viene.

Taehyung regresó con una sonrisa que se borró al instante, al notar la tensión entre los dos mayores.

—¿Adquiriste la que querías? —preguntó Yoongi, tratando de llenar el silencio.

—Sí, la llevarán a mi casa en unos días.

—Iré a hablar con más personas, que sigan disfrutando de la exhibición.

—¿Tienes planes después de aquí? —le preguntó Yoongi, con un poco de arrepentimiento. Sabía que su mejor amigo no le decía aquello por dañarlo, era la verdad que él no quería escuchar—. A lo mejor podríamos ir los tres a algún lugar.

—Al nene no lo van a dejar entrar a un bar.

—No me refería a un bar, Hoseok, podemos ir a cenar —dijo Yoongi, un poco molesto por el comentario mordaz. El celular de Taehyung empezó a timbrar y se disculpó antes de alejarse un poco.

—No necesitas ser grosero, él no te ha hecho nada —lo acusó Yoongi, a lo que Hobi solo bufó.

—Nos vemos en casa, Yoon. Cuídate y gracias por venir —se dieron un breve abrazo y Yoongi salió en busca del menor. Lo vio en la salida, hablando por teléfono, por lo que se acercó a él.

—Es que siempre pongo el celular en silencio cuando voy al cine, por eso no te contestaba, pero Jungkook y yo solo cenaremos algo por aquí y ya llego a la casa... Ok ma, bye, te quiero.

—¿No le dijiste a tu mamá? —Taehyung se giró con sorpresa, tras ser descubierto. —Solo vinimos a una exhibición de arte, no debías mentirle, ¿por qué lo hiciste?

—Yo... no sé cómo reaccionaría y... la verdad preferí no averiguarlo —dijo, con la mirada baja. —Lo lamento, Yoongi —el rubio volteó a su alrededor y tomó del brazo a Taehyung para alejarse un poco de las personas.

—Ya no..., ya no podemos seguir haciendo esto, Taehyung. Está mal.

—¿Por qué? Yo no veo nada malo en lo que siento por ti.

—No podemos.

—No lo tienen que saber.

—Necesitas irte a tu casa, Taehyung.

—No, por favor —dijo el menor con ojos tristes—, no quiero que nuestra cita termine así —tomó su mano pero el mayor la retiró, guardando ambas en los bolsillos de su abrigo.

—Te pediré un taxi.

Taehyung se giró y retiró la pequeña lágrima que se asomaba, y tuvo que morderse el labio para suprimir el sentimiento de llorar tras el rechazo del mayor.

Yoongi percibió lo que el menor ocultaba e indeciso de continuar tecleando en el celular, se asomó alrededor de la calle, ya no había personas fuera de la galería y el tránsito vial era nulo.

Se puso frente al menor y acunó su rostro, limpiando con sus pulgares las pequeñas lágrimas que se habían escabullido.

—No llores, bebé —se acercó a besar ambas mejillas, y miró los ojos llorosos del castaño para bajar a sus labios que se encontraban entreabiertos, los cuales fueron la invitación perfecta para fundirse en ellos.

Lo besó suave, disfrutando de poder finalmente probar esos labios que lo habían llamado desde el principio, percibió un titubeo en Taehyung, se separó un poco pero el castaño redujo de inmediato la distancia, más seguro de lo que hacía. Yoongi continuaba acunando su rostro, mientras el menor se aferraba a la pequeña cintura del mayor.

Se separaron rozando sus narices, con un remolino de sentimientos en su interior que intensificaron con otro beso y otro, hasta que la lluvia comenzó en esa noche que ninguno olvidaría.

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Profesor Min | YOONTAE | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora