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Taehyung despertó sobresaltado por el estrepitoso sonido de la alarma, miró confundido la habitación a su alrededor, la puerta del baño se abrió saliendo un Min Yoongi envuelto en toalla alrededor de su cintura.

—Gracias Dios por tremenda carne que me dejas sabrosear, prometo ir más a la iglesia. Amén.

Yoongi rió y se acercó al menor para besarlo, Taehyung tomó la toalla de Yoongi para empezar a retirarla.

—Mi amor, no podemos retrasarnos —dijo deteniendo las manos traviesas del menor—, debo ir a dejarte a casa de Jungkook para no levantar sospechas y debo llegar a tiempo al trabajo.

Taehyung se quejó pero se levantó de la cama para colocarse su ropa, mientras Yoongi también se vestía. Salieron hacia la cocina, el menor se sentó en la barra, aún somnoliento mientras Yoongi hacía el desayuno.

—¿Cómo suelen ser tus mañanas?

—Antes de ducharme, hago café, luego el desayuno, meto fruta o alguna barra para comer más tarde. ¿Y las tuyas? —colocó el plato frente al menor y un poco de jugo. Luego el propio y su taza de café.

—Suelo ducharme en las noches, para dormir más en las mañanas, no suelo desayunar, a veces cuando Nana quiere obligarme a desayunar por lo menos fruta, le pido que me acompañe.

—¿Por qué no desayunas? —partió un pan tostado y se lo dio al menor en la boca.

—No me gusta comer solo —masticó. Yoongi bebió su café y terminaron de desayunar. Taehyung se levantó para lavar los platos y el mayor lo rodeó de la cintura, dándole pequeños besos en el hombro y nuca, haciendo reír al menor y haciendo más difícil su tarea.

—¿Suga? —entró Hoseok, bostezando, se paró en seco cuando vio al menor—, ¿así que te sigues divirtiendo con tu alumno? Ojalá las autoridades piensen igual.

—Guarda silencio, Hoseok, si no tienes nada bueno que decir mejor no digas nada —Taehyung se aferró a la cintura del mayor mientras se ocultaba a su espalda.

—¿Y seguir fingiendo que este jueguito no está mal? ¿En serio este niño vale tanto la pena para que arriesgues tu futuro?

—Taehyung es mi existencia —declaró firme.

—Qué romántico —dijo sarcástico—, espero Taehyung te ame tanto como para ir a sus visitas conyugales —regresó a su habitación y azotó la puerta.

Yoongi soltó un suspiro de frustración y Taehyung se aferró más al agarre de su cintura.

—Gracias por defenderme, Yoongi —giró al mayor—, anoche dijiste que harías todo por mí, y yo también haría todo por ti, Yoon, creéme —el pelinegro lo besó como respuesta.

—Estaremos bien, mi amor, no nos van a separar —afirmó.

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Se llevaba a cabo la ordinaria reunión entre docentes, esta vez Yoongi no se perdió y supo a dónde ir cuando llegó a la mansión de los Kim.

Al finalizar, el menor se unió para el almuerzo y aprovechó para sentarse a un lado de Yoongi, de vez en cuando se tomaban de la mano bajo la mesa, mientras comían y conversaban con los presentes.

—Mamá —dijo el menor, cuando la mayoría de los docentes se habían ido—, ¿puedo mostrarle la biblioteca al profesor Min?

—Claro, hijo, pero no lo entretengas tanto —dijo y después se dirigió a Yoongi—, lo siento, profesor, Taehyung suele ser un poco entusiasta de vez en cuando —el mayor sonrió tímidamente, amaba que el castaño fuera tan genuino y cómo le brillaban los ojos cuando algo le gustaba.

Profesor Min | YOONTAE | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora