14. Eirene

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  No vuelvo a la tienda de inmediato, me quedó allí junto al fuego hasta que veo al tercer príncipe desaparecer en su tienda, no sé porque le conté la historia de la diosa patrona del Este, tampoco se a ciencia cierta porque le hice una pulsera espanta sueños.

Estaba perdida.

También era gracioso de ver como el tercer príncipe evitaba hablarme, pero no pudo hacía unos minutos, cuando lo vi salir de la tienda estaba destrozado, grandes ojeras adornaban su cara, estaba pálido haciendo notar aún más la herida de su pómulo y su labio.

Conocía esa cara, yo la llevé durante mucho tiempo.

Y antes de que lo supiera, había estado intentando hacerlo sentir mejor; habíamos hablado de sus pesadillas, sin concretar mucho más, pero sabía que no solo trataba de aquello, había algo más grande y oscuro.

Miré una última vez a los guardias, que estuvieron pendientes durante toda la conversación entre el príncipe y yo, los saludé con la mano, pero ellos solo voltearon hacia el bosque. Caminé hasta mi tienda apartada y antes de pasar, una flecha se incrustó en el suelo.

Alzo la mirada, pero los guardias ya no prestan atención, agarré la flecha y la partí en pedazos, un fino papel se encontraba en uno de los extremos, lo guardé en mi otra mano y tiré los fragmentos de flecha lejos, a la maleza.

Dentro ya de la tienda desdoblo el papel, esperando el contenido.

Ella ya lo sabe, nos vemos mañana.

Arrugo la hoja para después masticarla, el sabor a durazno aborda mi boca, y trago. Normalmente los mensajes eran escritos en pequeños pergaminos comestibles, para asegurar la discreción, una vez lo leías, lo comías.

Era claro que la reina ya sabía de la inminente llegada, incluso desde el primer pie que pisamos en el reino, pero era bueno que me avisaran, querían que me preparara para lo que llegaría en unas horas, mas allá de esas siete palabras había diversos mensajes ocultos, pero solo por esta noche descansaría, solo una noche más escuchando en el exterior cómo los guardias estaban cansados del bosque.

Un bosque que lo más seguro estuviera actualmente repleto de Ancestrales observando.

Sangre y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora