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—Ya no tengo idea mamá

—Piensa hijo,  no solo en ti, sino en los demás también cariño

Fue lo último que dijo antes de marcharse a dormir.

Seguramente recibiría regaños y quejas por parte de sus padres, y no es para menos, después de todo no les hizo caso en ninguno de sus mandados. Precisamente era esa parte de él la cual le encantaba, evadir sus responsabilidades, pero claro, eso no es algo que haría Hyunjin.

—Tampoco todo gira alrededor tuyo patas de jirafa, algún día serás mío, ¡todo mío muajajaj! —le dijo a su almohada a solas en su cuarto.

—¡¡Apaga la luz Minho!!

—Ya voy, ya voy, Ash, no dejan soñar en paz aqui — se quejó como un niño.

Cuando el rubio se acostó, se durmió profundamente hasta el tercer sueño.

Sin importar los rayos del sol, el  estaba indispuesto a despertarse. No hasta que se acordó de cierto pelinegro, del cual tiene como pasatiempo joder su existencia.

Mientras un Hyunjin iba por la mañana al mercado para comprar pan, un domingo cualquiera, dónde se supone que descansas en paz y la pasas bien en familia, o en su caso, totalmente solo, pero en paz.

—¡¡¡Sayayin!!! — un grito alto, y claro le provocó un susto al pelinegro, e hizo caer su bolsa de pan — ¡Si tú!, ¡el chico baboso que trata de esconderse y se le cayó el pan!

— ¿Porqué hoy?, ¿porqué no me muero de una vez?

—Porque todavía no hemos tenido nuestros hijos alfa, aún debes envejecer y morir de viejo

—¿Cómo piensas que dejaré que seas tú quién lleve mis cachorros?

—Serían bonitos si son de ambos, además me debes una cita

—Primero consigue un arma y disparame, luego me llevas ¿quieres? — recogió su bolsa de pan para guardarla en su abrigo.

"¿En serio Mínho se levantó de madrugada solo para molestarme y trajo a Jeongin para que conduzca?"

—Si pero no, así que andando, me tienes que dar una cita, sayayin, estoy ansioso

—¿A ver si eres listo, que se hace en una cita Minho?

Lo que Hyunjin tenía en mente, era distinto a lo que Minho tenía en su cabeza, sus rangos hacían notar claramente sus diferencias y por lo tanto, ninguno podría ponerse de acuerdo, por lo menos en estos momentos dónde al alfa le rugía la panza.

—Una cita... , ¡Ya sé!, ¿y si nos quejamos del precio del limón?

—¿Whatsss?, ¿acaso no sabes..?, supongo que está bien, vamos entonces — era inevitable no sonreír antes alguna de sus ocurrencias y cómo esas manitas demasiado pequeñas tomaban las suyas para llevarlo. Que loco.

El rubio no supo que hacer exactamente, una cita es algo extraño dependiendo de las personas involucradas, simplemente se detuvo ante un puesto de verduras y comenzó a protestarle a una señora de que el limón en esos días estaba demasiado alto para ser comprado por los consumidores.

—¡En mis tiempos estaba a mitad de este precio!, sin duda alguna es producto de el capitalismo de las tiendas y de su ineficiente mercado señora

—Inflación Minho, creo que  inflación es el término correcto.

"CORTEJANDO A UN ALFA" → Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora