"CORTEJANDO A UN ALFA" → Hyunho

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¿Hyunjin subiste de peso?, pesas mucho - dijo por la dificultad de llevar a cuestas al alfa sobre si espalda

- Aún así te gusto, además acabo de comer muy rico.

- ¿Que?, ¡cállate! - se avergonzó con esas palabras descaradas y melosas.

- Mejor me callo antes de que me tires por ahí, aveces eres de temer

- la la la la la no te oigo

Hyunjin dejó de reírse a causa del buen momento que estaban pasando, pero que no era suficientemente bueno como para ignorar el hecho de que si hogar estaba siendo desalojado.

Su buen humor se fue a la mierda en el instante, en que vió sus cosas afuera de ella. Mínho también pareció decaer, pero no era sólo el caso de Hyunjin, porque pareciera que todos los inquilinos de ese lugar estaban tan sorprendidos cómo él.

Así que el pelinegro salió de esa burbuja y fue a enfrentar el problema.

- Disculpe, es que ... - tomó un poco de aire - ¿puedo saber qué pasó?

La dueña, estaba teniendo un problema de nervios mientras se tocaba la frente con restos de lágrimas, sentada en la vereda. Indicando que ella estaba tan consternada cómo ellos, y que no entendía mucho.

- Fraude - lanzó el título de propiedad al suelo, estos tenían rastros de lágrimas en las hojas

- No comprendo, pero n-

- ¡Yo tampoco niño! - la dueña estaba notoriamente enfadada - ¡se acabó! - sentenció rendida - unos hombres del gobierno me amenazaron por estar evadiendo terreno privado y llegarían a demoler todo el día de mañana - rompió las hojas con rencor - pueden ir buscando donde vivir, porque yo tampoco se a dónde iré a parar.

- Lo lamento no sabía qu-

- Ya retírate niño - sonó hostil, hasta grosera, sus ojos no se dignaron a ver a nadie a la cara

El pelinegro retrocedió un poco, y no quería pensar en como sería su vida sin tener un techo para vivir, tampoco pensar en la manera de solucionar esto. Y por poco olvida que Mínho estaba a su lado y había presenciado un momento tan bochornoso.

Solo le quedó recoger sus pertenencias cómo alternativa, a menos que quisiera perderlo todo en la demolición.

- Oye, tranquilo, encontraré la forma de evitar esto

- Dijiste que te ibas a encargar de que no me vea afectado por esa farsa, pero quizás nos confiamos ¿no?

- Hablaré con mi padre - dió una opción, pero poco le interesó a su acompañante, que seguía guardando lo poco que tenía

- ¿No crees que ya has ayudado suficiente? - soltó exhausto, sin intención de ofender - necesito pensar esto yo solo, vete a casa Mínho, no sigas sacrificando cosas por mí.

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- Su padre acaba de llamar y dice que lo está esperando en casa - guardó el teléfono en su bolsillo - es necesario que hablen si desea que ese alfa esté seguro - bajó la ventana verificando que no haya nadie más - no haga nada que enfurezca a su padre si quiere que Hyunjin siga vivo

- Gracias por recogerme, en serio, agradezco que guardes y omitas detalles ante mi padre, algún día te pagaré todo esto

No solo su padre estaba enojado, el tambien lo hacía, ¿porqué tendrá que meterse con alguien tan débil de poder como Hyunjin?. Y Mínho no era como su madre sumisa, hubo un tiempo en dónde admiraba el hecho de que ella, soportase los maltratos de su padre, para evitar problemas y tener esa supuesta "familia feliz".