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— ¿La terapia ... está funcionando?, es que ya vas tres días con las sesiones — se paró delante de su primo, notando claramente, su cara apagada y sin ningún rastro de vida en sus ojos, Félix no quería apresurar las cosas, pero tenía curiosidad.

Minho no podía sentirse con ganas de vivir desde lo ocurrido con Hyunjin, no quiso romperse en llanto delante de Jeongin o de su familia simplemente porque no lo entenderían.

Cuando llegó a casa, escuchó a su padre regañando y descargando toda su rabia contra él a sus espaldas, junto a su madre, quien solo se limitaba a escucharlo y asintiendo de forma sumisa, sin contradecir ninguna palabra al respecto.

Cómo consecuencia de ese problema, su progenitor le recriminó el motivo por el cuál seguía juntándose con ese alfa todavía, a quien no quería ver ni en pintura, pero tranquilamente podía darle la enhorabuena, todo ese suceso grabado perfectamente en su memoria.

"Apestas a alfa de nuevo, sabes que tienes prohibido coquetear con cualquier porquería de la calle"

"Tranquilo, desde ahora, ya no tienes nada de que preocuparte ... Él me rechazó"

Podría haberle dado gracia en ese momento la cara de sus padres, pero se estaba guardando algunas emociones que solamente liberó en su cuarto, a solas.

Se imaginaba más o menos estos pensamientos.

"¿Un omega de tanto prestigio siendo rechazado por un vagabundo?"

Si, está seguro que eso pensó su padre, ya que él esperaba que Hyunjin hiciera todo lo posible para evitar el compromiso, (con fines lucrativos).

Vaya sorpresa saber que era su hijo, quién insistía en esa relación un poca forzada, con intención de no casarse tan joven, al fin y al cabo, ya no podía seguir poniendo excusas para evitar ese matrimonio.

Cuánto quería Mínho que Hyunjin fuera quien lo rescate de ahí y no volver jamás.

— E-en realidad ... no — ¿qué si aún duele?, mucho la verdad, y no es como si fuera pesimista, simplemente todavía no ha llegado el momento adecuado en el que pueda decir, "ya lo superé" — hablamos de esto y-y, pues ahm, todavía estoy sensible — tragó lentamente.

Mínho detesta con todo su ser el hecho de sentirse débil por una persona que jamás lo correspondió. Ser omega lo hace sentir tan humillado.

— oye, ven aquí — su primo lo atrajo más cerca, rodeando con su calor y cuerpo en un tierno y precioso abrazo que no recibió de su familia, porque no quería hacer más problemas — no es tu culpa, Hyunjin no es el único alfa bueno, existen más personas buenas como él.

"Lo dudo", sonrió sarcástico.

El pelirubio lo miró, agradece mucho que siquiera una persona esté ahí, a su lado, aunque Félix la mayoría del tiempo esté ocupado por trabajo, no sé niega a separar un poquito de tiempo para él.

— No lo sé, solo no quiero alguien como papá, ¿te imaginas que mi destinado sea igual que él? — sacudió su cabeza alejando malos pensamientos, pensar en eso lo aterraba mucho.

— Ni idea, solo el 5% de los lobos encuentran a su alma gemela, ¿no deberías estar feliz por Hyunjin? — ladeó su cabeza confundido por esa interpretación.

Esto confundió a su conejo, porsupuesto que debería estar feliz, está siendo egoísta, pero no es su culpa, en serio no lo es, viendolo de otra manera, quizás, un poquito de Hyunjin es para él.

"CORTEJANDO A UN ALFA" → Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora