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El timbre ruidoso generó un sonido muy irritable para Mínho que casualmente se encontraba de mal humor, ¿Quién no se enojaría por, amanecerse con el fin de entregar una tarea que, al final no fue revisada por el maestro?

Si, el pelirubio podría lanzarse a golpear el piso ahora mismo, el lado positivo de todo, es que podía contarle a su psicóloga cada chisme se su día y comer galletas de vainilla con café caliente.

Sentarse en ese sillón tan suave y cómodo, charlar, despejarse, oh claro, hay tarea que hacer por la noche.

— ¡Verdad! —se pegó en la frente por haber olvidado cancelar la cita con su terapeuta - ese tal Jisung viene hoy y estoy feo - rodó los ojos frustrado, una preocupación más a su lista, obviamente su padre se iba a enojar, era la oportunidad de sus vidas y dependía exclusivamente de él.

Mínho sacó su celular de su bolsillo de camisa, marcando el número de su guardaespaldas para, cancelar esa cita a la cual no podría llegar por otros pendientes.

Resopló resignado, no tenía excusas o ánimo de crearlas para no ir a ese evento importante con una familia extraña a la que no le agrada para nada, a él tampoco le agrada, por cierto.

Solo tienen un mes para conocerse y luego, la boda.

Se pasan de pacientes.

— Oh, ¿Y dónde estará mi alma gemela? ... — dijo con sarcasmo — seguro debe estar follando en estos momentos con otro ome- ¡Auch! — habían golpeado su brazo, un individuo a toda velocidad pasó por su costado, por poco lo deja en el suelo con tanta prisa en la carrera — ten cuidado imbécil, hay gente que quiere vivir, no puedo creer que corran de esa mane-

El pelirubio dirigió su vista hacia arriba luego de sobar la parte que aún dolía por el golpe.

Sus palabras dejaron de salir de sus labios al enterarse, desgraciadamente, de que él causante de ese dolor en su brazo era, nada menos que, Hyunjin, a quien no tenía ganas de ver, jamás, ni en la otra vida, exageraba, pero cualquier día menos hoy, sería agradable.

— Oye, realmente lo siento, no fue mi intención, no me di cuenta — mordió su labio con vergüenza.

— ... — "no te preocupes", eso quería decir e irse de ahí como si nada, en cambio, lo único que pudo hacer era, abrir los ojos como si hubiera visto a un fantasma maldito, de las pesadillas y Creepypastas.

Ok, estuvo llendo a esas famosas terapias para recuperarse rápidamente y de forma más efectiva, pero se ha quedado inmóvil, totalmente mudo al no tener la noción para, saber que hacer con tantas cosas que creyó que estaba superando y que de repente aparecían, delatando lo mucho que necesita al otro.

Que ingenuo, pensó que estaba progresando en su recuperación emocional.

Ese enojo fue reemplazado por una infinita nostalgia que, lo impulsa a lanzarse a ese alfa y no querer soltarlo por nada del mundo, eso quiere hacer, pero sabe que en su estado, lo lastimaria mucho.

Le dieron muchos consejos a seguir, pero no le dijeron la mejor forma de actuar delante y muy cerca de la persona a la cual debe olvidar o que por desgracia, todavía extraña.

— Mínho ... —Hyunjin pasó si mano por delante de él omega para traerlo de vuelta a tierra, su cara se mostraba pensativa y en la luna — ¿estás bien?

"No puedo, necesito ayuda, ¡Jeongin!, ¡mamá!, ¿qué hago?, Félix, ¿dónde estás?", Creyó que estaba hablando, pero ni su boca se movía.

— Amo Mínho, ya cancelé la cita qu- — Jeongin comprendió ágilmente que ocurría con su jefe, o algo así, mirando atentamente a Hyunjin, relacionando todo en segundos — buenas tardes, si no necesita a mi señor, debo llevármelo a una reunión de suma importancia — entendió al instante el comportamiento de su señor, era de esperarse.

"CORTEJANDO A UN ALFA" → Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora