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Minho estaba planeando la mejor excusa en su cabeza, pero conociendo la soberbia y lo intimidante que puede ser su padre lobo, con solo una mirada, no tenía lugar a opciones, si tartamudeaba tan solo un poco, se delataba a sí mismo. Tomó valor suficiente en el camino de retorno a casa, ya había hecho lo que le gusta y debería asumir las consecuencias de sus actos.

El camino fue silencioso pero cada segundo le daba ansiedad, y su respiración comenzaba a acelerarse de apoco. Cuando menos se dió cuenta, ya había llegado a casa y estaba cruzando la puerta, con pasos suaves trató de pasar desapercibido y entrar a su habitación sin que se dieran cuenta los demás que se encontraban en casa, mientras Yang lo miraba como cómplice.

No sirvió de nada porque su padre sabía perfectamente que su hijo no estaba en casa. Y se puso en medio del camino para ser visto por el Omega que bajó su cabeza con algo de temor al mirarlo. Porque le temia a su progenitor de mente retorcida y mirada asesina que irradiaba

— ¿Dime qué hace un Omega en celo a estas horas de la noche en la calle sin compañía?—  la voz que emanó de su garganta tenía un tono autoritario y de enojo, el señor Lee se había percatado de su olor un poco más fuerte.

— Yo tomé... — levantó su rostro para verlo a los ojos —supresores, no pasó nada, estoy bien y no fuí solo.

— Yang puede retirarse, gracias por la información brindada — Minho abrió los ojos asustado — ¿quién es ese tal Hwang?, ¿porqué hueles a alfa?

— Un amigo, padre, nada más que eso... — este balbuceó cohibido

— Detesto a los vagabundos, no te juntes con gente tan vulgar, cuando acabes la preparatoria, cumplirás con el trato — sus ojos delatando la cólera — ven vamos a cenar con tu mamá — ordenó, porque su padre siempre dice, y los demás obedecen.

Si eso no ocurre, incluso la madre de Minho puede ser castigada, ya ha pasado. Y eso teme el Omega, el porque debe tener miedo siempre y no libertad de poder ser quien es realmente, un chico común.

— Minho cariño, estaba preocupada por ti — lo abrazó fuerte la mamá conejo — ven come cielo, es necesario que te alimentes — le ofreció un poco de comida a su hijo quién lo tomó conforme en la mesa, tomando asiento.

— Estoy bien, iban a decirme algo, ¿que es lo querían hablar conmigo? — apoyó su cuerpo en la mesa, llevando bocados a su boca.

— Son buenas noticias — tomó un poco de agua — la señora Han está por llegar de Malacia y su esposo también. Su hijo vendrá luego de terminar la universidad, falta poco. Esto será muy bueno para la empresa de tu padre, nos uniremos finalmente cielo — sonrió su mamá a gusto.

— Yo solo vine a decirte que luego de que termines de estudiar será la boda, mañana me voy temprano — hizo una pausa para comer — lo hablamos mejor yo y los padres de el jóven Han Jisung en el extranjero, la señora está muy emocionada.

— Pero no ... padre él y yo... no nos conocemos — dijo bajo.

— ¿Y eso qué?, lo harán luego del matrimonio — notó el descontento en su rostro — no me vengas con caras niño. Yo quería un alfa como hijo, y te presentaste como omega — soltó despectivo — no es mi culpa que seas débil, si quieres ser útil te casarás con Han.

— Minho, tesoro, es lo mejor para todos, me harías feliz si hicieras lo que tú padre dice.

— ¿¡y que hay de mí!? — exclamó alejando su plato sin haber comido todo — me gusta un chico, pero no les importa, solo su empresa, ¡todo es dinero para ustedes!

"CORTEJANDO A UN ALFA" → Hyunho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora