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Las siguientes dos semanas fueron iguales, juntarse a tomar mates, a comer algo, a hacer previa o after y terminar en la misma situación. Besos mojados y Tomás entre las piernas de Rodrigo, tocándose a sí mismo, pero poco a poco las cosas comenzaron a subir de nivel, al principio el oji verde no se animaba a tocarlo, una parte de su cerebro suponía que mientras menos contacto tuviera con el cuerpo del mayor, menos bisexual se estaría volviendo, pero cada vez que sentía sus labios, su lengua, su piel, comenzaba a necesitar más de él. La primera vez que tocó su erección, no pudo evitar enamorarse de los sonidos que producía Tomás, sus gemidos chocando contra su oreja y sus piernas encima de las suyas, se veía tan destrozado, tan sumiso, tan vulnerable, que su mente comenzaba a enloquecer. ¿Cómo podía gustarle tanto tocar a Tomás? Verlo acabar y abrazarse contra su cuerpo, tensando sus músculos y sonriendo con satisfacción.

_ Me voy a ir enano_ Dijo, mientras se levantaba de la cama. El oji verde lo tomó del brazo y lo acostó nuevamente, abrazandolo. Tomás se rió.
_ No te vayas, vamos a mirar una peli o algo_ Dijo, haciendo un puchero con sus labios. Sus ojitos verdes emocionados y dulces, Tomás sintió una punzada en su estómago ¿Qué era esto? ¿Qué eran ellos? ¿Qué tenía que hacer?_ Siempre te vas después de..._ Hizo una mueca, una barrera levantándose en su mente, no entendía cómo podía hacer las cosas pero no decirlas, como si ponerlas en palabras las volviera más reales de lo que era capaz de manejar. Tomi asintió, algo desepcionado, mientras acariciaba su pecho.
_ Por eso me voy... para no lidiar con esto_ Confesó. Rodrigo lo miró con atención_ Ni siquiera podes decirlo en voz alta, no quiero sentirme incómodo con tu crisis gay. No me mal interpretes, si queres hablarlo siempre voy a estar para vos, pero se me dificulta hacer todo lo que hacemos y después ver como te transformas en Rodrigo el hetero_ Mufó. El menor asintió, tenía sentido, no era justo para el mayor_ Sumado a que... nunca fui tierno después de lo sexual, ni nadie fue tierno conmigo... entonces es raro para mi todo este cariño_ Soltó, aferrandose al cuerpo del menor. Rodrigo lo abrazó con fuerza y besó su cabeza_ Aunque entiendo que lo haces porque ligas lo sexual a lo emocional.
_No_ Musitó y tomó su mentón, sus ojos se encontraron, un dolor apoyándose en su pecho_ Soy tierno porque me nace serlo, porque... te quiero_ Susurró. Te quiero, palabras dichas todo el tiempo, compartidas con regularidad por ambos chicos, pero en esa situación, en ese preciso momento, se sentían diferentes, con una carga emocional más fuerte.
_ Yo también te quiero_ Susurró, una sensación de angustia pasándose en su garganta. El sabía que lo decía de forma amistosa, pero por alguna razón le dolía.
_ ¿Amigo, estas bien?_ Interrogó, consciente del cambio de respiración de su compañero y de sus ojos volviéndose cristalinos. Tomás asintió y se quitó de su agarre, sentándose en la cama, repentinamente se sentían lejanos.
_ Tengo que irme, tengo una cita_ Confesó. Iba a encontrarse con un chico con el que había estado chateando, Rodrigo fruncio el ceño, celos colandose en sus entrañas, se sentía realmente confundido, pero entendía que Tomás necesitaba cosas que él no podía darle...
El mayor estiró la mano, indicándole que se saludaran de la forma más masculina posible, porque eso es lo que Rodrigo siempre quería, pero cuando tomó su mano lo tiro hacia el y atrapó sus labios, en un beso fuerte y territorial. Tomás sintió como si sus piernas se debilitaran y perdiera las fuerzas para salir de esa habitación_ Ro..._ Dijo, empujandolo de a poco, encontrándose con un oji verde sorprendido de sí mismo_ Te estás confundiendo, no hagas esto_ Dijo y acto seguido salió disparando de la habitación, dejando al menor con millones de incógnitas en su mente.

Tenía que pensar, aclarar su cabeza, era evidente que le gustaban los varones, o más específicamente, que le gustaba Tomás y si quería seguir experimentando, tenía que hacerse cargo de eso, pero por alguna razón le costaba.
_Asi que esto... es salir del closet_ Pensó, mientras se miraba en el espejo. Pero ¿Qué quería de Tomás? ¿Quería sexo y amistad? Porque de sólo imaginarse al mayor siendo cogido, besado, abrazado y amado por alguien más... le hacía doler el corazón. Pero no quería ser injusto con el, no sabía si podría mantener una relación sería con un chico, y tampoco sabía si eso era lo que Tomás quería... No te confundas, le dijo, pero era imposible no confundirse, porque podía sentir los nervios crecientes del mayor cuando este lo abrazaba, lo acariciaba o le decía algo dulce al oído, era consciente de que su corazón latía con fuerza cada vez que Rodrigo le demostraba su afecto y quizás, esas palabras no eran para Rodrigo, si no más bien, eran un recordatorio para Tomás....

No te confundas, el sólo está experimentando, no va a dejar todo por vos...

Su Maldita Sonrisa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora